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La escisiones de Podemos se reactivan como izquierda alternativa: de Más País a Anticapis
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ACELERAN SUS CONGRESOS FUNDACIONALES

La escisiones de Podemos se reactivan como izquierda alternativa: de Más País a Anticapis

Más Madrid elegirá su dirección en junio para luego abrir el debate "a nivel estatal", mientras los Anticapitalistas se preparan ya para un ciclo de movilizaciones

Foto: Íñigo Errejón y Teresa Rodríguez, en una imagen de archivo correspondiente a un acto con motivo del día de Andalucía. (EFE)
Íñigo Errejón y Teresa Rodríguez, en una imagen de archivo correspondiente a un acto con motivo del día de Andalucía. (EFE)

Las dos escisiones de Podemos, Más Madrid (Más País, en el Congreso) y Anticapitalistas, han acelerado en los últimos días su procesos asamblearios para culminar sus respectivas constituciones orgánicas y tratar de situarse como izquierda alternativa a las formaciones del Gobierno de coalición. Todo ello en un contexto de previsible desgaste del Ejecutivo progresista como consecuencia de la crisis social y económica, que ya asoma por la pandemia del coronavirus. La izquierda no gubernamental busca así anticiparse para capitalizar el descontento, de producirse un nuevo ciclo de movilizaciones, e ir ganando posiciones en el espacio electoral que podrían perder las formaciones en el Gobierno.

Para ello, quieren tener a punto sus estructuras antes del verano. Más Madrid lo hará en junio, cerrando su estructura y eligiendo a los miembros de su dirección, mientras que Anticapitalistas, la escisión que tiene como caras visibles a Teresa Rodríguez y a José María González 'Kichi', alcalde de Cádiz, celebrará una conferencia política para constituirse oficialmente "en cuanto la situación sociosanitaria nos lo permita".

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante la Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre II. (EFE)

Los Anticapitalistas son los más críticos con el Ejecutivo progresista y la decisión de Podemos de participar en este al estar liderado por los socialistas. Este mismo jueves, arremetían contra la formación que contribuyeron a fundar a través de un comunicado en el que anunciaban su nueva hoja de ruta: "De nuevo, un proyecto de izquierdas se subordina en el corto plazo a la lógica del mal menor, aceptando renunciar a sus políticas a cambio de una influencia escasa y no decisiva en el consejo de ministras. Pese a la propaganda gubernamental, las políticas de la coalición no rompen con el marco económico ortodoxo, no apuestan por la redistribución de la riqueza, por reforzar radicalmente lo público y por desobedecer a las instituciones neoliberales".

Esta neonata formación, que también tiene entre sus filas al eurodiputado Miguel Urbán, no esconde para justificar una hoja de ruta beligerante contra el Gobierno de coalición que, con motivo de la crisis: "Los próximos meses y años serán el escenario de grandes batallas entre las clases. La crisis en curso no es coyuntural: es una crisis sistémica, económica, ecológica, de cuidados. Supondrá grandes realineamientos políticos, culturales y sociales". Es por ello que defienden una apuesta por construir "un movimiento anticapitalista abierto a todo tipo de luchas y experiencias". En esta línea, añaden que "en un contexto de crisis sistémica profunda, creemos que una apuesta para avanzar en democracia y justicia social pasa necesariamente por construir fuerza social, políticas ambiciosas y preparar un enfrentamiento contra las élites".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, durante el minuto de silencio en la sesión de control de este miércoles. (EFE)

La ruptura de este sector y sus críticas a la participación de Podemos en el Gobierno de coalición fueron interpretadas por el cofundador de la formación Juan Carlos Monedero, en declaraciones a este diario, por su supuesta alergia a tocar poder. "De fondo, creo que en IA (Izquierda Anticapitalista), como ocurre en las corrientes trotskistas, gobernar no es casi nunca una prioridad. En su lectura, por lo general muy elaborada, siempre la situación objetiva está madura para cambios estructurales y piensan que cualquier cesión debilita la revolución, de la cual ellos, por cierto, son, en su tradición, los principales intérpretes. El trotskismo no suele ser muy humilde y piensan que casi son los únicos que saben leer correctamente las necesidades políticas. Un partido como IA experimenta una contradicción enorme si está en el Gobierno con el PSOE y al tiempo mantiene intacta la posibilidad de cambios revolucionarios en España".

Tándem Rita Maestre-Íñigo Errejón

Más País, por su parte, celebrará el próximo mes de junio su congreso fundacional para constituir su plataforma en Madrid que, según avanzaba su portavoz municipal, Rita Maestre, en una entrevista con la agencia Europa Press, "no tendrá ni secretaría general ni otras estructuras verticales de partidos políticos al uso, esto es, irá a un modelo donde no se produzca esa concentración de poder tan extrema en una figura o en unas pocas figuras". Primero se elegirán los miembros de la dirección y tras el verano se debatirán y aprobarán las bases políticas. El propio Íñigo Errejón ya había avanzado su intención de crear "una organización que quizá no tiene que tener un secretario general, en la que las decisiones se tomen lo más pegadas al territorio".

Foto: Las nuevas guerras políticas, un podcast de El Confidencial

Un proyecto "progresista, fuerte, verde, ecologista y feminista" es como define Maestre los pilares de esta nueva formación que nació como marca electoral para las pasadas municipales y autonómicas. Como trasladaba Maestre en la misma entrevista, tras constituirse la plataforma en Madrid, "tendrá que haber otros debates, con otras asambleas territoriales, a nivel estatal, para ver cuál es la vinculación y el proyecto que se construye" en torno a Más País.

A nivel del Congreso, Más País está apostando por realizar una oposición más constructiva, aunque sin rehuir la crítica. Desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia del covid-19, Errejón ha ido ganando a pasos acelerados visibilidad, influencia, tanto a la hora de las propuestas como a la de marcar discurso, y cierta legitimidad. Su receta se basa en dos elementos. Uno más estructural, que se debe a una elaborada estrategia de oposición constructiva y a un trabajado discurso, y otro coyuntural, que paradójicamente tiene que ver con la incomparecencia de JxCAT, sus circunstanciales socios en el Grupo Plural.

Las dos escisiones de Podemos, Más Madrid (Más País, en el Congreso) y Anticapitalistas, han acelerado en los últimos días su procesos asamblearios para culminar sus respectivas constituciones orgánicas y tratar de situarse como izquierda alternativa a las formaciones del Gobierno de coalición. Todo ello en un contexto de previsible desgaste del Ejecutivo progresista como consecuencia de la crisis social y económica, que ya asoma por la pandemia del coronavirus. La izquierda no gubernamental busca así anticiparse para capitalizar el descontento, de producirse un nuevo ciclo de movilizaciones, e ir ganando posiciones en el espacio electoral que podrían perder las formaciones en el Gobierno.

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