El PP intentará rentabilizar la aplicación del 155 en Cataluña para la campaña del 21-D

El Partido Popular empieza a preparar la campaña de las elecciones autonómicas catalanas del próximo 21 de diciembre como el reto de ámbito nacional que es, pero también empeñado en rentabilizar para su candidato, Xavier García Albiol, la decisión de Mariano Rajoy de aplicar el artículo 155 de la Constitución para restituir la ley en Cataluña. Los principales dirigentes y portavoces del PP repiten ya en cada intervención pública que gracias al presidente del Gobierno los catalanes van a poder expresarse legalmente en las urnas después del trauma del intento de golpe separatista y una vez destituidos sus responsables.

El Gobierno y el PP presumen de los efectos de la intervención de competencias de la Generalitat acometida por Rajoy, tanto por cumplirse los principios de "prudencia, proporcionalidad y responsabilidad" anunciados por su jefe como por "la normalidad" instaurada en la Administración autonómica desde el primer día. Sostienen que la prestación de los servicios a los ciudadanos se mantiene en esa misma línea, y se muestran especialmente satisfechos con le comportamiento del cuerpo de los Mossos una vez relevados sus principales mandos políticos y operativos.

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El mensaje al electorado de las fuerzas constitucionalistas es muy claro: es el jefe del Ejecutivo el responsable de aplicar al final (y porque no hubo otro remedio) el artículo 155 de la Constitución para poner orden en Cataluña, además de defender los derechos y libertades de los catalanes opuestos o ajenos al separatismo, y de la sociedad en general.

El propio Rajoy hizo ante el comité de dirección de su partido un balance muy positivo de sus medidas de intervención, y el portavoz del PP, Pablo Casado, se encargó después de proclamar el agradecimiento a los funcionarios por la responsabilidad demostrada en Cataluña, y en especial a los Mossos, que demuestran de nuevo que están "al servicio de la ley y de los ciudadanos".

El objetivo de los populares ante el 21-D es recalcar que su partido es el principal soporte del Ejecutivo para dar el paso de recuperar el marco constitucional en Cataluña. Abierto de entrada a la colaboración después de los comicios con Ciudadanos y el PSC, Xavier García Albiol contará en la campaña con el respaldo de Rajoy y sus ministros, una baza que en los últimos comicios le sirvió de poco al quedarse en 11 escaños, ocho menos que en las elecciones de 2012. El ascenso de Ciudadanos (de nueve a 25 diputados) fue clave para dejar al PP con los peores resultados de su historia moderna en Cataluña.

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Fuentes del PP aducen que la escalada independentista, el 1-O y la réplica posterior del Gobierno dibujan un panorama muy distinto al de las anteriores elecciones. Consideran como objetivo fundamental impedir que haya una mayoría independentista, con o sin participación de los aliados catalanes de Podemos, para intentar después la formación de un Ejecutivo de las fuerzas constitucionalistas: Ciudadanos y PSC, en el caso de que los socialistas no vuelvan a los pactos con la izquierda nacionalista.

Al margen de la pugna por atraer al electorado que se fue en su día a Ciudadanos, en la sede de Génova quieren apostar en la campaña por pedir el voto de los ciudadanos deseosos de recuperar la estabilidad política y la recuperación económica, arrasadas en Cataluña por el desafío independentista, como demuestran la salida masiva de empresas o los datos de crecimiento del paro en la autonomía. En el PP consideran que su formación y la figura de Rajoy pueden encarnar mejor que sus competidores esos deseos de recuperación del orden legal y de confianza en la prosperidad que tienen los catalanes hartos del secesionismo.