Rubalcaba baja al PSOE a la tierra: “Nunca he dicho en un mitin que vamos a ganar”

"Nunca he dicho en un mitin ¡Vamos a ganar!". Este ha sido el aviso que Alfredo Pérez Rubalcaba  ha lanzado esta mañana a un nutrido grupo de diputados y senadores socialistas. En un discurso en Ferraz para presentar las principales materias sobre las que versará la próxima Conferencia Política del PSOE, el candidato ha recordado que nunca le ha gustado esa expresión, y se limitó a pedir a su partido que gane en "esfuerzo, trabajo y rigor".

A dos meses y medio de los comicios, y con una considerable diferencia en las encuestas con el PP, Rubalcaba ha optado por el realismo, por no prometer lo imposible, así como por comenzar a limitar los desperfectos de una derrota electoral. Su proyecto, como este martes ha vuelto a repetir, es para cuatro años, por lo que su objetivo parece haberse convertido en salir vivo el 20-N, y dejar las aspiraciones de victoria para otro momento más propicio.

Por ello, los discursos de Rubalcaba no son arengas para elevar la moral de sus militantes y dirigentes, ni promesas de éxito, ni ataques furibundos a Mariano Rajoy. El candidato del PSOE prefiere reflexionar en voz alta sobre energía, sanidad, Europa, la globalización o creación de empleo. Los únicos gestos para a galería son sus reiterados impuestos para grandes patrimonios y banca, de donde espera conseguir recursos para generar empleo. Propuestas que gustan a los parlamentarios socialistas, que ayer apenas interrumpieron con aplausos en dos ocasiones a su candidato. Una de ellas, para celebrar la determinación de Rubalcaba para ayudar a "los que peor lo pasan" con los recursos de quienes "no lo están pasando peor".

"Hay países donde los millonarios se ofrecen para pagar más impuestos. Aquí la derecha política dice que no, pero quiero decirle a Mariano Rajoy que no se equivoque, que quienes necesitan protección no son los ricos, sino quienes menos tienen", afirmó el candidato. "En esto soy keynesiano laboral, hay que poner dinero, poner recursos para estimular la creación de empleo, y hay que decir de donde se saca", añadió.

Pero Rubalcaba ofreció pocos detalles del borrador de programa que ya tiene listo para la Conferencia que se celebrará el primer fin de semana de octubre. En torno a 150 diputados y senadores acudieron ayer a Ferraz para conocer este documento, pero se encontraron con que Rubalcaba no lo repartirá en el partido hasta el próximo sábado. Entre las novedades, el candidato apuntó que incluirá el cierre paulatino de las centrales nucleares, y que prestará especial atención a tres reformas: la financiación de la sanidad pública, la energía y la reforma electoral.

Un programa que diga cómo se pagan las promesas

La defensa de la sanidad es la bandera a la que se aferra estos días Rubalcaba, contrario al copago y a las "pseudoprivatizaciones". Por ello, está decidido a presentar un plan de financiación que pruebe que es posible mantener un servicio de calidad universal y gratuito. Por otra parte, reiteró su predilección por el sistema electoral alemán, y se comprometió a seguir adelante con su oferta de reforma electoral y mejora de la proporcionalidad.

Pero si algo ocupa estos días el tiempo de Rubalcaba es la inestabilidad de los mercados y la necesidad de poner coto a las amenazas sobre España. El ex vicepresidente del Gobierno trasladó la responsabilidad a la ineficiencia de los mercados y a las malas políticas, se supone que llevadas a cabo por otros gobiernos, para concluir que los socialistas deben estar en los órganos de decisión mundial para defender a Europa y su modelo "social y moralmente superior".

En este sentido, destacó la necesidad de comprometerse con la reducción del déficit y de presentar un programa electoral "presupuestariamente equilibrado", explicando cómo se financiará cada una de sus promesas. "Hay quien propone bajar los impuestos y mantener gastos sociales. Yo os aseguro que eso no es posible y que quien dice eso no dice la verdad. Tenemos que acabar con el ilusionismo programático y decir a todos los partidos que digan cómo van a pagar las cosas que quieren hacer", aseguró.