El PSOE apuesta por quitar publicidad a las autonómicas y fusionar las privadas

El Gobierno que surja de las urnas el próximo 20 de noviembre se encontrará sobre la mesa la patata caliente del sector audiovisual: la financiación de RTVE, la supervivencia de las televisiones autonómicas o las necesidades de las cadenas privadas exigirán respuesta tras años de cambios normativos e intentos de redibujar el panorama mediático desde Moncloa. El plan de Alfredo Pérez Rubalcaba pasa por fomentar la eliminación de la publicidad de los canales públicos autonómicos, a imagen y semejanza del modelo de Televisión Española, y por impulsar fusiones entre las privadas, despertando así del sueño socialista que permitió la creación de La Sexta y Cuatro.

Así se recoge en el programa electoral que el PSOE aprobó este fin de semana, y en el que se dedica un apartado a defender “una televisión y radio pública de calidad, moderna e independiente, acorde con la sociedad actual”. Los socialistas aseguran que es necesario “revisar los mecanismos que sirven para financiar a nuestras televisiones públicas”, por lo que apuestan por “evitar distorsiones en la competencia con el resto de operadores”.  Es decir, trasladar el modelo de cero publicidad con el que funciona RTVE para aliviar a los canales privados.

El problema es que el sistema de financiación del ente público ha sido puesto en duda por la Comisión Europea, como se reconoce en el programa electoral: “Deberemos asegurar que si la UE entiende que los operadores de telecomunicaciones no deben contribuir al sostenimiento financiero de RTVE, pueden existir instrumentos alternativos de financiación de este servicio público”. No obstante, los socialistas no precisan en qué pueden consistir tales instrumentos, ni cómo se podría compensar a las autonómicas por la eliminación de la publicidad.

En todo caso, el PSOE no coincide con los barones del PP en que las cadenas públicas deben ser privatizadas, pese a que constituyen una auténtica sangría para los menguados presupuestos de las comunidades. De hecho, los socialistas están tan orgullosos de haber transformado el modelo de RTVE, que pretenden que los canales autonómicos copien el modo en que se regula “la composición de los órganos de dirección” del ente.

Asimismo, Rubalcaba, en caso de dar la sorpresa el 20-N, impulsará la “creación efectiva” del Consejo Estatal de Medios, previsto en la ley de Comunicación Audiovisual, y extenderá este organismo a las autonomías. De acuerdo con el programa, serán unos “Consejos representativos de todos los sectores sociales activos en cada comunidad, sin retribuciones para sus miembros”.  

Impulso a la concentración de canales privados

Por su parte, la receta para el sector privado consiste en promover la concentración de cadenas “con objeto de incrementar su grado de competitividad en un escenario audiovisual cada vez más global”. En realidad, el escenario es de crisis, por lo que Telecinco y Cuatro no han tenido más remedio que fusionarse, del mismo modo que ahora negocian hacer Antena 3 y La Sexta. Por tanto, el programa de Rubalcaba reconoce el fracaso del modelo diseñado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que en aras de la pluralidad impulsó el nacimiento de una cadena de afines a Moncloa (La Sexta); así como la conversión del canal de pago de Prisa (Canal +) en uno abierto (Cuatro).

El PSOE también da marcha atrás en lo que se refiere a la TDT. El programa reconoce que existe un “elevado número de televisiones TDT fruto del reparto de licencias en las distintas demarcaciones geográficas”, por lo que propone “disminuir el volumen total de licencias y títulos habilitantes previstos, facilitando la devolución de licencias de aquellos que no puedan o no quieran explotarlas”. Y es que la crisis económica, por encima del Ejecutivo, ha sido determinante para dibujar el panorama audiovisual.