Es noticia
Rubalcaba usa el ataque a Rajoy para ganar puntos a la Secretaría del PSOE
  1. España
CONSTANTES APLAUSOS DE LA BANCADA SOCIALISTA

Rubalcaba usa el ataque a Rajoy para ganar puntos a la Secretaría del PSOE

El presidente del Grupo Parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó su intervención en respuesta al discurso de investidura de Mariano Rajoy para presentar sus credenciales de

Foto: Rubalcaba usa el ataque a Rajoy para ganar puntos a la Secretaría del PSOE
Rubalcaba usa el ataque a Rajoy para ganar puntos a la Secretaría del PSOE

El presidente del Grupo Parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó su intervención en respuesta al discurso de investidura de Mariano Rajoy para presentar sus credenciales de cara a la Secretaría General del PSOE, un puesto al que aún no ha optado oficialmente. Jaleado desde las menguadas bancadas socialistas, Rubalcaba ha aprovechado su intervención para ofrecer pactos y denunciar “la política de desigualdades y recortes” del futuro presidente del Gobierno.

El líder del grupo socialista replicó el discurso de investidura de Rajoy con voluntad de llegar a acuerdos, convencido de que es lo que exigen los ciudadanos para superar cuanto antes la crisis económica. En concreto, el jefe provisional de la oposición ha ofrecido al próximo presidente del Gobierno alcanzar un pacto sobre empleo y rentas, consensuar la política económica en el ámbito europeo, y acometer juntos la reforma de las administraciones para “gastar mejor”.

Sin embargo, Rubalcaba también aprovechó su intervención para reivindicar el programa electoral con el que fue derrotado el pasado 20 de noviembre, así como para lanzar algunos dardos a Rajoy por su falta de concreción. Antes de comprometerse a protagonizar una “oposición responsable”, el líder del grupo socialista se expresó en clave interna recordando a los suyos que, si bien el PSOE “ha obtenido un mal resultado, sigue siendo la única alternativa progresista de gobierno”. “Hemos gobernado y queremos volver a hacerlo”, advirtió, a la vez que defendió la manera de entender la política del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero: “Poner los intereses de los ciudadanos por encima de los del partido”. 

El discurso de Rubalcaba no fue el trámite de un candidato derrotado que cumple un último servicio a su partido, sino que más bien pareció el de un aspirante que pretende seguir ejerciendo el liderazgo socialista. Con la batalla por la sucesión en el PSOE a la vuelta de la esquina, el ex vicepresidente combinó su oferta de pactos al nuevo Gobierno con ataques a Rajoy prácticamente idénticos a los que utilizaba en campaña electoral.

En su segunda intervención, el socialista recurrió incluso al matrimonio homosexual para exigir a los populares que retiren su recurso ante el Tribunal Constitucional, e ironizó con que “permiten que los homosexuales duerman después de comer, pero no que le llamen siesta”. Antes, también defendió algunas de las leyes que no llegó a aprobar Zapatero, pero que Rubalcaba ha rescatado para el inicio de legislatura: muerte diga, cierre de las centrales nucleares o igualdad de trato.

Defensa "beligerante" de la cohesión social

Pero fue en pensiones, educación y reforma laboral donde Rubalcaba confrontó abiertamente con Rajoy, hasta el punto de quedar atrapado en la defensa de la gestión del Ejecutivo de Zapatero. En lugar de dirigir su discurso hacia el futuro, el presidente del Grupo Socialista se dedicó a reivindicar la labor del Gobierno del que formó parte como vicepresidente, portavoz y ministro de Interior. Frente a las propuestas de cambio del líder popular, se enrocó en las bondades de la actual legislación laboral, en los avances educativos de los últimos años o en la prolongación hasta los 67 años de la edad de jubilación, por lo que su intervención perdió fuerza en el cara a cara final con un sosegado Rajoy.

En el plano de las ofertas de acuerdo, Rubalcaba se mostró dispuesto a firmar un pacto sobre el empleo y las rentas, que incluya a funcionarios, rentas salariales o beneficios no distribuidos. Asimismo, anunció que el PSOE pretende consensuar la posición de España en Bruselas, algo que Rajoy aceptó de inmediato, y aseguró que los socialistas estarán al lado del PP para emprender reformas en las administraciones y comunidades autónomas, para defender la política agraria en Europa o en materia antiterrorista.

Por otra parte, Rubalcaba presentó la cohesión social como el territorio que el PSOE defenderá con toda su capacidad beligerante, en línea con su mensaje en la reciente campaña electoral. “Si quiere hacer reformas al sistema social no diremos que no”, aseguró, “pero si quiere recortar derechos nos tendrá beligerantemente en contra”, avisó. Y es que a los socialistas no les salen las cuentas de Rajoy. A su juicio, los beneficios fiscales y subvenciones que prevé el PP supondrán más de 10.000 millones, que junto a los 16.500 millones que Rajoy se ha comprometido a recortar, deben salir de algún tipo de tijeretazo o subida de impuestos. "Hoy ha contado la buenas noticias, pero ¿cuándo las malas?", le reclamó Rubalcaba. En su réplica, el futuro presidente del Gobierno apenas aclaró que su "intención" es no subir impuestos como el IVA, ni rebajar la edad de jubilación.

Por todo ello, el líder interino de los socialistas anunció que su grupo votará "no" a la investidura de Rajoy, aunque  matizó que su votación negativa se verá compensada por un  espíritu "positivo" durante la Legislatura.

El presidente del Grupo Parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó su intervención en respuesta al discurso de investidura de Mariano Rajoy para presentar sus credenciales de cara a la Secretaría General del PSOE, un puesto al que aún no ha optado oficialmente. Jaleado desde las menguadas bancadas socialistas, Rubalcaba ha aprovechado su intervención para ofrecer pactos y denunciar “la política de desigualdades y recortes” del futuro presidente del Gobierno.

Mariano Rajoy Alfredo Pérez Rubalcaba