El PSOE espera mantener Andalucía: Rajoy ni hará campaña ni 'robará' votos

Los primeros pasos del Gobierno Mariano Rajoy han encendido una tenue luz de esperanza en el PSOE de Andalucía, o al menos así se comenta en algunos sectores del partido, en los que se asegura que no todo está perdido y que Griñán podría mantener la Presidencia de la Junta con el apoyo de IU. Según los cálculos internos, las primeras medidas de Rajoy no van a restarle votos al PP pero sí van a impedir un trasvase de apoyos. Además, se considera que el presidente del Gobierno no podrá hacer campaña en Andalucía, porque la gravedad de la crisis le va a impedir bajar a la arena con un discurso electoral que le distraiga de su acuciante responsabilidad en La Moncloa.

Según algunos testimonios de cualificados representantes del PSOE, las claves en las que se apoya este conato de esperanza para mantener el  control de la Junta de Andalucía, y con él el principal bastión socialista de España, son las siguientes:

Rajoy no podrá hacer campaña en Andalucía. La gravedad de la crisis y una herencia recibida mucho más delicada de la que se esperaba, unidas a la exigencia general de que haya soluciones rápidas al problema del paro, impedirán al presidente bajar a la arena electoral con un discurso que, en todo caso, el PSOE quiere quebrar abundando en “la mentira” que ha supuesto prometer que no se van a subir impuestos para elevarlos después.

En el PSOE andaluz se considera imposible que el presidente del Gobierno se pasee por Andalucía en clave electoral mientras el país lo que exige es gestión intensa desde el Gobierno. Y, por otra parte, algunos representantes del PSOE aseguran que de nada le puede servir al PP hacer nuevas promesas en Andalucía cuando ha roto el principal compromiso de las elecciones generales: no subir los impuestos.

No habrá trasvase de votos desde el PSOE al PP. En el PSOE de Andalucía están convencidos de que las medidas de Rajoy no van a restarle votos al PP en Andalucía, pero si van a evitar el trasvase de apoyos hacia el partido de Javier Arenas. Los sufragios que pierda el partido de Griñán irían a la abstención, según el análisis que se hace en el seno del PSOE-A, lo que permitiría al actual presidente de la Junta mantener la posibilidad de conservar el poder con el apoyo de IU. De hecho, el trasvase de votos es el principal reto del PP, que ha conseguido morder en el electorado del PSOE en las últimas elecciones generales pero no lo suficiente para impedir desbancar a la izquierda, sumados PSOE e IU.

IU recomienda no confiarse

En este sentido, representantes de IU de Extremadura han aconsejado públicamente a la coalición en Andalucía que no confíe su suerte en un acuerdo con el PSOE y abra las posibilidades con todos los sentidos, en función de sus propios intereses, No obstante, Diego Valderas, líder de la coalición en Andalucía, sólo baraja la posibilidad de un pacto con el PSOE, o al menos eso es lo que asegura en las reuniones internas de IU.

El electorado puede querer dividir espacios. El aplastante control institucional del PP en ayuntamientos de capitales y grandes ciudades, autonomías y Gobierno central, puede aconsejar al electorado andaluz “repartir papeles” y mantener la isla socialista como alternativa. Quienes barajan esta esperanza confían en que el electorado, a la altura del mes de marzo, vea con preocupación el exceso de poder del PP y prefiera mantener en Andalucía una especie de “equilibrio” con el PSOE en el Gobierno autónomo.

Los ERE están quemados como escándalo político. El principal escándalo de todos los que han marcado la última etapa del PSOE en Andalucía ha sido el de los EREs falsos, la actuación de la juez Alaya y la posible implicación de Griñán en el caso. Desde el PSOE, sin embargo, se considera que este asunto está amortizado en el plano político. En este sentido, algunas fuentes del PSOE andaluz recuerdan que la última encuesta del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), arroja una valoración más positiva para Griñán que para Arenas en el plano de la honestidad. Es decir, que a juicio de esta fuentes, la repercusión real de los EREs no ha sido tan importante como se temía, y el desgaste mayor en las expectativas electorales tiene su referente en la crisis y sobre todo en el millón largo de parados que ha dejado en Andalucía.

Desde el PP, sin embargo, el caso EREs sigue siendo la columna vertebral de la campaña contra Griñán, hasta el punto de que Javier Arenas asegura que lo peor de este asunto está por llegar, anunciando así que en plena campaña pueden estallar nuevos episodios del escándalo.

Esta correlación de argumentos será utilizada por el PSOE en una larga precampaña que, según la secretaria de Organización del partido, Susana Díaz, empieza este lunes con una permanente presencia de Griñán en las provincias de la comunidad autónoma.

La cita final de los dos congresos

El reto final de los dos grandes partidos está en sus respectivos congresos nacionales, que se celebrarán en febrero, ambos en la ciudad de Sevilla. El hecho de que el cónclave del PP tenga lugar dos semanas después del socialista y por tanto más cerca de las elecciones autonómicas le da un valor añadido de cara a la recta final de la precampaña. Javier Arenas, por su parte, ya ha empezado a implicar a los ministros en la batalla andaluza, con la presencia en una reunión de su junta directiva de Arias Cañete y Fátima Báñez (Cristóbal Montoro estaba citado pero excusó su presencia por indisposición), así como del portavoz de Grupo Parlamentario, Alfonso Alonso, en un encuentro con diputados y senadores del partido.

En el PP andaluz, el único temor respecto a las elecciones autonómicas está en riesgo que corre de “morir de éxito”, es decir, que se imponga una desmotivación del electorado al saberse seguro de una victoria que las encuestas siguen dando como segura y cada vez más abultada.