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Moncloa ofrece a Berlín la fórmula ‘Merkajoy’ ante la caída de Sarkozy
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EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO ASPIRA A SER EL SOCIO PREFERENTE DE ALEMANIA

Moncloa ofrece a Berlín la fórmula ‘Merkajoy’ ante la caída de Sarkozy

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba parecen esperar, aunque por razones diferentes, el mismo desenlace en las elecciones presidenciales francesas. La victoria de Françoise Hollande ofrece

Foto: Moncloa ofrece a Berlín la fórmula ‘Merkajoy’ ante la caída de Sarkozy
Moncloa ofrece a Berlín la fórmula ‘Merkajoy’ ante la caída de Sarkozy

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba parecen esperar, aunque por razones diferentes, el mismo desenlace en las elecciones presidenciales francesas. La victoria de Françoise Hollande ofrece a ambos líderes la posibilidad de fortalecer sus posiciones nacionales. El socialista necesita de un referente europeo que avale su discurso económico, mientras que el presidente del Gobierno pretende ocupar buena parte del vacío que deje en Europa Nicolas Sarkozy. Así, tras años de domino de la fórmula Merkozy, en Moncloa se sueña con acuñar el tándem Merkajoy.

A pesar de que el PSOE carga contra Rajoy por su identificación con los principios económicos de la canciller alemana, y de que Felipe González insiste en que alguien debería decir ‘no’ a Merkel, el presidente del Gobierno confía en los beneficios que le puede deparar esta alianza. Y si Sarkozy sale de escena, el popular está dispuesto a sustituirle como referencia europea para Berlín.

En Moncloa se sostiene que Rajoy debe aprovechar su mayoría absoluta para proyectar una imagen de fuerza de la que carecen otros ejecutivos comunitarios. Así, el PP no se inmutó ante el rechazo de CiU a los Presupuestos Generales del Estado, mientras que el presidente destacaba desde el Congreso la “fortaleza” y “capacidad” de su Gobierno para sacar adelante sus reformas con una “amplia mayoría”. El mensaje no solo estaba destinado a los españoles, sino a sus colegas europeos, recordando que posee un capital político en número de diputados que pocos pueden igualar.

Merkel depende de su coalición con los liberales, que se están hundiendo en las encuestas y ponen en peligro su reelección. David Cameron tampoco logró, pese al sistema mayoritario británico, gobernar en solitario; mientras que la incertidumbre marca también la situación política en Países Bajo o Italia. En este marco, el objetivo de Rajoy es aparecer como un referente sólido, prácticamente el único que, si la intervención no llega, tiene asegurado una silla en el Consejo de Europa hasta finales de 2015.

Sin elecciones a la vista, al mando de una de las economías más grandes de la UE, el presidente espera hacer valer su posición ante Berlín, por lo que sigue defendiendo el rigor prusiano para reducir el déficit, en contra de las crecientes voces que, como los socialistas, apuestan por flexibilizar el calendario y dedicar más recursos a la reactivación económica. Según el entorno de Rajoy, el Ejecutivo popular está cumpliendo a rajatabla el manual de reformas y recortes, de modo que “si fracasa, no habrá fracasado España, sino un modelo económico”, lo que aporta seguridad al presidente.   

“Alianza estratégica” u “oscuro objeto del deseo de la derecha”

El PP comenzó a estrechar sus relaciones con la democracia cristiana alemana en su última etapa en la oposición, cuando Rajoy ya acariciaba el poder con la yema de los dedos. Así, Merkel recibió en 2011 al entonces líder de la oposición en la sede en Berlín de la CDU, convencida de que ése sería el hombre que tomaría las riendas de la economía española. El pasado jueves, fue el secretario de relaciones internacionales de la CDU, Bertil Matthias Georg Wenger, quien visitó la calle Génova para certificar la buena relación entre ambas formaciones. Para los populares, se trata nada menos que de una “alianza estratégica de ambos partidos en el ámbito internacional”.

Por otra parte, Rubalcaba también ha encontrado otra razón por la que Rajoy preferiría la derrota de Sarkozy. “Francia está de moda y aunque no se formula públicamente creo que es uno de los pocos temas en que estamos de acuerdo. Muchos no lo van a decir, pero Hollande es algo así como el oscuro deseo de la derecha española”, afirmó el jueves tras una reunión con Arnaud Montebourg, representante del candidato socialista francés. Y es que la geopolítica genera extrañas alianzas.

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba parecen esperar, aunque por razones diferentes, el mismo desenlace en las elecciones presidenciales francesas. La victoria de Françoise Hollande ofrece a ambos líderes la posibilidad de fortalecer sus posiciones nacionales. El socialista necesita de un referente europeo que avale su discurso económico, mientras que el presidente del Gobierno pretende ocupar buena parte del vacío que deje en Europa Nicolas Sarkozy. Así, tras años de domino de la fórmula Merkozy, en Moncloa se sueña con acuñar el tándem Merkajoy.