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El PSOE facilita la competencia por el liderazgo al exigir solo un 10% de avales
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EL CANDIDATO EVITA DESVELAR SI COMPETIRÁ POR LA SECRETARÍA GENERAL DEL PSOE

El PSOE facilita la competencia por el liderazgo al exigir solo un 10% de avales

Alfredo Pérez Rubalcaba ha reivindicado esta mañana su proyecto político como base de la tarea de oposición que espera al PSOE para los próximos cuatro años.

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El PSOE facilita la competencia por el liderazgo al exigir solo un 10% de avales

Alfredo Pérez Rubalcaba ha reivindicado esta mañana su proyecto político como base de la tarea de oposición que espera al PSOE para los próximos cuatro años. Aunque el último candidato socialista ha evitado desvelar si competirá por el liderazgo del partido, su discurso ante el Comité Federal invita a pensar que así será. Rubalcaba ha intervenido para hacer balance de la campaña y de los pésimos resultados electorales, pero ha aprovechado también para advertir a los suyos que no se deben desorganizar ni descentrar. Así, ha subrayado que el programa con que se presentó a las elecciones debe constituir las “líneas maestras” del grupo socialista en el Congreso, mientras que ha reclamado “unidad” e “integración” para la próxima dirección del PSOE.

El Comité Federal ha debatido sobre el reglamento del próximo Congreso ordinario, que tendrá lugar los días 3,4 y 5 de febrero en Sevilla, y donde se decidirá quién dirigirá al PSOE en la dura travesía en el desierto que le espera. Finalmente, el PSOE facilitará la competencia por el liderazgo exigiendo solo un 10% de los avales del Comité, 25 en total, para la presentación de pre-candidatos. De esta forma, los aspirantes podrán hacer campaña por las diferentes agrupaciones con una serie de derechos garantizados, como un espacio en la página web del partido, envíos postales a todas las agrupaciones con su propuesta de candidatura, así como a todos los delegados del Congreso.

Estos delegados serán elegidos entre el 16 y el 22 de enero por los diversos congresos regionales y provinciales del partido. Asimismo, el Congreso Federal de febrero aprobará una ponencia sobre el nuevo proyecto socialista y la estrategia que el PSOE llevará a cabo en la oposición.  

Pero, una vez alcanzado el consenso sobre la celebración del Congreso,  la verdadera reflexión en el partido ha pasado por si Rubalcaba debe ser el líder de futuro, así como porel papel que deben jugar los militantes en la renovación de las estructuras de la formación. Hasta 45 dirigentes han pedido la palabra, por lo que el cónclave se ha prolongado durante siete horas.

José Luis Rodríguez Zapatero ha abierto el cónclave con un discurso en el que ha reconocido los “malos” resultados electorales, y en el que ha reiterado su mensaje de renovación: “Este es ya el tiempo de Congreso, el tiempo de los militantes, el tiempo de abrir una nueva etapa”. No obstante, el presidente del Ejecutivo también ha defendido su legado, asegurando que “nadie ha dejado tanta huella de modernización y progreso” como los gobiernos socialistas.

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La crisis, el eje sobre el que ha girado la campaña

El ex vicepresidente ha justificado los peores resultados del periodo democrático aduciendo que la crisis ha sido el “eje” sobre el que ha pivotado la legislatura y la campaña. “Los ciudadanos solo pensaban en esta clave de crisis y desempleo”, ha señalado, por lo que ha tildado los comicios del 20-N como los más “singulares” de los últimos 30 años. Si bien ha asumido en primera persona la derrota, Rubalcaba ha destacado que el PSOE ha obtenido casi 7 millones de votos, mientras que el PP se ha quedado a medio millón de papeletas del resultado de Zapatero en 2008.

Con este argumento, ha enfocado la mayoría absoluta de Mariano Rajoy como la prueba de que el PP ha tocado techo, mientras que ha planteado la pérdida socialista de más de cuatro millones de votos como la oportunidad para que el PSOE vuelva a gobernar. “El panorama político es que no hay derechización de sociedad española, ha insistido para revitalizar la moral de los suyos, a la vez que ha defendido su campaña basada en “escuchar, hacer, explicar”, como la “única” forma de hacer política en el partido. 

Tras enmarcar las condiciones en que ha peleado la campaña, Rubalcaba se reivindicó para la oposición asegurando que el partido debe enfrentarse al PP de una forma “centrada” y no “despistada” o “desorganizada”. “Hemos hecho programa electoral pensado para gobernar. Pero en la medida que es honesto intelectualmente, que es un programa coherente, también marca las pautas por las que debe transcurrir la tarea oposición. Es consistente con lo que pensamos, con nuestros valores y principios, por lo que debe marcar las líneas maestras de nuestro trabajo en la oposición”, ha sostenido. 

Abocados a un Congreso abierto

Así, de cara a su previsible candidatura a la Secretaría General, Rubalcaba ha abogado por un Congreso “cuanto más abierto, con más debate y participativo, tanto mejor para el PSOE”. “Si se trata de fortalecer el partido ya sabemos lo que tenemos que hacer: democracia, democracia, democracia; y después, unidad e integración, como José Luis supo hacer”, ha afirmado. Y es que Rubalcaba se puso de ejemplo de que la “integración” que a su juicio practicó Zapatero con el sector que apoyó a José Bono en el Congreso del año 2000, y que podría ser interpretado como un mensaje a aquellos que, como Carme Chacón, pretenden disputarle el liderazgo. 

Por su parte, Zapatero ha vuelto a pedir que se abra una “nueva etapa” con la elección de la nueva Ejecutiva, recordando que la historia del PSOE se construye con victorias y derrotas, pero sobre todo congreso a congreso. Asimismo, el secretario general ha dedicado su discurso a reivindicar su legado en el Gobierno, especialmente el haber evitado que España sufriera como Grecia, Irlanda o Portugal. “No es autojustificación si os digo que no había alternativa, que hicimos lo necesario, en condiciones muy difíciles, para evitar que ocurriera lo que  a otros países”, ha subrayado para justificar el tijeretazo de mayo de 2010.

Zapatero ha achacado a ese paquete de ajustes gran parte del rechazo del electorado a volver a votar por el PSOE. Por ello, aunque ha hecho autocrítica al reconocer que ha habido errores de “gestión y de comunicación”, y al no haber construido un relato global y coherente, también ha insistido en culpar a la crisis internacional de la debacle electoral. “Los resultados residen en las circunstancias adversas de la crisis. La peor crisis en décadas, intensa y cambiante, la peor que conocieran las generaciones vivas y la peor que vayamos a conocer”, ha concluido.

Finalmente, Zapatero ha aprovechado también para asegurar que ha llegado el momento de “sacar pecho” por el final de ETA, señalando que ya nadie les puede acusar de utilizar el terrorismo por intereses espurios o electoralistas. Un final al que, aseguró, “tanto hemos contribuido”.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha reivindicado esta mañana su proyecto político como base de la tarea de oposición que espera al PSOE para los próximos cuatro años. Aunque el último candidato socialista ha evitado desvelar si competirá por el liderazgo del partido, su discurso ante el Comité Federal invita a pensar que así será. Rubalcaba ha intervenido para hacer balance de la campaña y de los pésimos resultados electorales, pero ha aprovechado también para advertir a los suyos que no se deben desorganizar ni descentrar. Así, ha subrayado que el programa con que se presentó a las elecciones debe constituir las “líneas maestras” del grupo socialista en el Congreso, mientras que ha reclamado “unidad” e “integración” para la próxima dirección del PSOE.