Una 'rastreadora' para hacer frente al coronavirus desde el Ministerio de Sanidad

De la primera línea de la pandemia al Ministerio de Sanidad. El Gobierno nombró este martes a Silvia Calzón (Sevilla, 1975) como nueva secretaria de Estado de Sanidad, cargo de nueva creación para hacer frente al SARS-CoV-2. El virus no solo deja su huella en la reconfiguración del ministerio, sino en el perfil de la persona elegida para ocupar este despacho. Calzón es médica especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y hasta ahora ejercía como epidemióloga de atención primaria en el Servicio Andaluz de Salud.

La nueva secretaría de Estado nace de "la necesidad de reforzar el Ministerio de Sanidad de cara al control de posibles rebrotes de la enfermedad, así como ante la aparición de nuevas enfermedades de potencial pandémico", explicó el Gobierno. La elegida para ocupar el puesto conoce de primera mano el trabajo de vigilancia epidemiológica, pues en los últimos meses ha ejercido de epidemióloga de atención primaria en el distrito sanitario de Sevilla. Desde allí ha coordinado el trabajo de identificación y rastreo de casos en los últimos meses.

"Ella estaba trabajando en el ámbito de la búsqueda de contactos y los seguimientos", dice Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública. "Es una persona con un perfil muy interesante. Conoce las tripas, qué cosas sirven y qué cosas no para hacer frente a esta pandemia".

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March la entrevistó a mediados de mayo en una charla junto a Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), para 'Gaceta Médica'. Calzón ya señalaba el principal problema que han tenido muchas comunidades meses después. "Es probable que requiera muchos más recursos humanos", dijo."Los estudios de contactos se hacen desde epidemiología, pero en coordinación con los centros de atención primaria. ¿Qué es lo que pasa aquí? Que este reto es distinto y nuevo. El volumen de casos que vamos a manejar y la forma pueden diferir bastante de cómo nos enfrentamos a otros tipos de enfermedades de declaración obligatoria".

"Conforme avance la desescalada, los estudios de contactos volverán a tener la complejidad de las personas con una vida social normalizada. Esto es un proceso que lógicamente va a consumir muchos recursos, pero que son recursos necesarios, probablemente ahora la única salida", comentó Calzón, que también señaló las dificultades del trabajo de rastreo. "No es fácil preguntarle a la gente por su vida, ni con quién se relaciona ni pedirle que nos diga la verdad", dijo.

La falta de un mejor sistema de vigilancia impidió a España controlar la primera ola de la pandemia, lamentó. "Hay que reforzar las dos cosas, tanto la atención primaria como la red de salud pública. En este momento es clave y en el futuro lo seguirá siendo. Ahora estamos intentando controlar una enefemedad, nos va a llevar muchos meses este trabajo. Pero también habrá que empezar a vigilar otros problemas de salud pública que surjan a partir de aquí", explicó.

Además de médica, Calzón es doctora en Economía por la Universidad de Granada. Tiene un máster en salud pública y gestión sanitaria, otro en economía de la salud y el medicamento y un diploma en especialización en género y salud. Antes de su último puesto fue gerente de las Áreas de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba y Sur de Sevilla del Servicio Andaluz de Salud. "Llegará el momento de vigilar las consecuencias de la pandemia en la crisis económica y las consecuencias de esa crisis en el posible incremento de las desigualdades sociales en salud. Cuál va a ser el impacto en las desigualdades de género...", dijo en mayo.

En esa charla, Calzón también abogó por una mejor coordinación y por la creación de una agencia estatal de salud pública, una posibilidad recogida por la Ley General de Salud Pública de 2011, pero aún no desarrollada. "Agencia estatal u otro nombre. Da igual el color del gato, lo importante es que cace ratones. Lo que sí está claro es que hace falta mejorar la gobernanza. No puede ser que hayamos llegado en un determinado momento a aportar datos diferentes y a medir las cosas de manera diferente", se quejó.