Rubalcaba fuerza a Chacón a mostrarle su apoyo en público y en Barcelona

El morbo estaba servido, y no ha defraudado. Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón protagonizaban hoy su primer encuentro conjunto en toda la campaña, a poco más de 24 horas de que termine y sólo unas horas después de que la líder socialista catalana anunciara su disposición a disputarle la jefatura del partido. Rubalcaba ha obligado a que su rival, de su propia boca, le rindiera fidelidad.

En una comparecencia ante la prensa en la sede de CC.OO. en Barcelona, el candidato del PSOE esperaba a que los periodistas le preguntaran por el desafío de Chacón. Y cuando la pregunta ha llegado -¿qué le parece que la ministra preguntara quién se atreve a decir que una mujer catalana no puede liderar el PSOE?- Pérez Rubalcaba ha eludido la pregunta y ha obligado a su ex compañera de Gabinete a responder públicamente.

Ante el gesto del candidato, Carme Chacón no ha tenido más remedio que hablar y asegurar que en su partido "no se discrimina a nadie por ser hombre o mujer o por haber nacido en algún territorio de España". Inmediatamente después, el candidato ha enfatizado por dos veces que la ministra se había explicado “perfectamente”.

Posteriormente, la ministra ha expresado su pleno apoyo al candidato: "Todos los hombres y mujeres de este partido, de norte a sur y de este a oeste, trabajamos por una sola cosa: que en el 21 de noviembre esté preparando su discurso de investidura". Con igual convencimiento, ha añadido además que Rubalcaba es mucho mejor candidato y dirigente que Rajoy.

Esta escenificación ha sido un pequeño triunfo para Rubalcaba, aunque la ministra espera –y eso nadie lo duda, porque lo dejó claro ayer- poder tomarse cumplida venganza a partir del lunes. De momento, está echando el resto para evitar la sangría de votos en Cataluña y poder llegar a Madrid como uno de los dos únicos dirigentes regionales, el otro es Patxi López, en cuyos feudos aún gana el PSOE. Después, y cuando su ‘padrino’ Rodríguez Zapatero, aún secretario general del partido, decida convocar el Congreso para la sucesión, ella estará en primera línea. Y dependiendo del resultado de las urnas y del calibre de la derrota, Rubalcaba estará en disposición o no de plantarle batalla.