Rubalcaba asume que tendrá que enfrentarse a Chacón en un Congreso abierto

Alfredo Pérez Rubalcaba tendrá que pelear por lo que quiere. El último candidato socialista aspira a convertirse en secretario general de su partido, pero esta vez, a diferencia de lo sucedido en mayo con las frustradas primarias, ha asumido que tendrá que enfrentarse en un Congreso abierto a Carme Chacón. En la dirección del PSOE nadie duda de que ambos acabarán dando el paso, aunque seguirán ocultando sus cartas en el Comité Federal de este sábado.

El ex vicepresidente sabe que necesita reforzar su legitimidad para poder dirigir el partido sin provocar convulsiones entre las bases, y la única vía para conseguirlo pasa por abrir las condiciones del Congreso a una competición interna similar a la del año 2000. Sin embargo, y aunque en el PSOE se considera que todo está “muy abierto”, fuentes próximas a la dirección recordaron que los requisitos para concurrir como candidato a la Secretaría General dificultarán la presencia de tapados u opciones sorpresa.

Los estatutos fijan que los candidatos deben reunir el aval del 20% de los delegados enviados al Congreso por cada provincia. Pero tanto en el PSOE como en el PSC se da por hecho que Rubalcaba y Chacón pugnarán por el cargo, concentrando así la gran mayoría de firmas, y dejando un escaso margen para candidatos menos potentes. Pero aunque finalmente solo sean dos los contendientes, la batalla se espera lo suficientemente dura como para que el ganador disfrute de un notable volumen de legitimidad.

Este es el escenario para el que se está preparando el partido, incluidos los barones que apuestas claramente por Rubalcaba. Y es que el descontento de las bases, el canal de amplificación que suponen las redes sociales, así como la reválida que deberán afrontar en 2012 los secretarios generales autonómicos han obligado a aceptar la necesidad de que Rubalcaba tenga competencia. No obstante, ya hay quien en el partido aventura un futuro pacto entre el ex vicepresidente y la ministra de Defensa en funciones para que la catalana, en caso de quedarse en minoría, y descartada de la dirección del PSC, pueda seguir ejerciendo un papel en Madrid.

La mayoría de dirigentes socialistas ha respaldado públicamente a Rubalcaba, pero también han hecho evidente el giro favorable a que haya una alternativa. “El 38 Congreso debe ser tan abierto y democrático como el que aupó a Zapatero a la Secretaría General. Hagámoslo igual”, reclamó ayer vía Twitter Elena Valenciano, jefa de la última campaña electoral. En esta línea, Guillermo Fernández Vara defendió que haya “varias opciones entre las que poder decidir y discutir”, mientras que otro afín a Rubalcaba, Ramón Jáuregui, advirtió que el PSOE no puede “renunciar” a que el ex vicepresidente sea secretario general, pero insistió en que el cónclave sea “abierto” y “absolutamente democrático”.

Tomás Gómez liga su futuro a Chacón

Este sábado, los barones socialistas tienen la oportunidad de retratarse ante el Comité Federal, aunque no se espera que Rubalcaba y Chacón definan sus intenciones. El candidato derrotado el 20-N sí pronunciará un discurso al inició de la reunión, a renglón seguido de la intervención inaugural de José Luis Rodríguez Zapatero, pero que previsiblemente versará sobre la última campaña electoral y la responsabilidad que el partido debe ejercer en la oposición. No obstante, según fuentes socialistas, Rubalcaba dará por hecho que es a él a quien corresponde replicar a Mariano Rajoy durante el debate de investidura, una decisión que todavía no ha tomado la dirección del PSOE.

Mientras, el debate continúa en la red entre los fieles a Rubalcaba y de la llamada renovación, donde ya han sumado fuerzas los seguidores de Tomás Gómez y los de Chacón. El líder del PSM está apostando fuerte por la política catalana para reforzar sus estatus en el partido, aunque descarta ser él quien se enfrente directamente a Rubalcaba en el Congreso socialista, que finalmente tendrá lugar los días 3,4 y 5 en Sevilla.