Cospedal lo niega todo y dice que hay un intento de desestabilizar al PP

El Partido Popular no quiere oír hablar de su extesorero Luis Bárcenas ni está dispuesto a dar réplica constante a las iniciativas de la defensa de "un presunto delincuente". El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han dejado claro ante la dirección del partido que su objetivo para empezar el curso es que el caso Bárcenas no les impida cumplir con sus obligaciones al frente del Ejecutivo y de la organización.

La más contundente ha sido Cospedal, objetivo predilecto de Bárcenas en sus últimas declaraciones y mensajes. "Es rotundamente falso lo que hoy se publica en ese medio", ha comentado sobre la portada de El Mundo con varios SMS sobre el asunto del finiquito pactado por el ex tesorero con el partido a principios de este año.

La número dos del PP ha dejado constancia del malestar de su formación con las filtraciones en el procedimiento judicial del caso Bárcenas, como la que ha permitido que se publiquen las nóminas y los números de las cuentas corrientes de los trabajadores de la formación en clara vulneración del derecho a la intimidad de personas que no son políticos ni tienen responsabilidades públicas.

Al mismo tiempo, Cospedal ha denunciado lo que llamó "intentos de desestabilización" del PP para insistir en que sus promotores, que no identificó, fracasarán en ese objetivo. En ese mismo contexto añadió que nadie puede esperar que se dedique a dar "réplica constante a un presunto delincuente para llenar papeles (se supone que periódicos), no estoy dispuesta".

Además, la secretaria general de los populares reiteró que por muchas "calumnias" que salgan contra su partido éste mantendrá su actividad igual que el Gobierno de Rajoy tampoco se va a distraer de su obligación primera, que es sacar a España de la crisis económica.