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Las ‘cosas de Bono’: el PSOE no se cree el adiós y teme que sea un hasta luego
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RUBALCABA: “YA SE FUE UNA VEZ…”

Las ‘cosas de Bono’: el PSOE no se cree el adiós y teme que sea un hasta luego

“¿Quién se cree que Bono se ha ido? Ahora se pasará un tiempo enredando o haciendo bolos por las radios. Pero todos conocemos a Pepe. El

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Las ‘cosas de Bono’: el PSOE no se cree el adiós y teme que sea un hasta luego

“¿Quién se cree que Bono se ha ido? Ahora se pasará un tiempo enredando o haciendo bolos por las radios. Pero todos conocemos a Pepe. El que crea que se retira de la política no tiene ni idea de cómo es”. El político socialista que habla, muy cercano ahora al equipo electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba, recoge el sentimiento que habita en las filas del PSOE. El todavía presidente del Congreso sigue siendo una sombra muy presente que se cierne sobre el futuro inmediato del partido. Sobre todo, si el 20-N se produce el hundimiento que algunas encuestas prevén.

“Hoy no es un día cualquiera. Desde mañana, unos centrarán su ímpetu en renovar su acta, otros se despiden para siempre y otros, quizá, hasta luego…”. Estas enigmáticas palabras fueron pronunciadas por José Bono desde la Presidencia del Congreso el día en que despidió la Legislatura. Después de una letanía de salutaciones y agradecimientos, “las cosas de Bono” las calificó él mismo, deslizó ese “quizá hasta luego…” que ha sido interpretado por muchos de sus compañeros y rivales políticos como “un mensaje de que no se va del todo, que está ahí dispuesto a aprovechar su momento en cuanto se presente”, asegura un diputado del PP tan veterano como el político manchego.

El primero que no se cree la marcha del ex ministro de Defensa es el propio Rubalcaba. Pese a que llevaba desde el verano, cuando convocó a la prensa a su casa natal de Salobre, anunciando que se estaba pensando su retirada, el candidato socialista al 20-N ironizó cuando le preguntaron por la retirada de su “compañero”: “Ya se fue una vez”, comentó lacónico Rubalcaba.

El ex presidente del Gobierno de Extremadura, y uno de los “barones” socialistas ahora sin feudo, va más allá. Fernández Vara llegó a decir que Bono siempre actúa “con segundas, terceras y hasta cuartas intenciones” cuando le pidieron valorar la decisión de su compañero de no ir en las listas y retirarse de la primera línea política. Bono, abrumado por la interpretación, no desmintió nada: se limitó a decir que “no siempre” demuestra las “cualidades” que le atribuyen. Por si acaso, y para ir animando a los posibles rivales, Vara asegura que el nuevo liderato del PSOE lo debe asumir “alguien con más futuro que pasado”, y emplazó a Carme Chacón, Patxi López e incluso Eduardo Madina a “dar un paso al frente” llegado el momento. Cualquiera con tal de cerrar el paso a maniobras de Bono.

El presidente del Congreso, de momento, ya advierte: "No dejo la política, dejo la primera línea y me veo feliz”. Asegura que dedicará su tiempo a su familia, sobre todo a su hija de 10 años, y a seguir redactando sus memorias, por las que ya ha recibido un anticipo de más de 35.000 euros y de las que lleva escritas ya varios cientos de folios. Pero, de momento, se dedica a recorrer todas las radios y televisiones del país recuperando la línea “españolista”, “pactista” y más a la derecha del PSOE. Y negando a responder cuando le preguntan si optará a la Secretaría General del partido tras las elecciones: “¿Pero usted cree que le voy a responder a esa pregunta?”, ha dicho esta misma semana en antena.

En apenas 15 días ha recuperado su idea de la necesidad de “un pacto de Estado entre PP y PSOE para que el que pierda no inflame las calles”; se ha desmarcado de cualquier ‘hoja de ruta’ de la negociación con ETA y ha exigido “que los etarras cumplan hasta el último día de condena”; ha criticado al 15-M junto a Esperanza Aguirre, asegurando que “prefiero el peor resultado de las urnas antes que a las turbas parisinas”; ha enviado una carta a Fraga agradeciéndole su “trabajo por España” y pidiendo a Dios por su salud…

En definitiva, Bono se aleja todo lo que puede del candidato Rubalcaba y de buena parte de su ideario de campaña. Hasta que el 20-N hablen las urnas, vuelve a vender, de bolo en bolo, su imagen de moderado, español, cristiano y conciliador. Por lo que pueda pasar. Si Rubalcaba se despeña, estará “al servicio del PSOE y con mi carné de socialista”. Si Rubalcaba salva los muebles, entonces sí, deberá dar el paso atrás definitivo. Y para ello, se aseguró una “vida civil” sin sobresaltos: una de las últimas ‘cosas de Bono’ fue asegurarse el apoyo de los nacionalistas para que la Comisión del Congreso archivara el informe de la Fiscalía del Tribunal de Cuentas sobre sus ‘omisiones’ como presidente de la Junta de CLyM en el caso del ‘Pocero’. Un salvoconducto para un retiro tranquilo.

“¿Quién se cree que Bono se ha ido? Ahora se pasará un tiempo enredando o haciendo bolos por las radios. Pero todos conocemos a Pepe. El que crea que se retira de la política no tiene ni idea de cómo es”. El político socialista que habla, muy cercano ahora al equipo electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba, recoge el sentimiento que habita en las filas del PSOE. El todavía presidente del Congreso sigue siendo una sombra muy presente que se cierne sobre el futuro inmediato del partido. Sobre todo, si el 20-N se produce el hundimiento que algunas encuestas prevén.

José Bono