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Rubalcaba y Rajoy buscan enterrar la crispación en la primera campaña sin ETA
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EL TERRORISMO HA ENFRENTADO A PSOE Y PP ELECTORALMENTE

Rubalcaba y Rajoy buscan enterrar la crispación en la primera campaña sin ETA

Dos ex ministros del Interior aspiran a la Moncloa en la primera campaña electoral sin la violencia de ETA. ¿Serán capaces de eludir la crispación en

Foto: Rubalcaba y Rajoy buscan enterrar la crispación en la primera campaña sin ETA
Rubalcaba y Rajoy buscan enterrar la crispación en la primera campaña sin ETA

Dos ex ministros del Interior aspiran a la Moncloa en la primera campaña electoral sin la violencia de ETA. ¿Serán capaces de eludir la crispación en materia de política antiterrorista? Las últimas elecciones han estado marcadas tanto por los crímenes etarras como por el enfrentamiento partidista derivado del llamado proceso de paz o de la participación de la izquierda abertzale en los comicios. Sin embargo, el tono de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Mariano Rajoy tras conocerse el comunicado de la banda anticipa un clima de entendimiento inusual en periodos electorales.

 “Vamos a ver si PSOE y PP están a la altura en sus declaraciones. No hay por qué convertir a ETA en un tema de enfrentamiento durante la campaña, sino que hay que hablar de los problemas que más interesan a los españoles. Si el Gobierno y los socialistas no se mueven del objetivo compartido, que no es otro que la disolución de ETA, no habrá polémica”, señalaron fuentes populares.

De momento, Rajoy se está ciñendo a esta estrategia. Tras su solemne declaración del jueves, el presidente del PP eludió por completo a ETA en su visita del viernes a Tarragona, donde se fotografió con los candidatos de su partido en esta circunscripción y pronunció una conferencia ante empresarios catalanes. El líder popular solo habló de economía, el asunto central de su proyecto político, y la principal preocupación de los españoles, a una enorme distancia del terrorismo.  

El resto de dirigentes del PP también ha optado por la prudencia, aunque con los matices propios de una formación que recuerda que el objetivo esencial todavía no se ha conseguido: la disolución de ETA y la entrega de las armas. Ana Pastor, muy próxima a Rajoy, apeló el viernes a la “unidad” y celebró que haya “vencido la democracia”. El líder popular en el País Vasco, Antonio Basagoiti, mostró su esperanza de que la “bajada de la persiana” de la banda se convierta en “un total cierre de negocio”. Solo Jaime Mayor Oreja, representante de la línea dura, contradijo a Rajoy al afirmar que el comunicado es producto de la “concesiones” del Ejecutivo.

El PP deberá pilotar la última fase

Por su parte, Rubalcaba ha insistido en los últimos días en la necesaria “unidad de las fuerzas democráticas”,  así como en la necesidad de que cualquier decisión sobre esta nueva etapa se tome “entre todos”. Socialistas y populares son conscientes de que muy probablemente será Rajoy quien tenga que pilotar la última fase del proceso de desaparición de ETA, y de que cualquier paso en falso de ambas formaciones puede condicionar las decisiones políticas que se tomen tras el 20 de noviembre.

Así, el portavoz del Ejecutivo, José Blanco, recomendó al próximo Gobierno “inteligencia y prudencia” para “gestionar” el nuevo periodo abierto tras el cese de la violencia. No obstante, en el PP no fue bien recibido que el vicesecretario general del PSOE hiciera una mención especial para el trabajo de Rubalcaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Son este tipo de guiños los que pueden desatar la pugna partidista, aunque tanto desde Génova como desde Ferraz se niega cualquier interés en situar la política antiterrorista en la agenda electoral.

Las pasadas autonómicas y municipales estuvieron contaminadas por la controversia en torno a la participación de Bildu, que finalmente obtuvo gran notoriedad y un excelente resultado. En contra del criterio del Supremo, la Policía y la Fiscalía, el Tribunal Constitucional permitió a la nueva marca abertzale concurrir a los comicios, desatando un agrio cruce de declaraciones entre los dos grandes partidos.

Comicios marcados por el terror

En 2008, el último día de campaña, ETA mató en Mondragón al concejal del PSOE  Isaías Carrasco. El asesinato interrumpió la agenda de las formaciones políticas democráticas, que se mostraron unidos contra el terror. Sin embargo, toda la legislatura había estado marcada por la crispación y el enfrentamiento en torno a la política antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero. El PP se opuso al diálogo con la banda, y tras el atentado en la Terminal 4 de Barajas, los populares continuaron reprochando al Gobierno su negociación con ETA, así como reclamando las actas del proceso.

Lo cierto es que los terroristas siempre han intentado incidir en las elecciones, tanto generales como autonómicas, ya sea por la vía de treguas que lanzaran a la izquierda abertzale en las urnas o con asesinatos. Esta vez, como ya adelantó Rubalcaba en agosto, será “la primera campaña electoral sin la amenaza de ETA”, aunque dependerá de PSOE y PP que la crispación también pase a la historia.

Dos ex ministros del Interior aspiran a la Moncloa en la primera campaña electoral sin la violencia de ETA. ¿Serán capaces de eludir la crispación en materia de política antiterrorista? Las últimas elecciones han estado marcadas tanto por los crímenes etarras como por el enfrentamiento partidista derivado del llamado proceso de paz o de la participación de la izquierda abertzale en los comicios. Sin embargo, el tono de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Mariano Rajoy tras conocerse el comunicado de la banda anticipa un clima de entendimiento inusual en periodos electorales.

Mariano Rajoy Alfredo Pérez Rubalcaba