Casado aplaza a enero su decisión sobre las principales candidaturas como Madrid

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, volvió a ampliar el plazo que se da para decidir las principales candidaturas de la formación para las elecciones municipales y autonómicas de mayo del próximo año, como es el caso de la de Madrid, y ahora se fija como fecha tope mediados de enero, antes de la convención que será convocada para los días 18, 19 y 20 de ese mes.

Hasta este mismo lunes, la dirección del partido mantenía que los cabezas de lista de las principales capitales y las presidencias de las Autonomías se irían anunciando durante el mes de noviembre para tener todo cerrado en el primer fin de semana de diciembre, cuando estaba previsto en primera instancia que se celebrara la convención. Aplazada esa última asamblea por los comicios autonómicos andaluces adelantados por Susana Díaz, Casado aprovechará ahora para tomarse otro mes y medio de reflexión para designar candidatos. Ahora, las proclamaciones empezarán después de las andaluzas y se prolongarán hasta entrado enero.

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El presidente del PP anunció la cita de la convención nacional y el nuevo retraso en sus decisiones clave de los comicios locales en un desayuno informativo organizado por Europa Press, foro en el que dijo que se ve pronto gobernando "porque hace falta". Se refería con esa frase al rumbo y las decisiones económicas, presupuestarias y políticas que toma o esboza Pedro Sánchez en el Gobierno al ceder ante los independentistas o poner las bases para otra recesión económica.

El líder de los populares no quiso dar pista alguna sobre los nombres que baraja para el cartel de su partido en Madrid, ayuntamiento y comunidad, pero sí dijo que habrá una "revolución". Entre los asistentes al foro estaba el actual presidente del gobierno regional, Ángel Garrido, junto con el portavoz del grupo municipal, José Luis Martínez Almeida.

Casado aprovechó para pedir la unidad del centro derecha en esos comicios. Preguntado por Vox, recordó que con los pocos votos que el nuevo partido de derechas logró en Madrid en 2015, su formación se hubiera garantizado la alcaldía de la capital frente a los concejales que al final sumaron Podemos y el PSOE para dar el cargo a Manuela Carmena.

Sobre el caso de Barcelona, Casado comentó que él se lleva "bien" con el exprimer ministro de Francia Manuel Valls, pero que es un candidato que se define "de izquierdas, socialista y progresista". Agregó que en la capital catalana hay muchos ciudadanos que quieren un proyecto liberal conservador, además de constitucionalista, que es el que representa el PP y que tendrá su candidatura en los comicios de mayo.