Rubalcaba y Chacón se disputan el control del PSOE con una ‘guerra’ de manifiestos

Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón se han lanzado a la carrera por la sucesión en el PSOE con una guerra de manifiestos. Ninguno es oficialmente candidato a la secretaría general, pero ambos cuentan ya con decenas de aliados dispuestos a medir sus fuerzas de cara al Congreso de febrero. El martes, la ex ministra de Defensa fue la primera en disparar con el manifiesto Mucho PSOE por hacer, donde una treintena de dirigentes socialistas reclaman abrir una nueva etapa en el partido. El contraataque del ex vicepresidente ha llegado este viernes, a través de un artículo de opinión publicado en el diario El País.

No obstante, a diferencia del gesto de Chacón, Rubalcaba no ha estampado su firma en este texto de réplica titulado “Yo sí estuve allí”, en referencia a los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero.  Sí lo han hecho una veintena de ex altos cargos que, en su mayoría, se enmarcan en el entorno del último candidato socialista o del todavía vicesecretario general, José Blanco.

Así, destacan el ex jefe de Gabinete de Zapatero, José Enrique Serrano; la mano derecha de Manuel Chaves, Gaspar Zarrías; Diego López Garrido, la ex subsecretaria de Interior, Pilar Gallego; el ex secretario de Estado de Seguridad, Justo Zambrano; la ex secretaría de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí; la ex ministra Beatriz Corredor, la ex secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez,; quien fuera director de la Oficina Económica, Javier Valles; o varios nombres procedentes de Fomento: Víctor Morlán, Inmaculada Rodríguez, y Felipe Puig de la Bellacasa.

El objetivo del artículo no es solo reivindicar la gestión de Zapatero, sino restar credibilidad al grupo de Chacón recordando que, pese a sus críticas postreras, también han formado parte del Ejecutivo socialista. “Porque no sería decoroso que quien estuvo allí de manera evidente, y cabe decir entusiasta, aspirase ahora a sugerir lo contrario. Por eso, los abajo firmantes manifestamos que ‘sí estuvimos allí’. Que formamos parte de los Gobiernos que presidió José Luis Rodríguez Zapatero y estamos orgullosos de ello”, señala el texto con dureza.

“Se suele decir que las victorias son hijas de mil padres y las derrotas, huérfanas. Pues bien, muchos militantes del PSOE pensamos que esta derrota es tan amplia como colectiva. A los que hemos tenido responsabilidades en los últimos años, en el Gobierno o en el partido, nos corresponde ahora ejercer la autocrítica en primera persona del singular”, prosigue esta misiva que, sin citar en ningún momento a Rubalcaba o a quienes firman el manifiesto rival, reprocha nítidamente la actitud de ex ministros como Chacón, Francisco Caamaño, Juan Fernando López Aguilar o Cristina Narbona.

Así, la estrategia de Rubalcaba pasa por mostrar a quienes ahora arremeten contra los errores de los últimos años como unos compañeros de partido poco leales. Y, al mismo tiempo, utilizar el nombre de Zapatero para presentarse a sí mismos llenos de gratitud y fidelidad. “Creemos que muchos de los logros de los últimos años tienen nombre y apellidos: José Luis Rodríguez Zapatero. Gracias, presidente”, reza el artículo, plagado de alabanzas al ex presidente: “Manifestamos nuestra convicción de que gracias a las políticas impulsadas por José Luis Rodríguez Zapatero en estos últimos años, se ha mantenido la cohesión social pese a la dureza de la crisis”.

En nombre de Zapatero

Una de las críticas más recurrentes para el colectivo de Mucho PSOE por hacer es precisamente el hecho de que no hubiera levantado la voz en el seno del Gobierno o de la Ejecutiva del partido en los últimos años, y sí lo haga ahora para atribuirse los valores de la renovación, la democratización y la apertura del PSOE. Entre otras cosas, su manifiesto denuncia que los socialistas se “han ido dejando” parte de su “credibilidad en el camino”, y asegura que no habían equilibrado los “sacrificios” impuestos a los “sectores más débiles de nuestra sociedad con la carga fiscal que debería haberse exigido a los más poderosos”.

No obstante, tampoco faltan aplausos para el ex presidente: “Pese a la severa derrota, los y las socialistas tenemos motivos para reivindicar lo que hemos aportado a nuestro país durante los años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero”. “Por eso, lo importante no es señalar quién haya podido equivocarse; esos errores, en mayor o menor medida, y por acción o por omisión, ya forman parte de nuestra trayectoria colectiva”.

En todo caso, este grupo se niega a admitir que funcione como plataforma de Chacón, e insiste en que solo pretende aportar ideas para que sean debatidas en el próximo Congreso. Su primera reunión pública tuvo lugar el miércoles en un céntrico hotel de Madrid, y allí decidieron lanzar su campaña a todas las agrupaciones provinciales del partido para recabar apoyos, en principio, solo a su documento. La guerra por la sucesión se ha abierto definitivamente en el PSOE, y puede tener consecuencias inesperadas para la unidad del partido.