Lara y Cantó se quedan solos: los diputados se aferran a sus privilegios y su iPad

Cayo Lara y Toni Cantó han puesto en un compromiso a sus colegas de partido y de Parlamento. Ambos han renunciado a buena parte de sus privilegios como diputados, pero su gesto no ha calado en la mayoría de formaciones políticas. En el grupo de izquierdas solo el indignado Alberto Garzón y el número uno de ICV, Joan Coscubiela, han seguido el ejemplo de Lara; mientras que el grupo de Rosa Díez decidirá mañana si todos sus integrantes imitan al actor convertido en diputado. En cuanto al resto de partidos, solo los tres parlamentarios de ERC han prescindidio también del plan de pensiones.

Si no hay sorpresas de última hora,  la gran mayoría de los 350 diputados elegidos el 20 de noviembre conservarán todos los privilegios que acompañan a su cargo público: plan de pensiones, seguro de vida y accidentes, iPad, iPhone 4, línea ADSL en sus domicilios, y una variedad de dietas, complementos y gastos por desplazamiento. Pese al debate abierto la pasada legislatura por José Bono y los diferentes partidos para eliminar algunas de estas prerrogativas, sus señorías siguen defendiéndolas como parte de sus derechos y necesidades para trabajar.

De hecho, de los 13 partidos y coaliciones con representación en la Cámara baja, solo se ha abierto el debate en IU, UPyD y ERC. Lara y Garzón fueron los primeros en renunciar al plan de pensiones que suscribe el Congreso, en coherencia con su campaña electoral próxima a las reivindicaciones del movimiento 15-M. A ellos se sumó el ecosocialista Coscubiela, pero los otros ocho diputados de este grupo han preferido conservarlo, entre ellos, Gaspar Llamazares, quien aseguró que esperaría a que su partido decidiera “colectivamente” qué hacer.

La aportación mensual a dicho plan de previsión social es el equivalente al 10% de la asignación constitucional de sus señorías, que en la pasada legislatura fue de 2.813,87 euros mensuales. Solo BNG y NaBai (hoy GBai) propusieron su eliminación cuando Bono recabó ideas de los grupos parlamentarios para revisar el régimen económico de los diputados. Finalmente, este plan sobrevivió, pero se acordó la supresión de otro privilegio: los complementos que permitían alcanzar la pensión máxima tras permanecer dos legislaturas en el escaño.

Pero si el coordinador general de IU no ha impuesto su criterio a sus compañeros, Toni Cantó sí espera poder persuadir a sus colegas de UPyD. “Renuncio al ADSL en casa, al plan privado de pensiones y a la parte del sueldo que me corresponde para gastos de hotel en Madrid”, anunció el actor ayer a través de la red social Twitter, yendo de esta forma más allá que Lara en su desapego a las prebendas parlamentarias.

¿Es necesario el iPad para trabajar?

Según fuentes de UPyD, Rosa Díez también renunció a su complemento de pensiones y a los gastos de taxi la pasada legislatura, aunque no lo hizo público. Por su parte, Carlos Martínez Gorriarán, diputado electo y responsable de Programa del partido magenta, ha defendido tesis opuestas a las de Cantó en Twitter. Ante las críticas de diversos usuarios, afirmó que necesita el iPad para llevar a cabo su trabajo como parlamentario, y recordó que los problemas económicos de España no están causados por los 600 euros que cuesta cada tableta entregada a los diputados. No obstante, Gorriarán tampoco ha querido firmar su plan de pensiones parlamentario al recoger el acta de diputado.

La presión social para cercenar los privilegios de los cargos públicos, agudizada por la crisis y luego trasladada a las demandas de los indignados, obligó a reaccionar a todos los partidos políticos. Los presidentes del Congreso y del Senado abanderaron las reformas, y aunque muchas de las propuestas no se llevaron a efecto, se aprobó que todos los parlamentarios hicieran pública su declaración de bienes, el endurecimiento de la concesión de compatibilidades para ejercer otras tareas profesionales, así como la citada supresión del complemento de pensiones.