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Zapatero, agotada su política de gestos, sigue la crisis en Moncloa sin agenda ni actividad oficial
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DECIDE PROLONGAR SU ESTANCIA EN MADRID

Zapatero, agotada su política de gestos, sigue la crisis en Moncloa sin agenda ni actividad oficial

José Luis Rodríguez Zapatero renunció ayer a regresar a Doñana para vivir en su despacho del palacio de la Moncloa otra jornada de zozobra económica, caídas

Foto: Zapatero, agotada su política de gestos, sigue la crisis en Moncloa sin agenda ni actividad oficial
Zapatero, agotada su política de gestos, sigue la crisis en Moncloa sin agenda ni actividad oficial

José Luis Rodríguez Zapatero renunció ayer a regresar a Doñana para vivir en su despacho del palacio de la Moncloa otra jornada de zozobra económica, caídas bursátiles y repunte de la prima de riesgo. Pero lo hizo en solitario, sin agenda ni actividad oficial, sin reunirse con su equipo económico y sin ponerse en contacto con los portavoces parlamentarios. El margen de maniobra del presidente del Gobierno ha quedado reducido al mínimo, y sus esperanzas de que el Banco Central Europeo (BCE) apaciguara a los mercados saltaron por los aires tras la rueda de prensa de Jean Claude Trichet, quien descartó la compra de deuda española.

Zapatero, que ayer cumplió 51 años, decidió prolongar su estancia en Madrid a la espera de que los mercados den una tregua a la economía española. Sin embargo, tras la fuerte actividad desplegada el martes y el miércoles, con la que trataba de demostrar que seguía al timón del Ejecutivo, el presidente parece haber agotado su política de gestos. Ayer, su estrategia se limitó a permanecer en Moncloa, mientras que este viernes continúa sin ningún tipo de agenda oficial.

De acuerdo con Moncloa, Zapatero se dedicó a seguir la “evolución de los mercados financieros”, así como la subasta realizada por el Tesoro, y se mantuvo en contacto telefónico tanto con su equipo económico, como con la vicepresidenta Elena Salgado, a quienes pidió que conversaran con sus homólogos europeos. Europa sigue siendo, a juicio del presidente, el ámbito del que debe llegar la salvación para España. “Es imprescindible que los acuerdos sobre el plan de rescate a Grecia y sobre la reforma del mecanismo de apoyo a países de la eurozona se apliquen cuanto antes”, señala la nota de Presidencia del Gobierno.

Pero las expectativas de Zapatero sobre el BCE se volatilizaron con la decisión de Trichet de comprar deuda de Irlanda y Portugal, pero no española. Como informó este diario, el presidente había tratado de tranquilizar el miércoles a los portavoces de los partidos políticos con el argumento de que el BCE actuaría como un bálsamo para los mercados. Nada más lejos de la realidad. Con su intervención, Trichet rompió las esperanzas de los inversores, el riesgo país rozó los 400 puntos y el IBEX se desplomó un 3,89%.

Ante el deterioro del escenario económico, el presidente canceló su regreso a Doñana, pero no adoptó ninguna nueva medida, ni aclaró en qué consistirá el paquete que se aprobará en los consejos de ministros de los próximos días 19 y 26. La Secretaría de Estado de Comunicación informó sobre la jornada de Zapatero en torno a las siete de la tarde, pero hasta entonces, fuentes de Moncloa se habían limitado a calificar de “privada” la actividad del presidente.

El PP insiste en que se adelante el anticipo electoral

Después de dos días en los que ha estado pegado al teléfono para conversar, entre otros, con José Manuel Durao Barroso, Herman Van Rompuy, Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba, Iñigo Urkullu, Josep Antoni Duran Lleida y el resto de portavoces parlamentarios, Zapatero entendió que no era necesario seguir informando a la oposición. Y tampoco buscó una nueva foto del gabinete de crisis que conformó el miércoles con Salgado, José Blanco, Javier Valles y José Enrique Serrano.

Su protagonismo lo ocupó Rubalcaba, quien sí se entrevistó con Salgado para analizar la situación económica, así como con los ministros Valeriano Gómez (Trabajo) y Ángel Gabilondo (Educación), con quienes perfiló las propuestas para crear empleo juvenil de cara a su programa electoral. Por su parte, el PP se lanzó un día más a reclamar un adelanto del anticipo electoral para acabar de asentar en la opinión pública la sensación de fin de ciclo.

“España no puede pasarse tres meses sometida, con un Gobierno en funciones, a los bandazos de los especuladores internacionales. Reformar o adelantar elecciones, pero algo tiene que hacer”, afirmó el portavoz popular de guardia, Esteban González Pons. Una posibilidad de la que, según su equipo, Zapatero “ni se plantea”.

José Luis Rodríguez Zapatero renunció ayer a regresar a Doñana para vivir en su despacho del palacio de la Moncloa otra jornada de zozobra económica, caídas bursátiles y repunte de la prima de riesgo. Pero lo hizo en solitario, sin agenda ni actividad oficial, sin reunirse con su equipo económico y sin ponerse en contacto con los portavoces parlamentarios. El margen de maniobra del presidente del Gobierno ha quedado reducido al mínimo, y sus esperanzas de que el Banco Central Europeo (BCE) apaciguara a los mercados saltaron por los aires tras la rueda de prensa de Jean Claude Trichet, quien descartó la compra de deuda española.