Rubalcaba se aferra al prestigio de Patxi López para ganar el duelo del PSOE

El decidido apoyo de Patxi López a Alfredo Pérez Rubalcaba se ha traducido en una inyección de moral para su candidatura que trasciende el verdadero peso orgánico de los socialistas vascos. El exvicepresidente confía en el peso simbólico del lehendakari para captar a los militantes todavía indecisos, y desequilibrar así su duelo con Carme Chacón. Ante un PSOE dividido en cada provincia, en el equipo de Rubalcaba se cree que López será decisivo a la hora de pescar delegados, y ya se especula con la posibilidad de que ejerza de número dos del partido en la próxima Ejecutiva.

“Las propuestas que se ofrecen desde cada candidatura son muy parecidas, y coinciden también con la ponencia marco que ha aprobado el partido. Por eso, a la hora de decidir, los militantes van a tener muy en cuenta con qué equipos se presenta cada candidato. En ese aspecto Rubalcaba está ganando a Chacón, y la presencia de Patxi es fundamental”, señaló un diputado encuadrado en el grupo del exvicepresidente. Y es que López es uno de los dirigentes con mejor imagen entre los militantes del PSOE, y como líder de los socialistas vascos, su opinión está impregnada de una notable legitimidad.

“Patxi tiene mucho futuro en el PSOE, y ahora, estando al lado de Rubalcaba, arrastra a muchos delegados”, aseguraron fuentes próximas a la candidatura de Rubalcaba. Sin embargo, estas expectativas de votos no provienen de la representación vasca, pequeña en número y donde Chacón también ha logrado el favor de figuras como Javier Rojo, sino de la capacidad de seducción que se le presume al lehendakari fuera de su territorio.

No por casualidad, encabezó la lista de 58 avales que Rubalcaba recogió el pasado domingo durante Comité Federal, y así quedó reflejado, foto incluida, en la página web del candidato, donde se destacó su firma por encima de la de Ramón Jáuregui, Trinidad Jiménez o Micaela Navarro. “Todo el mundo conoce mi cercanía y confianza en Alfredo para liderar este nuevo tiempo”, admitió entonces en declaraciones a los medios.

De acuerdo con la opinión de fuentes socialistas, en el caso de que el exvicepresidente venciera a Chacón, el lehendakari podría convertirse en vicesecretario del partido, cargo que ahora ejerce José Blanco, esbozándose así una nueva línea sucesoria en Ferraz de cara a un futuro recambio en el liderazgo. No obstante, López niega cualquier aspiración a ejercer un cargo en Madrid que le pueda distraer de la presidencia del País Vasco. Así, una fuente próxima al lehendakari consultada por este diario descarta que su apoyo a la candidatura de Rubalcaba pueda interpretarse como la asunción de futuras responsabilidades en la nueva Ejecutiva del partido

El lehendakari que plantó cara a Zapatero

López ya formó parte de las “quinielas” para liderar el PSOE renovado tras la debacle electoral del 20N. Una posibilidad que Jesús Eguiguren, presidente del PSE, descartó semanas atrás a El Confidencial: “Sería un buen secretario general y candidato a la presidencia de España, pero no puede serlo porque es lehendakari de Euskadi y los vascos no le perdonarían que se fuera a Madrid”. Curiosamente, Eguiguren dijo también que si él fuera Rubalcaba “no sería candidato a la secretaría general del partido”. 

El lehendakari lideró la revuelta de los barones en la batalla por frenar las primarias entre Rubalcaba y Chacón para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno. La batalla nominalista, que no de ideas, entre ambos dirigentes llevó al líder de los socialistas vascos a exigir la celebración de un Congreso Extraordinario que eligiera al candidato y trabajara en un nuevo proyecto político. El entonces presidente del Ejecutivo, Rodríguez Zapatero, consiguió disuadirle a cambio de la convocatoria de una Conferencia Política que esbozó el que luego sería el programa electoral del partido.

Este protagonismo logrado tras plantar cara a Zapatero ha convertido al lehendakari en un referente interno, cuyas declaraciones se toman en cuenta. Partidario de un debate de ideas antes que de personas, López ha vuelto a mostrarse muy crítico con la renovada batalla Rubalcaba-Chacón, en esta ocasión por la secretaría general, que ha dejado en segundo plano las propuestas políticas.

El pasado día 5 escribía en su blog que el partido necesita “dejar a un lado el socorrido debate de los nombres y reflexionar sobre el partido que somos y que deberíamos ser en los próximos años. Cuesta creer que en el Congreso de febrero seamos capaces de acordar todo un nuevo proyecto para el socialismo, pero sería un error limitar su alcance a un cambio de caras sobre la base de un documento ideológico generalista. Nuestro objetivo (…) debiera ser plantear un programa y un método de trabajo sobre el que ir desarrollando la renovación del PSOE”. El lehendakari critica también de que el partido convirtiera la política en una mera “administración de las cosas” mientras estuvo al frente del Ejecutivo, y hace una llamada a “reconquistar el vacío dejado por la izquierda”.