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Griñán sofoca la rebelión socialista en provincias repartiendo cargos en la Junta
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NUEVOS NOMBRAMIENTOS EN LAS CONSEJERÍAS DE CÓRDOBA Y MÁLAGA

Griñán sofoca la rebelión socialista en provincias repartiendo cargos en la Junta

En este campo de minas en que se ha convertido el PSOE-A, con continuos focos de rebelión interna en provincias y las navajas preparadas para el

Foto: Griñán sofoca la rebelión socialista en provincias repartiendo cargos en la Junta
Griñán sofoca la rebelión socialista en provincias repartiendo cargos en la Junta

En este campo de minas en que se ha convertido el PSOE-A, con continuos focos de rebelión interna en provincias y las navajas preparadas para el reparto de lugares en las listas electorales, José Antonio Griñán ha dado un paso más en su intento por controlar la organización haciendo uso del reparto de cargos en la Junta. En esta ocasión han sido tres los agraciados tras el último Consejo de Gobierno, dos en Córdoba y una en Málaga, y con ello se pretende evitar que la contestación interna que desde hace meses se está produciendo en provincias quede sofocada al menos provisionalmente.

 

A pocos meses de las elecciones autonómicas, el presidente de la Junta de Andalucía sólo cuenta con un limitado núcleo duro de absoluta confianza formado por tres consejeros, la secretaria de Organización de su partido, Susana Díaz, y un reducido apoyo en provincias, que se bate frente a los sectores críticos. El último conato de rebelión se ha producido en Córdoba, donde ya hace semanas dimitió en pleno el comité local del partido, un órgano que sólo existe en esta capital y en Málaga.

La crisis cordobesa se agravó por los pésimos resultados electorales del 22-M, donde el PSOE se presentó en la capital con su secretario provincial, Juan Pablo Durán, como candidato a la Alcaldía cosechando una estrepitosa derrota al quedar en cuarto lugar, detrás incluso del polémico Rafael Gómez, “Sandokán”, implicado en el caso Malaya. La pérdida de la Diputación y previamente del control de Cajasur, dejó a la intemperie a cualificados representantes del partido, entre ellos a personas de confianza del propio Griñán, diputado andaluz por la provincia cordobesa, como Salvador Blanco, vicepresidente de la entidad financiera. A ello se había sumado la fuga del cordobés  Rafael Velasco, número dos de Griñán en el partido, por las denuncias sobre el cobro de subvenciones de una empresa de su mujer.

“El Gobierno siempre escucha al partido”

 

La portavoz del Gobierno de Griñán, Mar Moreno, reconoce que “cualquier gobierno siempre escucha al partido” cuando se trata de hacer cambios en las consejerías, aunque esquiva cualquier relación de los cambios con crisis internas, asegurando que lo que se busca es “impulsar la acción de las consejerías y revisar los perfiles para un mejor posicionamiento”. La recomposición de posiciones se ha hecho mediante el reparto de cargos de la Junta, como ya ocurrió antes en otras provincias. Los delegados provinciales que escapaban al control de Griñán han sido sustituidos por otros, aunque no por ello el foco rebelde se puede considerar controlado en Córdoba, una provincia donde el secretario general, Juan Pablo Durán, cuenta con una fuerte oposición interna que lo hace cada vez más vulnerable.

El reparto de cargos de la Junta por parte de Griñán para asegurar el control del partido ha tenido sus casos más sonados en Cádiz, con el episodio protagonizado por Luis Pizarro, y en Almería, donde la dirección provincial saltó por los aires por las presiones que contra ella ejercían cargos autonómicos provinciales adscritos a la disciplina de Griñán.

Necesidad del control provincial

 

La necesidad del control de las provincias es hoy más urgente que nunca. En los próximos meses se va iniciar el proceso para componer las candidaturas electorales, a las generales y a las autonómicas. Como ya publicó El Confidencial, en algunas provincias, como es el caso de Cádiz, hay sectores del partido que piden que sea Rubalcaba el que supervise la elaboración de las candidaturas por temor a ser marginados por Griñán.

El presidente andaluz, sin embargo, necesita controlar el grupo parlamentario que le acompañe en la próxima legislatura y por tanto absoluta libertad para componer las candidaturas. Y para abordar ese proceso, Griñán está utilizando la Administración periférica de la Junta para crear un poder paralelo al del propio partido en el que desembarcó como secretario general en un congreso extraordinario de urgencia y con múltiples focos de oposición crítica en la mayoría de las provincias.

En este campo de minas en que se ha convertido el PSOE-A, con continuos focos de rebelión interna en provincias y las navajas preparadas para el reparto de lugares en las listas electorales, José Antonio Griñán ha dado un paso más en su intento por controlar la organización haciendo uso del reparto de cargos en la Junta. En esta ocasión han sido tres los agraciados tras el último Consejo de Gobierno, dos en Córdoba y una en Málaga, y con ello se pretende evitar que la contestación interna que desde hace meses se está produciendo en provincias quede sofocada al menos provisionalmente.

José Antonio Griñán