El fatídico 13-N: el asesinato de Lucrecia Pérez, los crímenes de Alcàsser y el Prestige

Los crímenes de Alcàsser

Hoy se cumplen 25 años del secuestro, violación y asesinato de Toñi, Desirée y Míriam, las tres niñas de Alcàsser que cayeron en manos de dos delincuentes cuando hacían autoestop para ir a una discoteca el 13 de noviembre de 1992. Las niñas, que entonces tenían entre 14 y 15 años, nunca llegaron al local, y es que Miguel Ricart y Antonio Anglés se las llevaron a una casa en ruinas, donde las torturaron y agredieron sexualmente. La mañana siguiente, el 14 de noviembre de 1992, Anglés les pegó un tiro en la cabeza y enterró sus cadáveres. Tras dos meses buscando a las pequeñas, sus cuerpos fueron hallados el 27 de enero de 1993.

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El 5 de septiembre de 1997, la Audiencia de Valencia condenó a Miguel Ricart a 170 años de cárcel por el triple crimen, pero este salió de prisión en 2013 tras la derogación de la doctrina Parot. Más allá de que Ricart tan solo cumpliera una octava parte de la condena, el hecho más destacable de este suceso es que el segundo sospechoso, Antonio Anglés, logró huir en 1993 y a día de hoy todavía se encuentra en paradero desconocido. Por otra parte, cabe señalar el propio fallo de la Audiencia Provincial de Valencia, en el que se sugiere que Anglés y Ricard pudieron cometer los crímenes con ayuda, "posiblemente de alguna otra persona más". 25 años después de que las tres niñas fueran asesinadas, son muchas las incógnitas que siguen sin resolverse.

El asesinato de Lucrecia Pérez

Lucrecia Pérez tenía 33 años cuando fue asesinada a tiros por un guardia civil fuera de servicio, crimen que cometió con la ayuda de tres adolescentes el 13 de noviembre de 1992. El suceso se produjo cuando la víctima, una emigrante dominicana, cenaba con otros compatriotas entre las ruinas de la antigua discoteca Four Roses, en el barrio madrileño de Aravaca. En aquellos años, decenas de inmigrantes utilizaban el lugar como refugio, por lo que los cuatro delincuentes, todos ellos cercanos a movimientos ultraderechistas, decidieron que era el objetivo perfecto para ir de 'caza'.

Debido a sus connotaciones racistas, el caso del asesinato de Lucrecia Pérez provocó una gran conmoción y los cuatro implicados en el crimen fueron condenados a penas que sumaron 126 años de cárcel: el guardia civil a 54 años y los menores a 24 de reclusión. El asesinato de Lucrecia fue además reconocido como el primer crimen de odio en España, por lo que este mismo domingo decenas de madrileños decidieron salir a la calle para recordar el suceso y manifestarse una vez más contra el racismo.

La tragedia del Prestige

El 13 de noviembre de 2002, el petrolero Prestige se encontraba a 52 kilómetros de Finisterre cuando se vio inmerso en un temporal que acabó provocándole brecha en el casco. Dada la gran cantidad de crudo que transportaba, las autoridades comenzaron entonces a trabajar en diversos planes para evitar el vertido, pero todos ellos resultaron inútiles: a las ocho de la mañana del 19 de noviembre, los guardacostas intentaron alejar el barco de la costa, pero este se partió en dos y se hundió a una profundidad de casi 4.000 metros. El vertido de crudo que siguió a dicho hundimiento es considerado como uno de los mayores desastres ecológicos de la historia de España.

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Quince años después, la Audiencia Provincial de A Coruña todavía está tratando de cuantificar los daños que ocasionó esta tragedia, un análisis que podría terminar el próximo año, según informa este lunes 'La Voz de Galicia'. Dicho trabajo es de vital importancia para la comunidad, y es que una vez se tenga preparado el informe correspondiente, el Estado acudirá a la jurisdicción británica para reclamar los 1.000 millones de dólares de la póliza suscrita por el armador con el London P&I Club. Dependiendo de la respuesta que se obtenga en Reino Unido, esta acción podría poner punto y final a un caso que comenzó en noviembre de 2002 y que ya ha pasado por el Tribunal Supremo, la jurisdicción civil de Nueva York y varios juzgados franceses.