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Rajoy refuerza a Sánchez-Camacho como 'conseguidora' de inversiones para Cataluña
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presentará en el senado enmiendas 'de ciu'

Rajoy refuerza a Sánchez-Camacho como 'conseguidora' de inversiones para Cataluña

Rajoy quiere reforzar el papel de la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, como mediadora ante las reivindicaciones más domésticas

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, charla con la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, charla con la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho. (EFE)

Mariano Rajoy quiere reforzar la presencia del Estado en Cataluña y el papel de la presidenta del PP en la Comunidad, Alicia Sánchez-Camacho, como mediadora o referente en las relaciones entre el Gobierno y las reivindicaciones más domésticas de los catalanes. El Ejecutivo y el PP preparan actos para celebrar en Barcelona el Día de la Constitución y Sánchez-Camacho va a defender en el Senado enmiendas a los presupuestos para negociar con los Ministerios de Hacienda e Infraestructuras inversiones en varias obras pendientes en lugares como el Bajo Llobregat o Castelldefels.

Rotas por Artur Mas todas las vías de entendimiento, incluida la de Josep Antoni Duran, la mayoría del Grupo Popular en el Congreso ha rechazado todas las enmiendas de Convergencia y Unión a los Presupuestos Generales del Estado. Pero, según ha sabido El Confidencial, la presidenta del PP catalán mantiene ahora conversaciones con el Gobierno para recuperar en el trámite del Senado alguna de las reivindicaciones más antiguas y urgentes en obras de infraestructuras paradas desde hace años en Cataluña.

Dentro del estrecho margen que ofrece el Ministerio de Hacienda en el proyecto de ley, Sánchez-Camacho aspira (con el visto bueno previo de Rajoy) a asumir el papel que tradicionalmente reservan todos los Gobiernos en minoría a CiU: el de grupo conseguidor de inversiones locales a cambio de apoyo. Tradicionalmente, los nacionalistas se convertían así en mediadores entre la Administración central y los intereses más domésticos de los catalanes y solían beneficiar además a las zonas donde controlan el poder local para apuntalar su implantación.

La presidenta del PP catalán y senadora prepara varias enmiendas para conseguir el desbloqueo de obras menores, pero fundamentales en Cataluña, como la variante de la N-340 en Vallirana. Es el ejemplo que siempre pone Josep Antoni Duran en los debates celebrados en el Congreso para acusar al Gobierno, antes el de Zapatero y ahora el de Rajoy, de marginar a la comunidad en el reparto de inversiones en infraestructuras.

La N-340 es la carretera libre de peaje que une Barcelona con Tarragona, soporta un tráfico de 30.000 vehículos diarios y precisa salvar la citada variante desde hace años con un túnel para el que los afectados piden inversiones desde hace años. CiU y PSC reclamaban hasta 30 millones en estos Presupuestos, pero sus enmiendas han sido rechazadas por falta de fondos en el Ministerio de Fomento.

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho. (EFE)En fuentes del PP catalán reconocen que no saben cuántos fondos podrán obtener en sus negociaciones con el Gobierno, pero dieron por hecho que servirá al menos para reanudar las obras paradas. En el mismo paquete de defensa de intereses locales concretos, Sánchez-Camacho llevará al Senado enmiendas para obras menores en localidades como Castelldefels, cuyo Ayuntamiento tiene un alcalde de su partido, Manuel Reyes.

El refuerzo del protagonismo de la presidenta de los populares catalanes entra en el conjunto de medidas políticas, de imagen y de presencia permanente ante la opinión pública que prepara el Gobierno para responder al desafío independentista de Artur Mas y Oriol Junqueras. Para el próximo Día de la Constitución, el PP tiene que volver a apoyar al movimiento ciudadano constitucionalista que ya se manifestó el 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional y, al mismo tiempo, prepara un acto propio aún sin definir, pues entra en juego por otro lado el posible refuerzo de la celebración a cargo de la Delegación del Gobierno en Cataluña.

Con los distintos actos del 6 de diciembre, Rajoy quiere arrancar una nueva etapa de presencia constante del Estado como tal y del PP en Cataluña para contrarrestar la ofensiva de imagen y adoctrinamiento de los independentistas. Sánchez-Camacho tiene ahora hilo directo con el presidente del Gobierno para todo lo referente al reto de la secesión y asume un papel decisivo en la respuesta a las campañas de imagen de los nacionalistas. Esta relación ha despertado los celos en algunos círculos de Génova, que han llegado a lanzar la especie de una supuesta terna que Rajoy estaría manejando para una hipotética sustitución de Sánchez Camacho y en la que estaría el número dos de la política catalana en Madrid, Enric Millo. Las fuentes consultadas por este diario niegan tal posibilidad.

En fuentes del PP catalán descartan que Rajoy y Mas puedan mantener abierta cualquier vía de negociación con el fin de ceder de forma disimulada a la posibilidad de celebrar una consulta sobre la secesión. Además, atribuyen a la capacidad de intoxicación de Convergencia, a su manejo de los medios locales y a su propia división interna que se difundan ese tipo de dudas sobre la actitud de Rajoy ante el desafío. La doctrina oficial es la misma: la Constitución es innegociable y el único terreno de diálogo posible, siempre dentro de la ley, es la futura reforma del sistema de financiación autonómico.

Mariano Rajoy quiere reforzar la presencia del Estado en Cataluña y el papel de la presidenta del PP en la Comunidad, Alicia Sánchez-Camacho, como mediadora o referente en las relaciones entre el Gobierno y las reivindicaciones más domésticas de los catalanes. El Ejecutivo y el PP preparan actos para celebrar en Barcelona el Día de la Constitución y Sánchez-Camacho va a defender en el Senado enmiendas a los presupuestos para negociar con los Ministerios de Hacienda e Infraestructuras inversiones en varias obras pendientes en lugares como el Bajo Llobregat o Castelldefels.

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