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El PSOE se debate entre su 'alma republicana' y guardar las formas con el Rey
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CADA VEZ MÁS 'BARONES' SIGUEN LA LÍNEA DE TOMÁS GÓMEZ

El PSOE se debate entre su 'alma republicana' y guardar las formas con el Rey

Los escándalos en torno a la Casa Real han sacado a relucir el dilema entre republicanismo y estabilidad institucional que experimenta el PSOE desde la Transición.

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El PSOE se debate entre su 'alma republicana' y guardar las formas con el Rey

Los escándalos en torno a la Casa Real han sacado a relucir el dilema entre republicanismo y estabilidad institucional que experimenta el PSOE desde la Transición. Alfredo Pérez Rubalcaba ha evitado criticar el comportamiento del Rey en público, pero ha dejado que otros barones y dirigentes del partido lo hagan. Del mismo modo, no resulta extraño que las bases del partido conmemoren cada año el aniversario de la Segunda República o que reclamen, como en el último Congreso Federal, el regreso de la aspiración republicana a los estatutos de la formación. Sin embargo, la cúpula siempre ha defendido el papel de la Monarquía, ciñéndose a lo pactado en la Constitución.

La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Soraya Rodríguez, volvió a navegar ayer entre dos aguas al sugerir que la Casa del Rey daría alguna explicación sobre la cacería de elefantes en Botsuana donde el Monarca se rompió la cadera. “Confiamos en que la Casa Real se dirija a la sociedad española y diga algo al respecto”, señaló desde el Congreso. Pero en el resto de terminales del partido, los dirigentes han preferido lanzar un guiño a su electorado potencial antes que mantener la prudencia institucional.

De hecho, el pasado sábado 14 de abril, cuando ya había saltado la noticia del accidente de Don Juan Carlos, la propia Rodríguez aprovechó su intervención en el cónclave del PSOE de Castilla y León para recordar a los socialistas “que con su trabajo auparon la Segunda República”, y que “incluso dieron su vida” por defenderla. Y es que, como señalaron fuentes socialistas, “una parte importante del electorado del PSOE rechaza las últimas actuaciones del Rey y su familia, que está perdiendo en el terreno de lo simbólico y la confianza”.

“La imagen que ha dado el Monarca es especialmente negativa entre quienes peor lo pasan con la crisis, que forman parte fundamental de nuestro objetivo electoral”, añadieron estas fuentes. El barómetro de octubre del CIS ya reflejo un suspenso ciudadano a la Monarquía, que no pasó del 4,89 de nota. Es probable que los últimos acontecimientos, como el desarrollo del caso Urdangarin o el safari del Rey hayan empeorado esta valoración, pero entonces un 26,1% de los votantes del PSOE admitía no tener ninguna confianza en esta institución.

Por ello, y aunque Ferraz no pueda reconocerlo abiertamente, Tomás Gómez supo conectar con sus votantes al plantear públicamente que el Rey “debe elegir entre sus responsabilidades o la abdicación”. Tras el líder madrileño, el lehendakari Patxi López, secretario federal de Relaciones Políticas y hombre muy cercano a Rubalcaba, apuntó que el Rey debería disculparse por su escapada cinegética en plena tormenta económica.

Tradición republicana

A ellos se sumaron el presidente andaluz en funciones, José Antonio Griñán, y el secretario general de los socialistas de Álava, Txaril Prieto, quien criticó ayer la “decadencia” de la Familia Real, y aseguró que “ha llegado el momento de reflexionar sobre el futuro de la Casa Real, su encaje en nuestro sistema institucional, su operatividad y su eficacia”.

Pero al margen del contexto propicio en que se producen estas críticas, el PSOE mantiene un espíritu republicano que se manifiesta entre sus bases cada 14 de abril, pero también en los congresos federales. En el último cónclave, en el que Rubalcaba se impuso a Carme Chacón, se recogieron diversas enmiendas de agrupaciones socialistas que pedían “la República Federal como forma de organización del Estado”, incluyendo un referéndum sobre la continuidad de la Monarquía. “La configuración de un Estado español republicano, federal y laico vuelve a estar en la vanguardia de las reivindicaciones de la ciudadanía”, señalaba una de las enmiendas.

Asimismo, la corriente Izquierda Socialista (IS) mantiene la defensa del sistema republicano como una de sus señas de identidad en el PSOE y el pasado febrero propuso que la formación “recupere su mejor tradición republicana y elabore una estrategia democrática para alcanzar la Republica Española”. Ninguna de estas iniciativas fue aprobada en el Congreso, pero, como expresó el integrante de IS Juan Antonio Barrio, “el PSOE tiene una tradición republicana que es importante recordar, que remite a un sistema más democrático que el hereditario”. 

Los escándalos en torno a la Casa Real han sacado a relucir el dilema entre republicanismo y estabilidad institucional que experimenta el PSOE desde la Transición. Alfredo Pérez Rubalcaba ha evitado criticar el comportamiento del Rey en público, pero ha dejado que otros barones y dirigentes del partido lo hagan. Del mismo modo, no resulta extraño que las bases del partido conmemoren cada año el aniversario de la Segunda República o que reclamen, como en el último Congreso Federal, el regreso de la aspiración republicana a los estatutos de la formación. Sin embargo, la cúpula siempre ha defendido el papel de la Monarquía, ciñéndose a lo pactado en la Constitución.