María Garzón: “No investigar a Dívar sería un doble rasero para con mi padre”

Investigar a Baltasar Garzón hasta las últimas consecuencias y no hacerlo con el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Dívar, mostraría, según la hija del ex juez estrella de la Audiencia Nacional, “un doble rasero” que dejaría seriamente tocada la imagen de la justicia. Justo en un momento en el que la imagen de la justicia está seriamente en entredicho y cuando el PP ha decidido, finalmente, dejar caer al presidente del Supremo obligándole a comparecer en el Congreso, sale a la luz el libro de María Garzón ‘Suprema Injusticia’, su relato y su “verdad” sobre la inhabilitación que acabó con la carrera de su padre el pasado mes de febrero.

María Garzón no ha querido pronunciarse sobre si Dívar debe dimitir o no a raíz de las denuncias presentadas por el vocal progresista del GGPJ José Manuel Gómez Benítez, quien ha sido durante años, precisamente, abogado de su padre. Sí ha dicho, eso sí, que esa decisión, que deberá tomar Dívar “de acuerdo a su conciencia”, entra en el terreno de lo moral, “de si una cosa puede ser legal pero puede no ser moralmente aceptable”. “Lo que sí creo es que haría un flaco favor para la imagen de la justicia que no se investigara. Se vería en algún modo un doble rasero”, ha explicado durante la presentación del libro. “A una persona como mi padre se le investiga hasta las últimas consecuencias y a otros ni siquiera se les abre un proceso. Se debería investigar, desde luego. Que después no hay nada ilegal, pues para eso sirve también la justicia”.

Preguntada por los periodistas, Garzón ha explicado que no considera comparable los gastos personales de Dívar con las cartas que dirigía  su padre a banqueros como Emilio Botín para solicitar fondos para sus cursos en Nueva York. “No había nada ilegal”, ha dicho sobre un caso que el Supremo archivó el pasado mes de febrero por prescripción del supuesto delito de cohecho impropio que podría haber cometido el ex juez.

‘Suprema Injusticia’, el libro que, según ha dicho, ha publicado porque se lo debe a su familia, relata su versión personal sobre la expulsión de su padre de la carrera judicial a tras ser condenado por prevaricación tras ordenar la interceptación de las comunicaciones entre los cabecillas de Gürtel y sus abogados.

“No le recomiendo volver a la política”

Inhabilitado durante 11 años a ejercer como juez, diferentes rumores difundidos en varios medios de comunicación han apuntado a la posibilidad de que Baltasar Garzón pudiera plantearse volver a la política en una formación de izquierdas. “Yo, desde luego, no se lo voy a recomendar”, ha sentenciado su hija, que dice desconocer si su padre está tentado de volver a las mieles del poder político, de donde salió escaldado a principios de los noventa al no ver satisfecha su pretensión de llegar a ser ministro del Gobierno de González.

“Yo personalmente, desde mi punto de vista, no creo en la política de hoy en día y creo que sería un error y volver atrás otra vez”, ha explicado su hija. “Sinceramente, creo que su futuro está más en el campo de los derechos humanos en organizaciones no gubernamentales, con universidades, estudiando leyes, enseñando lo que sabe… Creo que debería ir por ahí”.

Garzón, que se ha presentado como portavoz de su familia con este libro, ha explicado que uno de los peores momentos que ha vivido recientemente fue todas las críticas que despertó la cacería de su padre con el ex ministro Mariano Fernández Bermejo pocas horas después de detener a Rafael Correa. Ha explicado, en este sentido, que su padre siempre ha cazado con gente del PP y del PSOE y que una montería no parece el lugar más adecuado para “conspirar”. “Se nos atacó, se atacó la independencia judicial, no se denunció desde el Consejo salvo un vocal y luego, incluso, el Partido Socialista, que estaba en el Gobierno, dejó caer al ministro, que no tenía por qué haber dimitido y que lo dejaron caer dando alas también, precisamente, a la teoría de la conspiración”.

Sobre la petición de indulto para su padre presentada por la asociación de Magistrados Europeos para la Democracia y las Libertades (Medel), Garzón ha asegurado que no cree que “ahora mismo” sea una “prioridad” para el Ejecutivo. “Ha habido muchas irregularidades que nos hacen pensar que no ha sido un juicio justo”, ha concluido, a la espera de lo que pueda decir en su día el Constitucional y el Tribunal de Derechos de Estrasburgo. “La imagen de la justicia está tocada. La justicia funciona pero hay que revisar determinado estamentos judiciales  porque tienen cierta impunidad”.