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La ola de recortes escora la imagen del PP hacia la "derecha extrema"
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La ola de recortes escora la imagen del PP hacia la "derecha extrema"

España permanece como uno de los pocos países europeos que no padece el auge de partidos de extrema derecha en el ámbito nacional. A pesar de

España permanece como uno de los pocos países europeos que no padece el auge de partidos de extrema derecha en el ámbito nacional. A pesar de la prolongada crisis económica, los españoles no han aupado a movimientos como el de Marine Le Pen en Francia, o el de los neonazis griegos Amanecer Dorado. Sin embargo, llama la atención la imagen que el Partido Popular, tras algo más de cuatro meses en el poder, proyecta a la ciudadanía. Según el barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mayoría ubica ideológicamente al partido de Mariano Rajoy muy escorado a la derecha, cada vez más lejos del centro político.

En una clasificación en el que el 1 corresponde a la extrema izquierda, y el 10, a la extrema derecha, los ciudadanos sitúan al PP en el 8. Se trata de una percepción radicalizada de los populares, ya que la media de los españoles sigue enclavada en el centro izquierda, y la mayoría de votantes que apoyaron a Rajoy se consideran a sí mismos mucho más moderados. Además, pese a su intento de evolucionar a posiciones más centradas durante 2011, la imagen derechista del PP se ha acentuado tras ganar las elecciones, por lo que este fenómeno parece estar relacionado con las medidas desde el Gobierno en los últimos meses.

Si en julio de 2010 los españoles ubicaban al PP en un 7,6, hace justo un año, en abril de 2011, lo situaban en un 7,7. Conforme más poder ha atesorado en el ámbito municipal, autonómico y nacional, más conservadora ha sido la imagen que ha proyectado, en lugar de aproximarse a la definición que los ciudadanos hacen de sí mismos. De hecho, la media nacional ha girado ligeramente hacia la izquierda, hasta el 4,68, siempre según esta misma lista del 1 al 10. Hace un año era de 4,75 y en febrero, la sociedad española parecía estar avanzando hacia zonas más conservadoras al alcanzar un 4,95. Una tendencia que, por ahora, se ha revertido.

Pero el problema para Rajoy no es que el electorado socialista y de IU sitúe a su partido cerca de la derecha extrema, con entre un 8,35 y 8,60, sino que sus propios votantes consideren que está demasiado a la derecha. La mayoría del electorado popular, un 42,1%, se sitúa en un territorio ideológico moderado, entre el 5 (centro puro) y el 6. Sin embargo, los votantes del PP consideran que su partido está en un 7,39, es decir, en posiciones significativamente más conservadoras.

Esa ubicación ideológica sí puede hacer feliz al 34,6% de los populares que se posicionan entre el 7 y el 8, así como al 8% que se define como de extrema derecha, aunque choca con el 3,6% que, pese a considerase de izquierdas, votó por Rajoy. Por su parte, UPyD y PSOE, con una mayoría de votantes de centro e izquierda, son las formaciones que más se acercan a la media nacional, con un 5,23 y un 4,15, respectivamente.

El votante del PP se vuelve infiel

¿Puede pasar factura a Rajoy esta disonancia ideológica entre su partido y la mayoría del electorado? El último barómetro del CIS, en su estimación de voto, da una amplia ventaja al PP, con once puntos de ventaja sobre el PSOE. No obstante, también se apunta el inicio del desgaste causado por los ajustes y las reformas adoptadas. Así, sorprende que la fidelidad del voto popular, conocido por su extraordinaria disciplina, haya caído desde enero del 85,2% al 79,6%, erosionando las fuertes raíces electorales del partido.

No obstante, esta fuga de votos no va a parar al PSOE, que apenas sube un punto desde el 20-N, sino que se reparte fundamentalmente entre indecisos y ciudadanos que no votarían. En el caso de los socialistas, aunque se encuentran estancados, cabe destacar que han comenzado a recuperar algo de terreno en Cataluña a costa de CiU, que también podría estar acusando el desgaste de gobernar. En concreto, el PSOE robaría a los nacionalistas el 5% de sus votantes. Todavía está lejos, pero la próxima batalla electoral parece que se librará también por el centro. 

España permanece como uno de los pocos países europeos que no padece el auge de partidos de extrema derecha en el ámbito nacional. A pesar de la prolongada crisis económica, los españoles no han aupado a movimientos como el de Marine Le Pen en Francia, o el de los neonazis griegos Amanecer Dorado. Sin embargo, llama la atención la imagen que el Partido Popular, tras algo más de cuatro meses en el poder, proyecta a la ciudadanía. Según el barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mayoría ubica ideológicamente al partido de Mariano Rajoy muy escorado a la derecha, cada vez más lejos del centro político.