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Las maniobras de Rubalcaba parten al PSOE entre renovadores y ‘alfredistas’
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PATXI LÓPEZ Y EDUARDO MADINA DESCARTAN SER CANDIDATOS

Las maniobras de Rubalcaba parten al PSOE entre renovadores y ‘alfredistas’

Restan más de dos meses para la celebración del Congreso ordinario del PSOE, pero el partido ya se ha partido entre quienes apuestan por el liderazgo

Foto: Las maniobras de Rubalcaba parten al PSOE entre renovadores y ‘alfredistas’
Las maniobras de Rubalcaba parten al PSOE entre renovadores y ‘alfredistas’

Restan más de dos meses para la celebración del Congreso ordinario del PSOE, pero el partido ya se ha partido entre quienes apuestan por el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba y aquellos que aspiran a una renovación completa de la cúpula socialista. Entre los primeros destacan miembros del equipo electoral como Elena Valenciano, el barón extremeño Guillermo Fernández Vara, o dirigentes remisos a los cambios, encarnados en figuras como Marcelino Iglesias o Manuel Chaves. En frente se sitúa un conjunto heterogéneo de cargos y corrientes de base que incluyen desde Tomás Gómez a movimientos en Twitter, pasando por Carme Chacón.

Pese a haber conducido al PSOE a su peor resultado de la democracia, Rubalcaba se resiste a dejar la primera línea política. No dio un paso atrás durante la noche electoral, y tampoco se despidió en la Ejecutiva celebrada el lunes. Su silencio recuerda a las semanas en que fraguó su designación como candidato a la Presidencia, dejando que otros defendieran su opción como la única capaz de salvar al partido. Esta vez, Patxi López no ha reclamado un Congreso extraordinario que releve de inmediato a José Luis Rodríguez Zapatero, pero ha descartado su participación en la pugna por la Secretaría General.

También lo ha hecho Eduardo Madina, el joven diputado sobre quien están depositadas muchas esperanzas de futuro en la formación. “Conozco bien el tamaño de mi partido, la grandeza del PSOE y me conozco a mí mismo y conozco mi tamaño; sé que mi volumen no puede dirigir el volumen del primer partido de este país, toda su grandeza histórica y todo el futuro que tiene por delante. Ni estoy ni lo voy a estar", aseguró ayer en La Sexta. La ausencia de ambos dirigentes vascos fortalecería las posibilidades de Rubalcaba, que mantiene buena sintonía con ese territorio.

El ex vicepresidente cuenta a priori con el respaldo de otros barones, aunque la autoridad de estos líderes autonómicos está mermada por sus malos resultados electorales. Es el caso de Vara, así como del castellanoleonés Óscar López, quien ayer reconoció la labor de Rubalcaba como candidato y pidió “respeto” para que el derrotado candidato decida con “tiempo” sobre su futuro. En el seno de Ferraz, Chaves e Iglesias tampoco se han mostrado reticentes a su candidatura  a la Secretaría General. El primero, presidente del partido, tildó de “respetable” esta posibilidad, mientras que el secretario de organización sostuvo ayer que Rubalcaba es un político de “primerísima dimensión”, a quien no se imagina en un “segundo nivel”.

Por su parte, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, es consciente de que su futuro pende de un hilo, y cuenta con la fuerza suficiente para plantar cara a Rubalcaba. El cónclave socialista se celebrará en Sevilla para intentar salvar el último feudo del PSOE, por lo que el objetivo de Griñán no es otro que impedir que Javier Arenas le desaloje del poder. Así, ayer se mostró próximo al candidato, asegurando que Andalucía “le quiere”. “Nadie puede dudar que incluso Andalucía debe muchísimo a Rubalcaba. No recuerdo históricamente ningún candidato que se haya volcado tanto en Andalucía, tal vez porque era diputado por Cádiz. Ha hecho una campaña excelente y no es responsable de la debacle electoral”, manifestó zalamero en Canal Sur.

“Que voten los militantes”

Frente a esta apuesta por el inmovilismo, todavía no se percibe un candidato claro que pueda hacer frente al ex vicepresidente. Todas las miradas siguen puestas en Chacón, aunque ya existe el precedente de su retirada de las primarias, y sus resultados en Cataluña han sido también los peores de la democracia. No obstante, hay quien está dispuesto a alentar la batalla, como el líder de los socialistas madrileños. “Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que haya más de un candidato a la dirección del PSOE”, se comprometió ayer Gómez, quien también reivindicó que el futuro lo decidan los militantes en una suerte de primarias.

Precisamente, otro ganador de primarias, Josep Borrell, se manifestó a favor de que el PSOE copie el sistema de elección abierto puesto en práctica recientemente por los socialistas franceses. Esta demanda también ha calado en internet, donde existe una petición de firmas para que se convoquen “primarias abiertas”, así como una viva discusión en la red social Twitter en defensa de la participación de las bases en la reformulación del partido. A este movimiento favorable al cambio habría que sumar a ex colegas de Zapatero en Nueva Vía, como Juan Fernando López Aguilar, quien espera que haya más de un candidato para el Congreso.

No obstante, la ausencia de otro referente nítido en un partido deteriorado por las sucesivas derrotas en las urnas alimenta la candidatura de Rubalcaba. De acuerdo a esta estrategia, Valenciano afirmó ayer en RNE que mucha gente está pidiendo al ex vicepresidente que lidere al partido. “Lo que hay que hacer es esperar a ver cuál es su decisión y si hay alguna otra decisión de otro compañero o compañera”, precisó. La cuenta atrás ha comenzado.

Restan más de dos meses para la celebración del Congreso ordinario del PSOE, pero el partido ya se ha partido entre quienes apuestan por el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba y aquellos que aspiran a una renovación completa de la cúpula socialista. Entre los primeros destacan miembros del equipo electoral como Elena Valenciano, el barón extremeño Guillermo Fernández Vara, o dirigentes remisos a los cambios, encarnados en figuras como Marcelino Iglesias o Manuel Chaves. En frente se sitúa un conjunto heterogéneo de cargos y corrientes de base que incluyen desde Tomás Gómez a movimientos en Twitter, pasando por Carme Chacón.

Alfredo Pérez Rubalcaba