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Rubalcaba se encomienda a Cataluña y Andalucía para sobrevivir al 20-N
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DEFIENDE EL MODELO LINGÜÍSTICO CATALÁN

Rubalcaba se encomienda a Cataluña y Andalucía para sobrevivir al 20-N

“Alfredo depende de los resultados en Cataluña y Andalucía. Ahí se decide en qué estado queda el PSOE”, resume un diputado de la cúpula socialista. No

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Rubalcaba se encomienda a Cataluña y Andalucía para sobrevivir al 20-N

Alfredo depende de los resultados en Cataluña y Andalucía. Ahí se decide en qué estado queda el PSOE”, resume un diputado de la cúpula socialista. No por casualidad, Rubalcaba ha pasado los últimos cuatro días entre Sanlúcar de Barrameda, Cádiz y Gavá (Barcelona). El candidato es consciente de que su futuro político pasa por movilizar a los dos principales graneros de votos de la izquierda, y ayer dejó claro que no ahorrará en guiños catalanistas: “Mientras el PP recogía firmas contra el Estatuto, los socialistas lo defendíamos por todos los pueblos y plazas de España; y mientras defendíamos que el archivo de Cataluña viniera a su tierra, los diputados del PP se manifestaban en contra”.

Rubalcaba no ha necesitado hacer muchos cálculos para comprobar la importancia del electorado catalán y andaluz. 61 de los 169 actuales escaños socialistas provienen de los espectaculares resultados que el PSOE obtuvo en ambas comunidades. Pero las previsiones para el 20 de noviembre son mucho más pesimistas. En Cataluña, el candidato socialista depende, irónicamente, de Carme Chacón, que repite como cabeza de cartel del PSC. Los 25 diputados conseguidos en 2008, e incluso los 21 de 2004 parecen inalcanzables, por lo que en Ferraz se teme que no se superen los 17 del año 2000.

El empuje del PP, que se ha convertido en la tercera fuerza del Parlamento catalán; el retorno de CiU a la Generalitat, así como la falta de liderazgo en el PSC preocupan al equipo de Rubalcaba, que apuesta por acentuar el mensaje catalanista frente a la trayectoria de Mariano Rajoy. “Quien ha hecho de pirómano por todas las plazas y pueblos de España no puede venir a presentarse ahora como el jefe de bomberos, y no vamos a dejar que así sea”, afirmó ayer el candidato socialista desde Gavá, donde participó en la fiesta de la Rosa del PSC.

Rubalcaba trató de conectar en un plano emocional con el electorado catalán confesando su “envidia” por el bilingüismo, y poniéndose en el lugar de un votante que, ante las “barbaridades” expresadas sobre Cataluña, puede preguntarse: “¿Si no me comprendéis, cómo queréis que siga donde estoy?”. Asimismo, demostró su apoyo al modelo lingüístico catalán e instó a defender esta lengua como una riqueza para España.

El candidato socialista ha decidido exprimir los réditos electorales del apoyo de su partido a cuestiones sensibles como el Estatuto, la educación en catalán o la devolución de documentos del archivo de Salamanca. Su presencia en esta comunidad será notable, como demuestra su agenda de este lunes: participación el foro de El Periódico de Cataluña, y visita al centro científico Sincrotron Alba, en Cerdanyola del Vallès. Pero en este esfuerzo no estará solo, ya que Chacón combina el discurso catalanista con la necesidad de taponar el ascenso de CiU, formación a la que retrata como una “sucursal” del PP en Cataluña, dispuesta a desmantelar el Estado de bienestar.

Miedo a la derecha

Y si en Barcelona saca pecho con la defensa de los intereses catalanes, en Cádiz Rubalcaba busca apoyos avivando el miedo a las políticas conservadoras. El ex vicepresidente ha visitado en diversas ocasiones Andalucía como candidato, sabedor de que los 36 escaños que el PSOE obtuvo en esta comunidad tienen los días contados. Los temores sobre el resultado en este feudo socialista son incluso mayores que en Cataluña, ya que el PP podría ser el partido más votado. Esta situación no se dio ni siquiera en 2000, cuando José María Aznar logró la mayoría absoluta. Entonces, los socialistas ganaron por dos diputados, 30 a 28.

No obstante, a diferencia de lo que suele ser habitual, el 20-N no se celebrarán comicios autonómicos en esta comunidad, restado capacidad de movilización al PSOE. Además, las encuestas dan como perdedor a José Antonio Griñán frente a Javier Arenas, y el partido se está descosiendo en batallas internas entre los acólitos de Manuel Chaves y del actual presidente. En estas circunstancias, los socialistas han vuelto a recurrir a Alfonso Guerra como candidato por Sevilla, mientras Rubalcaba trata de movilizar a los suyos atizando el miedo al programa oculto de Rajoy. “No es lo mismo que gobierne la derecha o la izquierda”, insistió el viernes en Cádiz.

Alfredo depende de los resultados en Cataluña y Andalucía. Ahí se decide en qué estado queda el PSOE”, resume un diputado de la cúpula socialista. No por casualidad, Rubalcaba ha pasado los últimos cuatro días entre Sanlúcar de Barrameda, Cádiz y Gavá (Barcelona). El candidato es consciente de que su futuro político pasa por movilizar a los dos principales graneros de votos de la izquierda, y ayer dejó claro que no ahorrará en guiños catalanistas: “Mientras el PP recogía firmas contra el Estatuto, los socialistas lo defendíamos por todos los pueblos y plazas de España; y mientras defendíamos que el archivo de Cataluña viniera a su tierra, los diputados del PP se manifestaban en contra”.

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