Los artistas de la ‘ceja’ abandonan a Rubalcaba y se marchan con Llamazares

El giro a la izquierda de Alfredo Pérez Rubalcaba no ha convencido a los llamados artistas de la ‘ceja’, que hace poco más de tres años se abrazaban sonrientes a José Luis Rodríguez Zapatero. La crisis ha matado el idilio de la intelectualidad progresista con el PSOE, y ahora este grupo prefiere retratarse con Gaspar Llamazares. Ni el presidente del Gobierno ni el nuevo candidato socialista inspiran ya a Joaquín Sabina, Juan José Millás o Miguel Ríos, que ayer se adhirieron a una declaración de apoyo al cabeza de lista de Izquierda Unida en Asturias.

Rubalcaba no podrá contar tampoco con nombres como Pilar Bardem, José Sacristán, Ismael Serrano, Eduardo Medicutti, Manuel Rivas, Carlos Jiménez Villarejo, José Antonio Martín Pallín, Juan Diego, Almudena Grandes o Luis García Montero. El PSOE pierde así el monopolio de la izquierda, con el que dejó al borde de la extinción parlamentaria a IU, mientras que el candidato socialista deberá afrontar la campaña sin sus aliados naturales en el ámbito social y cultural.

“Si viviera en Asturias, votaría a Gaspar Llamazares” fue el mensaje principal del acto celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para impulsar la candidatura de este parlamentario, que tiene complicado repetir como diputado desde Asturias. Paradójicamente, el ex líder de IU ha recibido el cariño de los artistas después de haber sido sustituido por Cayo Lara al frente de la coalición, cuando a punto ha estado de no ir en las listas, y a pesar de que el colectivo de la ‘ceja’, con su apoyo al PSOE, ayudó al fracaso de su candidatura en 2008.

“Lo que me ha decidido a volver a presentarme es que hay resistencia, y es que ante esta crisis no ha habido pasividad, sino respuestas: la respuesta del 15-M, la respuesta de los sindicatos, la respuesta de la izquierda”, afirmó Llamazares, para quien el mayor reto de este espectro ideológico es  su “reconstrucción orgánica y programática”. Como siempre que los socialistas se encuentran debilitados, crecen las expectativas sobre una recuperación de la denominada transfusión roja por parte de IU y de otros grupos de izquierda.

La mayoría de sondeos prevé que el partido de Lara alcance el grupo parlamentario propio, un nuevo escenario donte también es posible la irrupción de Equo con Juan José López de Uralde como diputado, y donde se mantendrá la represetnación de partidos como ERC o BNG. El centro-izquierda, donde según el barómetro del CIS de ayer se sigue situando la mayoría de la población española, aportará así una mayor biodiversidad al Parlamento, pero a costa del PSOE y de las cifras récord de bipartidismo de 2008.

La reconstrucción de la izquierda

Rubalcaba se ha esforzado en volver a conectar con las bases de la izquierda con un programa electoral netamente socialdemócrata y con guiños a los indignados, pero Zapatero no le ha ayudado mucho con sus últimas decisiones importantes. La participación de España en la guerra de Libia, la cesión de Rota para el escudo antimisiles de la OTAN o la inclusión en la Constitución del principio de estabilidad presupuestaria han recordado a los votantes progresistas que existen otras formaciones a la izquierda del PSOE.

Además, el divorcio entre Ferraz y los artistas de la ‘ceja’ ya se hizo evidente en febrero, con vistas a las pasadas autonómicas y municipales. Entonces, José Luis Sampedro, Carlos Berzosa, Rosa Regás, Grandes o Montero escenificaron su respaldo a IU para formar un polo de izquierdas. En julio, los intelectuales volvieron a reunirse para presentar el manifiesto Una ilusión compartida, con el que Pedro Almodóvar, Isabel Coixet, Ana Belén, Víctor Manuel y otros muchos ya citados expresaban su desencanto con Zapatero y apelaban a la “necesidad de reconstruir el presente de la izquierda”. Ahora, Llamazares vuelve a representar ese presente, mientras Rubalcaba deberá defender por su cuenta el orgullo del PSOE.