Griñán ofrece a Chaves un pacto de no agresión para contener a Arenas

La difícil situación en la que se encuentra el PSOE en Andalucía tras los últimos resultados electorales ha obligado a José Antonio Griñán, presidente de la Junta y secretario regional del partido, a ofrecerle un pacto a Manuel Chaves para evitar que Javier Arenas termine con el reducto institucional socialista en el Sur. El acuerdo se va a presentar como un manifiesto de futuro arropado por la dirección regional del partido y cargos orgánicos, pero el sentido del mismo es un armisticio entre las huestes griñanistas y chavistas para evitar perder la Junta de Andalucía.

La iniciativa de Griñán es una desesperada llamada a la unidad, ante la posibilidad de que el PSOE-A estalle en mil pedazos antes incluso de las elecciones autonómicas. La derrota ha sido general en Andalucía y el sector de Chaves, en Cádiz, se ha debilitado aún más de lo que quedó tras las pasadas municipales. Sin embargo, Griñán teme que sea esa desesperación y la lucha para situarse en las listas a las autonómicas para sobrevivir lo que encienda la mecha.

De hecho, algunos secretarios provinciales ya han pedido manos libres para componer sus candidaturas, sobre todo en lugares en los que existen crisis latentes y estos líderes locales necesitan controlar el aparato premiando a gente de su confianza, incluyéndolos en las candidaturas y garantizándoles así la salvación ante la larga travesía del desierto que le espera al PSOE.

El acuerdo que Griñan le ofrece a Chaves y a personas de su entorno como Gaspar Zarrías, entre otros, tiende, por una parte, a evitar el triunfo electoral del PP en las autonómicas. Para ello, Griñán, ha tratado de convencer a los secretarios provinciales del partido de que los datos del 20N dejan margen para remontar la situación y mantener la Junta con un pacto con IU. El propio Chaves ha asegurado que en Andalucía “hay partido” y que los resultados de las generales ofrecen una victoria muy “raspada” del PP, que a su juicio se puede evitar “peleando”.

La pauta ante el congreso, que se celebrará en Sevilla

Y, por otra parte, el pacto que Griñán ofrece establecerá la pauta de la intervención del PSOE-A en el congreso federal del partido, que según el presidente andaluz, se celebrará en Sevilla a principios de febrero. Se da la circunstancia, en este sentido, de que ese mes Sevilla se va a convertir en epicentro de la política nacional, ya que al congreso socialista le seguirá el del PP, en un pulso en el que los dos grandes partidos se disputan el gobierno andaluz.

De momento, el PSOE-A, que tiene un treinta por ciento de los delegados del congreso federal, no se ha definido por un candidato concreto, aunque la mayoría de los secretarios provinciales ven con buenos ojos la figura de Rubalcaba. Griñán, que desde la derrota del domingo se deshace en elogios hacia el candidato socialista, de quien ha llegado a decir que nadie como él le ha prestado tanta atención a Andalucía en una campaña, se niega a mostrar su inclinación, en contra de lo que hizo en mayo cuando optó por alinearse con Carme Chacón.

La necesidad de que Andalucía ofrezca un bloque sólido y unido de delegados a la hora de negociar su presencia en una futura dirección federal es vital para la federación del Sur, que ahora cuenta con la presidencia, representada por Manuel Chaves, entre otros puestos, pero que puede aspirar a una amplia presencia en los órganos de dirección ya que es la única comunidad autónoma en la que el PSOE gobierna con mayoría absoluta.