Casado pide a Sánchez que renuncie al pacto en Navarra con nacionalistas y Bildu

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se reunieron este lunes por la mañana en el Palacio de la Moncloa a petición del dirigente socialista con el objetivo de hablar de la sesión de investidura pendiente y sin que la entrevista sirviera para desbloquearla. Según fuentes del PP, la cita fue solicitada por el jefe del Ejecutivo la semana pasada y Casado se limitó en la conversación posterior a reiterar que no se abstendrá. También recordó como exigencia previa que los socialistas deberían desistir de hacerse con la Comunidad foral de Navarra con el apoyo de los nacionalistas vascos (Geroa Bai) y la abstención de Bildu.

El líder de la oposición hizo los mismos planteamientos de su primera entrevista con Sánchez celebrada en el Congreso después de que el secretario general del PSOE recibiera el encargo del Rey de buscar apoyos para su investidura. El primero era insistir en que si Navarra Suma (la coalición que encabezá UPN y secunda el PP con Ciudadanos y que ganó los comicios autonómicos) llega al poder, sus 2 diputados en la Cámara Baja sí podrían abstenerse en la investidura y aliviar a Sánchez de su dependencia de los grupos independentistas catalanes.

En medios del PP comentaron que su presidente acudió a La Moncloa por "lealtad institucional", en las condiciones de discreción absoluta que había requerido Presidencia del Gobierno y pese a ser conscientes del empeño de Sánchez en mantener la vía abierta de las abstenciones "masivas" (también del centro derecha) para garantizarse la investidura mientras continúa los tanteos con Podemos y ERC más el PNV.

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Casado aprovechó para explicar su alarma ante los avances de la dirigente socialista María Chivite para ser presidenta del Gobierno foral tras un pacto con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra y con la abstención de Bildu.

El presidente de los populares advirtió de la gravedad de ese giro histórico de los socialistas, hasta ahora renuentes a pactar con herederos de Batasuna. El pasado sábado desde Pamplona, Casado advirtió a Sánchez de que "no se puede estar con Bildu, los proetarras, y al mismo tiempo pedir que se abstenga el Partido Popular". "Somos completamente incompatibles", manifestó.

Sobre Cataluña, según fuentes del PP, el jefe de la oposición propuso retomar medidas legales urgentes, como la intervención económica o las leyes de seguridad nacional, para para poner freno a los independentistas.

Desde el PSOE se ha confirmado también este encuentro y se ha explicado que los dos líderes han conversado además sobre las instituciones comunitarias, las próximas citas europeas previstas y la reunión del G-20 convocada en Japón a finales de esta semana.

Sánchez y Casado han hablado sobre la situación de los órganos de gobierno de la UE en un momento en que los líderes europeos y las familias políticas están negociando el reparto de los grandes cargos institucionales de la Unión.

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Es la tercera cita entre ambos tras las elecciones generales del pasado 28 de abril y en medio de las conversaciones abiertas por el líder del PSOE para buscar apoyos de cara a su investidura.

La reunión se produce en un momento complicado en las negociaciones de la investidura de Sánchez con su socio preferente, Podemos, porque el candidato no quiere ministros de este partido en su Gobierno y la formación morada insiste en que ésa sea una condición para apoyarlo.

En las últimas semanas Sánchez ha insistido en apelar a la responsabilidad de PP y de Ciudadanos para que con su abstención faciliten la investidura y la gobernabilidad, aunque en todo momento ha recibido por respuesta la negativa tanto del partido de Casado como del de Albert Rivera.

Según fuentes de Ciudadanos, el lunes de la semana pasada, Moncloa también había solicitado una reunión discreta con Albert Rivera, algo que este rechazó al considerar que los electores quieren que Cs haga una oposición seria, firme y constructiva.