El PSOE elabora sus carteles de propaganda con el 20-N como fecha electoral

La efeméride de la muerte del dictador Francisco Franco se perfila como la fecha para las próximas elecciones generales. El PSOE ya ha dado orden de elaborar carteles y material gráfico de propaganda con el 20 de noviembre como día electoral, por lo que parecen confirmarse las sospechas de que José Luis Rodríguez Zapatero no agotará la legislatura. El anuncio de la convocatoria electoral es una de las pocas cartas que le quedan en la manga a los socialistas, que tratan de sorprender al PP con el momento elegido para disolver las Cortes.

Pero según han informado a este diario fuentes dedicadas a la elaboración de los carteles propagandísticos del PSOE, la maquinaria electoral ya está puesta en marcha. “No vamos a tener vacaciones. Se va a trabajar todo el verano para tener listo a tiempo el material”, señalaron estas fuentes, que confirman el 20 de noviembre como la fecha elegida para los comicios desde Ferraz. A cuatro meses del día D, los socialistas necesitan ultimar los recursos para la campaña e iniciar la reserva de espacios publicitarios en vallas, mobiliario urbano y transportes públicos.

Si bien el 20-N constituye una efeméride de notables connotaciones políticas, que puede ayudar a movilizar a parte del voto más fiel al PSOE, lo cierto es que las últimas semanas de noviembre han formado parte de las apuestas de diversos dirigentes socialistas. Por su parte, en la cúpula del PP se ha llegado a situar los comicios a finales de octubre. Estas especulaciones forman parte de la guerra psicológica que mantienen los equipos de Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy para anotarse un punto con el anticipo electoral. En Ferraz esperan tomar por sorpresa a sus adversarios, mientras que en Génova repiten el mantra del adelanto como parte de su estrategia de desgaste al PSOE.

El encargo del material gráfico contradice la tesis del batallón de campaña socialista, que insiste en que trabaja con el horizonte de marzo de 2012. El propio Rubalcaba enfrió el martes la posibilidad de un anticipo  en un corrillo con periodistas, tras escenificar el traspaso de la portavocía del Gobierno a José Blanco. Pero la clave de cualquier estrategia pasa por no desvelar los planes al enemigo y, si es posible, despistarlo. Además, las últimas maniobras del Ejecutivo no hacen sino abonar  la hipótesis del adelanto.

La última sorpresa la protagonizó Elena Salgado al anunciar que reducirá en septiembre el techo de gasto que ella misma defendió el martes en el Congreso. De esta forma, los Presupuestos Generales del Estado deberán ser más restrictivos de lo previsto, en clara colisión con el giro a la izquierda de Rubalcaba. Por ello, cobra fuerza en el PSOE la idea de prorrogar los Presupuestos de este año, eludiendo así el coste político de presentar unas nuevas cuentas, así como de negociar con los grupos nacionalistas las contrapartidas por su abstención.

El PP se prepara para el anticipo

La reciente remodelación del Gobierno también apunta a un adelanto de los comicios. Blanco respaldará a Rubalcaba desde la sala de prensa de Moncloa, estableciendo un fuerte nexo entre la estrategia del candidato, del PSOE y del Ejecutivo. Asimismo, la eliminación de la Vicepresidencia primera, pieza clave para la coordinación de la acción gubernamental, y el ascenso de Antonio Camacho, de bajo perfil político, se interpreta como la señal de que las elecciones serán en otoño.

No obstante, los socialistas no son los únicos que se están pertrechando para las generales. El PP ha adelantado su programa electoral a septiembre para poder hacer frente al previsible anticipo, y ya ha puesto a trabajar a Ana Mato como coordinadora electoral. “Ya hemos organizado todo, de modo que al volver de vacaciones solo hay que encender el motor y que todo comience a funcionar”, apuntaron fuentes de Génova.