Rubalcaba vuelve a la carga contra los ricos que alardeen de bienes “suntuarios”

Alfredo Pérez Rubalcaba afronta diez días decisivos recurriendo a su conocida munición de izquierdas. Los socialistas pugnan estos días con el PP por el control de Andalucía y Asturias, pero también con IU y otros grupos por liderar la protesta contra las reformas del Gobierno. Por ello, el PSOE retomó ayer en el Congreso su ideario de campaña para poner en el punto de mira fiscal a grandes fortunas y empresas, así como para forzar a Mariano Rajoy a fijar una posición sobre el copago.   

De acuerdo con las propuestas socialistas, la austeridad no debe ceñirse a las administraciones o gestores públicos, sino que debe afectar a los comportamientos privados. Así, el nuevo impuesto sobre grandes fortunas que persigue Rubalcaba contemplaría “tipos de gravamen diferenciados según la naturaleza o valor unitario de los bienes, de tal forma que se sometan a mayor tributación aquellos bienes de carácter suntuario que pongan de manifiesto una elevada capacidad económica de los contribuyentes”.

Los impuestos sobre consumos de lujo tienen su origen en la posguerra, cuando se aplican como “subsidio al combatiente” y durante el franquismo fue evolucionando según se iban incorporando a la vida cotidiana productos considerados en un principio de ostentación. En la actualidad, el impuesto de patrimonio ya obliga a declarar joyas, “pieles de carácter suntuario”, yates, vehículos o algunas obras de arte, pero lo que pretende el PSOE es sustituir este tributo por uno más amplio.

Entre otras cosas, los socialistas reclaman al Gobierno que impida la elusión del impuesto a través de Sicavs, otras sociedades mercantiles o paraísos fiscales. El 50% se cedería a las comunidades autónomas y, de esa cantidad, el 75% iría destinado al Fondo de garantía de los servicios públicos fundamentales para financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Esta medida proviene del programa electoral con que Rubalcaba se presentó a las pasadas elecciones generales, después de que forzara a José Luis Rodríguez Zapatero a rescatar en plena precampaña el antiguo impuesto de patrimonio, que el propio Gobierno socialista había eliminado con una bonificación del 100%. Su supresión había formado parte del conjunto de promesas con que Zapatero fue reelegido en 2008, bajo el argumento de que recaía sobre a las clases medias, en lugar de sobre las más altas.

7.100 millones de las grandes corporaciones

En 2011, se recuperó de forma temporal con una exención de 700.000 euros y el objetivo de recaudar 1.800 millones anuales de unos 160.000 contribuyentes. Pero la modificación que propone el PSOE elevaría la recaudación, siempre según sus cálculos, a 3.000 millones. Con la defensa de este tributo, los socialistas justifican también su rechazo al incremento del IRPF llevado a cabo por el Ejecutivo, con el argumento de que “elevar la tributación sobre el trabajo en plena recesión económica es un error que supondrá más desempleo”.

Por otra parte, el PSOE ha propuesto modificar el Impuesto de Sociedades para recaudar 7.100 millones de euros. La iniciativa parlamentaria recoge que “es evidente que existen grandes corporaciones que aprovechan en su beneficio todas las ventajas fiscales que se les ofrecen”. Por ello, el partido de Rubalcaba quiere establecer “un impuesto mínimo alternativo, por ejemplo, del 15% sobre el resultado contable positivo”.

Asimismo, la proposición no de ley socialista demanda “limitar la deducibilidad de los gastos financieros en los grupos de sociedades, asegurar la correcta valoración de las operaciones vinculadas, corregir los abusos que puedan producirse en la deducción por doble imposición, limitar los beneficios fiscales, en especial, en relación con el fondo de comercio, así como modificar el régimen de exención de dividendos de fuente extranjera”.

El fantasma del copago

Al margen de esta batería de cambios en el sistema tributario que no se atrevió a llevar a cabo en el Gobierno, el PSOE ha registrado una tercera iniciativa contra el copago, uno de sus principales argumentos electorales contra el PP en Asturias y Andalucía. Los socialistas esperan que los populares muestren sus verdaderas intenciones en la votación de este texto, que insta al Ejecutivo a “rechazar y evitar medidas de recorte en las prestaciones sanitarias, así como cualquier fórmula relacionada con la instauración del copago”.