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El Gobierno pretende frenar el 'boom' de los e-cigarrillos vendiéndolos como el tabaco
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EL PRODUCTO MULTIPLICA SU PRESENCIA

El Gobierno pretende frenar el 'boom' de los e-cigarrillos vendiéndolos como el tabaco

La explosión de la venta de cigarrillos electrónicos y su limbo legal ha provocado que el ministerio de Sanidad estudie cómo acotar su venta.

Foto: El tabaco vale un 70% más caro que un e-cigarrillo. (EFE)
El tabaco vale un 70% más caro que un e-cigarrillo. (EFE)

No son un juguete como dicen los que lo venden. El Gobierno ya se ha mostrado dispuesto a regular los cigarrillos electrónicos, unos productos que no cuentan con una regulación sanitaria específica y al alcance de incluso los menores de 18 años. La diputada de CiU, Lourdes Ciuró, se interesó ayer sobre las medidas que tiene previsto emprender el Ejecutivo en cuanto a la compra y consumo de estos cigarrillos. La respuesta fue muy clara: se ha mostrado dispuesto a equiparar su ventay consumo al tabaco convencional.

Los e-cigarrillos viven en un limbo legal. No es tabaco, por lo que la dirección general de salud pública no cuenta con una base legal para llevar a cabo ningún procedimiento para evaluar la calidad, seguridad y eficacia de los mismos. Pero tampoco es un medicamento, por lo que no se le pueden aplicar controles sanitarios como sí se aplican a los parches de nicotina. El Ejecutivo reconoce que estos productos no cuentan con una regulación sanitaria específica y se le vienen aplicando distintas leyes en el ámbito de la UE, que no guarda relación con la regulación del tabaco propiamente dicho. Mientrasfabricantes, sanitarios y asociaciones antitabaco buscan fórmulas para regularlo, el producto sigue en el mercado multiplicando su presencia a gran velocidad.

Francisco Rodríguez Lozano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, aplaude la intencionalidad del Ministerio de Sanidad, donde se ha reunido para exponer los puntos más oscuros de esta práctica que cada vez está más extendida. “Existe un vacío legal que permite a los menores comprarlo a través de internet. Y es muy peligroso”, asegura a El Confidencial. El experto en tabaquismo alerta de que, aunque es cierto de que contienen concentraciones más bajas de nicotina, “estos productos tienen cartuchos que tienen mucha variabilidad en la cantidad de nicotina liberada, incluso dentro de la misma marca. Además, la nicotina es un producto adictivo, por lo que debe estar regulada y tiene que tener un amplio consenso científico”.

No todas las marcas admiten que contienen nicotina, pero se detecta en la mayoría. El e-cig también contiene propelentes como el propilenglicol, que es un producto irritante pulmonar. “El efecto respiratorio a corto plazo del vapor es similar al causado por el humo de cigarrillos, y es causa de broncoconstricción”, añade. La mayoría de marcas contienen glicerina y se ha detectado al menos un caso de neumonía lipoidea por esta sustancia. Hay marcas que contienen trazas de N-nitrosaminas, metales pesados y otros productos que se encuentran en el humo de los cigarrillos convencionales. “Actualmente no se dispone de evidencia científica de que sea un dispositivo eficaz para dejar de fumar, por lo que no debe recomendarse de forma proactiva para este fin”.

La eficacia de los e-cigs para dejar de fumarnoha sido demostrada científicamente. El último informe de la Organización Mundial de la Salud, fechado en julio de 2013, recuerda que no hay evidencia científica consistente para apoyar el uso terapéutico de estos productos. Básicamente, la OMS comenta que se desconoce si el mecanismo mediante el cual la inhalación pulmonar de nicotina a través de e-cigs puede ayudar a vencer la adicción o, por el contrario, puede contribuir a mantenerla o iniciarla entre los menores.

Efectos adversos

La OMS también ha prohibido expresamente a los fabricantes que anuncien este producto como una forma de tratamiento del tabaquismo. “Las noticias de que estos cigarrillos reducen el riesgo, como informan algunas marcas, pueden tener el efecto adverso de impedir que se acabe definitivamente de fumar. Incluso anima a los más jóvenes y a los exfumadores a probarlos, al verse atraídos por los sabores y la falsa imagen de seguridad”. El e-cig retiene al fumador en la dependencia gestual del cigarrillo.

La falta de regulación deja hoy su venta libre a menores, aunque algunas marcas pretendan autorregularse. La ausencia de impuesto especial equivale a que las recargas de los e-cigsson hasta un 70% más baratas que los cigarrillos convencionales a dosis equivalentes de nicotina”. Los e-cigarrillos cuentan, de momento, con el visto bueno del cliente. Muestra de ello es el incremento de ventas, que a nivel global se estima que puede rondar los 1.500 millones de euros anuales, según datos de Euromonitor International.

No son un juguete como dicen los que lo venden. El Gobierno ya se ha mostrado dispuesto a regular los cigarrillos electrónicos, unos productos que no cuentan con una regulación sanitaria específica y al alcance de incluso los menores de 18 años. La diputada de CiU, Lourdes Ciuró, se interesó ayer sobre las medidas que tiene previsto emprender el Ejecutivo en cuanto a la compra y consumo de estos cigarrillos. La respuesta fue muy clara: se ha mostrado dispuesto a equiparar su ventay consumo al tabaco convencional.

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