Rubalcaba corta cabezas en la lista por Madrid para situar a sus aliados

Los candidatos del PSOE al Congreso y al Senado no van a tener tan fácil conseguir un escaño como en el 2008. Y las apreturas en las listas electorales comienzan a sentirse, especialmente en plazas importantes como Madrid. Alfredo Pérez Rubalcaba ocupa el lugar que deja José Luis Rodríguez Zapatero como número uno, y ha impuesto cambios en los primeros lugares para situar a sus aliados. Como siempre sucede en política, el nuevo liderazgo ha dejado varios cadáveres, mientras diversos diputados se preguntan si la promesa de mejorar la democracia que blande Rubalcaba no debería comenzar en el seno del partido.

El número dos es para Elena Valenciano, jefa de campaña del PSOE, y principal figura femenina en el partido. Pero a partir de ahí, la confección de las listas ha desencadenado más de un “codazo”, según relatan fuentes socialistas. Varios ministros han elegido el Congreso como vía para seguir cómodamente en política tras el 20-N, aunque finalmente no todos han aterrizado en Madrid. El titular de Trabajo, Valeriano Gómez, que también asesora a Rubalcaba para su programa, parece haberse colado en la capital, pero no ha habido sitio para el de Educación, Ángel Gabilondo, destinado a la Comunidad Valenciana.

Rubalcaba también ha impuesto el regreso de la ex ministra Cristina Narbona, redactora de la ponencia marco de la Conferencia Política que celebrará el PSOE durante el primer fin de semana de octubre. Otro amigo del candidato socialista que probablemente regresará al Congreso por Madrid es Diego López Garrido, actualmente secretario de Estado para la Unión Europea, y que en 2006 sustituyó a Rubalcaba como portavoz en la Cámara. Asimismo, José Enrique Serrano, jefe de Gabinete de Zapatero y viejo compañero de fatigas del ex vicepresidente, puede lograr por fin entrar en las listas, aunque esta posibilidad no convence a todo el mundo en el partido.

“No parece muy acertado que un veterano fontanero como Serrano entre ahora en las listas. Siempre ha querido y nunca lo han dejado, y ahora parece que se le mete con calzador”, opinaron fuentes socialistas. A estas novedades hay que añadir otras figuras del partido que trabajan mano a mano en Ferraz con el candidato, y que ya ocupan un escaño por Madrid, como Antonio Hernando y Pedro Sánchez.

Por otra parte, la corriente Izquierda Socialista tiene asegurado un buen lugar para el diputado Juan Antonio Barrio, más otro puesto con pocas posibilidades para la coordinadora de esta corriente interna, Isabel Andaluz. Además, José Blanco ha reclamado sitio para Rafael Simancas, ex líder del PSM, mientras que su sucesor, Tomás Gómez, ha pedido que se incluya de nuevo a Delia Blanco, diputada y presidenta de los socialistas madrileños.

Sin margen para el resto

Así las cosas, el margen para el resto de candidatos que obtuvieron un escaño en 2008, o que aspiraban a entrar en las quinielas del 20-N, se reduce de forma importante. Solo las bajas de la ex ministra Mercedes Cabrera y del ex dirigente de CCOO, Antonio Gutiérrez, pueden aliviar levemente las tensiones por ocupar un buen lugar en la parrilla de salida. Cabe recordar que en 2008, el PSOE obtuvo 15 diputados por la circunscripción de Madrid, pero, considerando los resultados de los comicios autonómicos del 22 de mayo, en las filas socialistas se calcula que serán 12 los que se logren el próximo noviembre.

En Ferraz todavía no se ha dicho la última palabra sobre las listas, así que los aspirantes deberán seguir padeciendo la incertidumbre y, en algunos casos, agotando las maniobras para volver a salir en la foto. Por ello, en estas fechas se vuelven a escuchar denuncias en el seno del PSOE sobre la falta de meritocracia y democracia interna que sufren los grandes partidos, aunque las críticas suelen terminar con la llegada de los nuevos cargos electos.