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La joven diputada que noqueó a Gallardón
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PATRICIA HERNÁNDEZ, LA PARLAMENTARIA SOCIALISTA DE MODA

La joven diputada que noqueó a Gallardón

Una joven de pelo rojo ganó el miércoles el pulso parlamentario al bregado Alberto Ruiz-Gallardón. En la sesión de control al Gobierno, la diputada socialista Patricia

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La joven diputada que noqueó a Gallardón

Una joven de pelo rojo ganó el miércoles el pulso parlamentario al bregado Alberto Ruiz-Gallardón. En la sesión de control al Gobierno, la diputada socialista Patricia Hernández desarmó al ministro de Justicia y se apoderó de los titulares al recordar que “una mujer no es más mujer por ser madre, ni un hombre es más inteligente por ser ministro”. Desconocida hasta ahora para la mayoría, Hernández es a sus 32 años una experimentada senadora que esta legislatura ha dado el salto al Congreso dispuesta a plantar cara a las figuras más potentes del PP.

Catorce años antes de este bautizo de fuego en la Cámara baja, el 21 de febrero de 1998, Hernández celebraba en familia su mayoría de edad. Su ciudad natal, Santa Cruz de Tenerife, celebraba también la victoria del equipo local, 4-3, contra el Real Madrid  de Mijatovic, Suker y Roberto Carlos. Con los 18 años recién estrenados, se afilió a Juventudes Socialistas y comenzó su carrera política. Una vocación que había germinado en su infancia, cuando sus padres, entusiastas de los procesos electorales, la llevaban a mítines de todos los partidos y le hacían vivir las elecciones como una fiesta.

Orgullosa de su origen humilde, recuerda que uno de los pocos lujos que se podía permitir la familia era acudir una vez al mes a una hamburguesería. “Mi padre se pedía una hamburguesa; mi madre y yo, un perrito caliente cada una. Para beber, dos refrescos para compartir entre los tres”, evoca. En la Universidad de la Laguna desarrolló su actividad reivindicativa fundando la Asociación de Estudiantes Progresistas y luchando contra la Ley Orgánica de Universidades de Pilar del Castillo, bajo cuyo mandato asegura que perdió su beca de estudiante.

Tras haberse dado a conocer entre como líder de los jóvenes socialistas tinerfeños, el 27 de diciembre de 2003, con 23 años, fue elegida para las listas al Senado en unas primarias. La noticia se recogió en la prensa al día siguiente, y hay quien pudo confundirlo con una inocentada. Por entonces trabaja a tiempo parcial en la Federación de Mujeres Jóvenes como técnica de prevención de violencia. Antes, durante la carrera, es graduada social y diplomada en relaciones laborales, había sido camarera para pagarse sus gastos.

Por eso, cuando tuvo que volar a Madrid para recoger el acta de senadora, tuvo que pedir un préstamo con el que instalarse el primer mes en la capital, pagar el pasaje o comprarse algo de ropa elegante. Y para poder asistir a la apertura solemne de las Cortes, la exdiputada socialista Mercedes Coello tuvo que prestarle su casa.

Cerca del mar

Ocho años después, Hernández se maneja con soltura en las moquetas del Parlamento y parece dispuesta a preservar su ímpetu dialéctico y su lenguaje tuitero, pese a las miradas de sorpresa, e incluso de desaprobación, de algunos diputados. No obstante, se niega a instalarse definitivamente en Madrid y prescindir del mar, el trabajo en las agrupaciones locales del partido o la cercanía de su familia.

La tarde previa a su duelo con Gallardón, Hernández repasó la abundante documentación sobre la ley del aborto de la que disponía el Grupo Socialista, aunque ya conocía la materia: durante la última reforma socialista, participó en la tramitación de la norma en el Senado. Sin embargo, su obsesión era encontrar las palabras adecuadas para replicar a Gallardón, quien ese mismo día había afirmado en la Cámara Alta que “la maternidad de libre hace a las mujeres auténticamente mujeres”.

A tenor del resultado del debate, parece que las encontró, entre otras cosas, con la ayuda de un mensaje en Twitter de Carme Chacón, a quien, por cierto, apoyó en el Congreso Federal del PSOE. Ahora, tiene cuatro años para demostrar que pude seguir marcando de cerca al Ejecutivo.

Una joven de pelo rojo ganó el miércoles el pulso parlamentario al bregado Alberto Ruiz-Gallardón. En la sesión de control al Gobierno, la diputada socialista Patricia Hernández desarmó al ministro de Justicia y se apoderó de los titulares al recordar que “una mujer no es más mujer por ser madre, ni un hombre es más inteligente por ser ministro”. Desconocida hasta ahora para la mayoría, Hernández es a sus 32 años una experimentada senadora que esta legislatura ha dado el salto al Congreso dispuesta a plantar cara a las figuras más potentes del PP.