González copia el 'estilo Aznar' y ataca al Gobierno de Rajoy en plena crisis

El papel que deben ocupar los expresidente del Gobierno continúa siendo un asunto sin resolver, a pesar de que no resulta extraño que utilicen su tribuna de antiguos mandatarios para arremeter contra sus sucesores. Tras las constantes críticas que José María Aznar ha dedicado a José Luis Rodríguez Zapatero y a la situación de España durante el periodo socialista, ahora es Felipe González quien arremete contra Mariano Rajoy y lanza dudas sobre su Ejecutivo.  

Esta semana han vuelto a resurgir ambos iconos de PP y PSOE. Primero, Aznar alertó el martes desde Cádiz de los problemas que, a su juicio, la nación española ha heredado de los gobiernos de Zapatero. Y ayer, González, se sumó a esta forma de ejercer de ‘ex’ cargando contra Rajoy. “Si hubiera tenido un programa lo podríamos identificar, se sabría”, afirmó, añadiendo que el Ejecutivo del PP carece de “una línea de comportamiento que aporte previsibilidad a la acción de Gobierno para los próximos tres meses”.

El inventor del término “jarrón chino” para definir a los líderes que dejan la Moncloa frecuenta conferencias y seminarios dentro y fuera de España, pero ahora, sus críticas a Rajoy adquieren otra dimensión, ya que no se trata solo de la cabeza del PP, sino del presidente del Gobierno en un contexto de alto riesgo para la economía. No obstante, González quiso aprovechar su intervención en la presentación del Informe sobre la democracia en España, elaborado por la Fundación Alternativas, para subrayar la escasa confianza que transmite Rajoy.

Así, apuntó con ironía que hubiera preferido que el PP tuviera un “programa oculto” a su falta de programa. “Lo que tiene son pulsiones ideológicas”, criticó en referencia al recorte de los derechos y libertades alcanzados durante el mandato de Zapatero. González también arremetió contra las declaraciones en las que Rajoy rechazaba un pacto de Estado porque cuenta con legitimidad y sabe lo que tiene que hacer. “Pues que lo explique, no lo dice porque no lo sabe”, reiteró, aunque también extendió la falta de “orientación” a la oposición.

Pero la intensidad de la crítica del expresidente socialista todavía no ha alcanzado el nivel de la de Aznar en los últimos años. El presidente de honor del PP ha dejado perlas como “España está intervenida de hecho”, “los socialistas llenan España de escombros, parados y miseria” o, desde Estaos Unidos, “España tiene muy complicado pagar su deuda”. Al menos, González, en una segunda conferencia que pronunció ayer en la sede de la Comisión Europea en Madrid, aseguró que España no sufrirá ningún rescate, porque "si lo hay, se acaba el euro y hay que rescatar a toda Europa". 

Zapatero, el más modesto

En contraste, Zapatero ha mantenido una notable prudencia desde que abandonó Moncloa, ubicándose rápidamente como jarrón chino en el Consejo de Estado. Alejado del foco mediático, el leonés ocupó su puesto en dicho órgano consultivo con un sueldo de 76.603 euros, a los que hay que sumar los 78.000 que le corresponden como expresidente.

En el plano económico, Zapatero también está siendo, de momento, más cauto que sus predecesores, que no han encontrado ninguna incompatibilidad entre su actividad política como influyentes figuras en sus respectivos partidos, su estatus de exmandatarios y su pertenencia a diversos consejos de administración de empresas privadas.