La OTAN se va de Madrid: a la venta su cuartel general de más de 100 hectáreas en Pozuelo

Catorce años después de ser inaugurado por José María Aznar, entonces presidente del Gobierno, y Javier Solana, exsecretario general de la OTAN, el cuartel general de la Alianza Atlántica en Madrid será hoy desactivado y deberá estar desmantelado antes del próximo 31 de diciembre. Las instalaciones militares, que ocupan una superficie superior al millón de metros cuadrados (equivalente a 100 campos de fútbol), serán recuperadas por el Ministerio de Defensa, que aún no ha decidido cuál será su destino. Pero lo más probable, según fuentes militares consultadas por El Confidencial, es que el cuartel se ponga en venta para permitir hacer caja al departamento que dirige Pedro Morenés.

El cuartel de Retamares, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, es una de las víctimas de la profunda transformación de la estructura militar de la OTAN, que en la cumbre celebrada en Lisboa en 2010 decidió reducir de 11 a siete el número de sus cuarteles generales, en aplicación del plan de austeridad acordado por los Gobiernos aliados para recortar gastos. Las instalaciones, propiedad del Ministerio de Defensa español, entraron en servicio en 1999, y en la actualidad trabajan en ellas más de 450 militares pertenecientes a 16 de los 28 países miembros de la Alianza.

Las 100 hectáreas del complejo militar se reparten entre el cuartel general de la OTAN, el acuartelamiento General Cavalcanti -donde se ubica la Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra-, y un campo de tiro ya en desuso. Esta última parcela estuvo a punto de convertirse, a finales de la pasada década, en la nueva sede de Radiotelevisión Española, pero la propuesta del entonces presidente del ente público, Luis Fernández, no llegó a cuajar. Anteriormente, el exministro de Defensa Federico Trillo quiso levantar allí el llamado Pentágono español, concentrando en un solo complejo las sedes de su departamento, del CNI, del Estado Mayor de la Defensa y los cuarteles generales de los tres ejércitos, pero el plan también se malogró.

Al mercado inmobiliario

Un portavoz de Defensa aseguró ayer a este diario que "aún no hay nada decidido" sobre el futuro uso del cuartel de Retamares, aunque admitió que una de las alternativas que se barajan es la venta en el mercado inmobiliario de las gigantescas instalaciones militares. Lo que sí descartó el mismo portavoz es que estas vayan a convertirse, como se había especulado en los últimos meses, en la nueva sede del Mando de Operaciones del Ejército o en la gran base logística de las Fuerzas Armadas, reuniendo en un solo acuartelamiento los 12 centros de abastecimiento y mantenimiento repartidos por toda la Península.

Sin embargo, el destino más probable del cuartel general de la OTAN es la subasta al mejor postor, según apuntan las fuentes militares consultadas, que recuerdan que Defensa acaba de poner a la venta decenas de inmuebles, solares y cuarteles de su propiedad, casi todos en desuso, una gigantesca operación inmobiliaria con la que espera recaudar más de 1.500 millones de euros. El catálogo incluye desde edificios civiles, plazas de garaje y trasteros en la Comunidad de Madrid a campos de tiro en Cádiz y Girona, pasando por bases de baterías antiaéreas en Canarias y Galicia o un aeródromo en Menorca.

Morenés necesita urgentemente liquidez para hacer frente al crédito extraordinario de 1.000 millones de euros concedido por el Ministerio de Hacienda, con los que Defensa debe abonar los plazos ya comprometidos y más urgentes de los principales programas de armamento en marcha, entre ellos las fragatas F-100, los cazas Eurofighter, los submarinos S-80 o los aviones de transporte A400-M.

El acto de desactivación del cuartel general de la OTAN, que se celebra esta mañana, será presidido por el almirante estadounidense Bruce W. Clingan, jefe del Mando de la Fuerza Aliada Conjunta, con base en Nápoles (Italia), y el almirante Fernando García Sánchez, jefe del Estado Mayor de la Defensa y número uno de la cúpula militar española. Desde 2010, el cuartel aliado de Retamares estaba liderado por el teniente general, también español, Alfredo Cardona Torres.