Margallo pone deberes extra a los embajadores con clases básicas de Economía

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha puesto deberes extra a todos sus embajadores para que aprendan nociones básicas de Economía y Comercio que puedan aplicar a su trabajo como diplomáticos en el extranjero. La idea, que ya está en marcha vía cursos presenciales o a distancia, se enmarca dentro del proyecto Marca España, una de los pilares de la política exterior de Margallo con el que pretende poner al servicio de la economía y de las empresas españolas el trabajo de las embajadas y los consulados.

El cambio de paradigma hacia una nueva diplomacia económica va tomando forma poco a poco con la progresiva aceptación por parte de los embajadores. Los diplomáticos han empezado ya a recibir clases de comercio de forma presencial o a través de internet con el objetivo de que puedan acompañar en un futuro próximo a los empresarios en sus gestiones en el exterior, en donde hasta ahora solo cuentan con la ayuda de los técnicos de las embajadas. El plan supone otro giro de tuerca en el nuevo concepto de diplomacia pública y que ya se ha plasmado, por ejemplo, en desayunos del ministro y sus embajadores con los principales empresarios con intereses en el exterior, entre otras acciones. De hecho, como ya explicó el embajador en India, Gustavo de Arístegui, a este diario, España se va a tomar muy en serio la labor comercial que desempeñan las embajadas de países como India o Brasil, dos lugares preferentes para la internacionalización de las compañías españolas.

Todos los esfuerzos de Exteriores están centrados en crear una estructura que coordine la imagen de España en el exterior y que agrupe a todos los actores gubernamentales y de la sociedad civil que cooperan en la creación de la imagen de España como país. Una percepción llena de tópicos, en algunos casos, y que debe empezar a consolidarse en otros nuevos valores en los que nuestro país es referente, como las energías renovables, sus valores culturales, la importancia de la lengua como segundo idioma más hablado en el mundo o el modelo político de la Transición, exportable a los países de la Primavera Árabe que caminan ahora hacia la democracia.

En definitiva, una estructura similar a la que ya funciona en otros países como Francia o Reino Unido, que cuentan con un importante aparato de diplomacia exterior y que, en el caso español, incluirá tanto a la red de embajadas, como a todos los ministerios y a la Casa Real, así como a deportistas, empresarios, cocineros de renombre, artistas de cine o creadores de la moda que triunfan allende fronteras y que contribuyen con su trabajo a consolidar una imagen más moderna de España. Una imagen que, a la postre, debe servir para impulsar también la economía atrayendo inversiones extranjeras y facilitando la internacionalización de las empresas patrias.

El Gobierno nombrará un Alto Comisionado

El proyecto, que se ha ido gestando durante los últimos siete meses, debía haber sido presentado la semana que viene en un gran acto público que iba a tener en Madrid y que ha sido cancelado temporalmente por diferentes motivos de agenda, así como por la gravedad de la situación económica.

La decisión, sin embargo, no supondrá la parálisis del proyecto, pues Exteriores tiene previsto nombrar antes del verano al Alto Comisionado que coordinará todo el aparato de la Marca España.