El PSOE lanza a Griñán y López como arietes contra los recortes del Gobierno

El PSOE está dispuesto a utilizar sus últimos rescoldos de poder para hacer frente al Gobierno de Mariano Rajoy. Con el Parlamento en manos del PP, los socialistas han desplazado su oposición a la calle, sumándose a las manifestaciones de los sindicatos; a los tribunales, recurriendo diferentes medidas al Constitucional; y a las dos comunidades que preside: Andalucía y País Vasco. El discurso de investidura de José Antonio Griñán giró en torno a la construcción de un modelo alternativo al Ejecutivo popular,  y a esta estrategia se ha sumado el lehendakari Patxi López, que apura su mandato dando la réplica a los recortes estatales.

Alfredo Pérez Rubalcaba cuenta con que la gestión de Griñán, también presidente del PSOE y adversario interno en el último Congreso Federal, pueda servir de ejemplo de cómo los socialistas saben ajustar sin reducir los servicios públicos. La apuesta es arriesgada, dado que la Junta de Andalucía también deberá recortar, al menos, 2.600 millones de euros, y el Ministerio de Hacienda ya ha advertido con la intervención a las autonomías que no cumplan con el objetivo de déficit. Además, la estabilidad de su Gobierno depende de IU, que ya ha conseguido acentuar el perfil izquierdo del PSOE andaluz.

Pero desde Ferraz se confía en que Griñán funcione como ariete contra las políticas de Rajoy, al igual que Esperanza Aguirre trató de contraponer su gestión autoproclamada liberal a la del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Así, Elena Valenciano valoró el proyecto del presidente de Andalucía en el marco de la “cultura política” de su formación: “La educación, la sanidad, la igualdad de oportunidades y, desde luego como agenda prioritaria, el empleo”.

“El Gobierno puede imponer un programa de contención de déficit, pero no puede imponer un programa ideológico”, advirtió Griñán en su discurso de investidura, donde buscó en todo momento el contraste entre su agenda social y las reformas de Rajoy. Entre otras cosas, se comprometió a no llevar a cabo privatizaciones, a “ahorrar sin recortar derechos”, y lanzó dos planes de inversión pública al estilo Plan E: uno de 200 millones para crear empleo, y otro de 320 millones destinado a la inclusión social.

Mientras la coalición PSOE-IU echa a andar en el Sur, los socialistas vascos también han endurecido su posición frente al Ejecutivo central, incluso a costa de tensionar la relación con sus socios populares. López anunció ayer que recurrirá ante el Constitucional los recortes en educación y sanidad, ya que “invaden el autogobierno” y “rompen el principio básico de igualdad y universalidad”. Asimismo, el Ejecutivo vasco ha asegurado que seguirá dando atención sanitaria a los inmigrantes irregulares, pese a la disposición del Gobierno de Rajoy para que este verano pierdan la tarjeta que da acceso al sistema de salud.

Rubalcaba mira al ‘modelo Euskadi’

Como explicó en su reciente entrevista con El Confidencial, López pretende fijar el “modelo Euskadi, que hace ajustes, recorta gastos superfluos, es austero e intenta controlar el déficit, pero que tiene muy claro que enfrentarse a la crisis no puede ser a costa de desmantelar el Estado del Bienestar, de rebajar hasta la mínima expresión las políticas sociales, ni de impedir que desde lo público le demos un impulso a la economía y a la generación de empleo”. Es decir, el mensaje de Rubalcaba llevado a la práctica o, al menos, al discurso de un Ejecutivo.

Ferraz ha celebrado la decisión de recurrir al Constitucional, pero, como cabía esperar, el PP ha reaccionado duramente contra ambos líderes autonómicos. Javier Arenas acusó a López de estar “teledirigido” por Rubalcaba, y de guiarse por “puro afán electoral”. El posible adelanto de las elecciones en el País Vasco está sobre la mesa, ya que convocarlas este año ahorraría a López elaborar unos Presupuestos restrictivos como última gran medida antes de los comicios de 2013. “Mi voluntad es agotar la legislatura, pero veremos qué nos encontramos en el camino”, señaló el lehendakari a este diario.  A este tándem se puede sumar Asturias, si finalmente el socialista Javier Fernández consigue ser elegido presidente.