La presión del PSOE de Almería obliga a Griñán a colocar a Rosa Aguilar de nuevo por Córdoba

Si hay un escenario que demuestre la falta de autoridad dellíder y descontrol en el partido ése es el que se vive en Andalucía minuto aminuto en la guerra de las listas del PSOE. La presión del partido en Almería,donde el presidente de la Junta trataba de enviar a la ministra comoparacaidista se ha rebelado, ha dicho que no quieren a la ex alcaldesa deCórdoba como cabeza de cartel, y Griñánno ha tenido más remedio que reubicarla de nuevo en Córdoba.

La recolocación de la ministra ha sido anunciada por elpropio Griñán con motivo de una conferencia del presidente en un forosevillano, en el que ha sido presentado por el candidato, Pérez Rubalcaba, en la primera visita con marcado carácterelectoral que este hace a Andalucía, y en la que está previsto tenga uncontacto con los militantes para sondear la situación del partido.

La nueva reubicación de Aguilar supone todo un problema parala dirección provincial del PSOE cordobés. El secretario general, Juan Pablo Durán, asegura que lasposibilidades de Aguilar son variadas, puedeir al Congreso o al Senado. Es decir, que se va a tratar de compaginar lapresencia de la ex alcaldesa y la opción de que el embajador Luis Planas sea el cabeza de cartel alCongreso.

En cualquier caso, este nuevo movimiento no es más que untraslado de la crisis, pues la presencia de Rosa Aguilar es igual de conflictivaen Córdoba y mucho más arriesgada, pues laex alcaldesa cuenta con un rechazo generalizado: en las bases de IU, porquedio el salto a la orilla del PSOE por un cargo en la Junta;  en el PSOE, porque a Aguilar se le considerauna advenediza que de entrada ya ha conseguido poder interno, y en laciudadanía cordobesa, porque abandonó la Alcaldía para pisar una moqueta másmullida en el Gobierno andaluz.