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"Mientras Sánchez busca protegerse a sí mismo, la sociedad española se desgasta"
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ENTREVISTA A CUCA GAMARRA, PORTAVOZ DEL PP

"Mientras Sánchez busca protegerse a sí mismo, la sociedad española se desgasta"

La portavoz acusa al presidente de repartir las responsabilidades para no desgastarse él y defiende que es la ministra Celaá quien ha generado alarma con la vuelta al cole por la improvisación y el caos

Foto: La nueva portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, en la sede del partido en Génova. (Carmen Castellón)
La nueva portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, en la sede del partido en Génova. (Carmen Castellón)

Ya ejerce como portavoz del PP en el Congreso, aunque recibe a este diario en la sede nacional de la calle Génova hasta poner al día los nuevos despachos. Cuca Gamarra (Logroño, 45 años) no ha descansado estas vacaciones. “Nadie podía imaginarse que 2020 sería así”, repite en varias ocasiones. Está convencida de que los cambios en la cúpula popular responden a que hace falta centrarse mucho en la gestión, aunque defiende que la ideología está igual de presente. Ve el ofrecimiento de Sánchez a las CCAA para aplicar el estado de alarma solo como una “jugada” y advierte que mientras el presidente busca “protegerse a sí mismo” quien se desgasta es la sociedad española y la economía. Los populares afrontan el nuevo curso con la cita en Moncloa, donde insistirán en su plan B jurídico y lo que tienen claro, zanja la portavoz, es que “no es momento de mociones de censura” como propone Vox.

PREGUNTA. Esta semana se ha estrenado como portavoz del PP en el Congreso. ¿Qué significa el cambio para su partido?

RESPUESTA. Hablar de uno mismo siempre es incómodo. En realidad no se produjo un único cambio, sino varios. El presidente Casado tiene la responsabilidad de adaptar la acción del partido al momento social y político que se vive. Y en ese marco ha tomado unas decisiones de cambio entre las que está también el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, Ana Pastor y yo misma en distintos roles. ¿Qué significa? Que la realidad española en este 2020 ha cambiado completamente, no era la que esperábamos cuando nos comíamos las uvas, y eso nos tiene que llevar a adaptarnos y entender qué papel jugamos. El PP necesita centrarse muchísimo en la gestión, lo que implica que los equipos que tenemos, que son muchos y con grandes trayectorias, estemos en la primera línea.

placeholder La portavoz parlamentaria carga contra la 'improvisación' del Gobierno en la vuelta al cole. (Carmen Castellón)
La portavoz parlamentaria carga contra la 'improvisación' del Gobierno en la vuelta al cole. (Carmen Castellón)

P. ¿Ahora apuestan más por la gestión que por la ideología?

R. Nada que ver. A veces estos conceptos se ponen en contraposición. Yo creo que tienen que ir juntos. En los momentos de dificultad es cuando tiene que haber más gestión, y no porque cambie la ideología o se relaje, todo lo contrario. La gestión es el instrumento para que la ideología se convierta en iniciativa, en propuestas efectivas y reales. Y eso es en lo que estamos. En momentos de tensión y presión social como la de ahora —porque estamos ante una crisis sanitaria, social, económica e institucional, esta última promovida por el propio Gobierno— es cuando se necesita más escucha. Y los que venimos de la política local lo sabemos bien. Hay que escuchar a la gente. Cuando registramos, por ejemplo, la ley de okupas es porque sabemos que hay un problema real, y la ideología en este caso es la defensa de la libertad privada.

P. Cayetana Álvarez de Toledo dice que no esperaba los “ataques que ha recibido dentro del PP”. ¿Usted cree que va a seguir en el grupo parlamentario?

R. Yo creo que Cayetana Álvarez de Toledo tiene un capital político inmenso e incuestionable. Esa es una decisión personal y si ella decide continuar, por supuesto, va a tener la posibilidad de trabajar y yo así lo voy a promover.

P. ¿Usted cree que la exportavoz aporta en el grupo popular?

R. Siempre. La grandeza del PP es la pluralidad y cuantos más seamos, mejor. Todo el mundo aporta. Ella también.

"El PP necesita centrarse muchísimo en la gestión. Los cambios en el partido responden a adaptarnos a la situación que vivimos ahora"

P. ¿El ofrecimiento de Sánchez a las CCAA para pedir un estado de alarma en sus territorios fue solo una jugada política? Porque la posibilidad ya existía.

R. Sin duda. La comparecencia de Sánchez, después de las vacaciones más largas de cualquier español en el año más duro para todos, fue la de un presidente a la fuga. Un presidente que renunciaba a ejercer sus competencias y su liderazgo. Y todo por una jugada meramente política que poco o nada aporta más allá de evadir el bulto.

P. ¿El objetivo del presidente es desgastar a los líderes autonómicos? Por eso de que tengan que ir al Congreso a pedir ellos la aplicación de la alarma.

R. Bueno, nos contó como novedad algo que ya está en una ley orgánica desde hace 35 años, y que él mismo aplicó además hace meses. Y se inventó, algo que forma parte de su marketing de proteger al líder y no los españoles, ese reparto de responsabilidades para no desgastarse él. Pero mientras busca protegerse a sí mismo, la sociedad española y la economía se desgastan, la situación sanitaria se sigue complicando y la social cada día es más dura.

placeholder El PP insiste en el plan B jurídico como alternativa al estado de alarma. (Carmen Castellón)
El PP insiste en el plan B jurídico como alternativa al estado de alarma. (Carmen Castellón)

P. Si las cifras no se detienen y los rebrotes se descontrolan en las autonomías que gobierna el PP, ¿siguen descartando echar mano de la alarma?

R. El contexto en el que quiere que nos movamos Sánchez es estado de alarma o la nada. Y lo que le plantean los presidentes autonómicos, incluyendo los del PSOE, es que hay que impulsar reformas legislativas para poderles dotar de instrumentos y tener otros escenarios. Unos escenarios, por supuesto, donde no se limiten derechos y libertades como en un estado de alarma, pero que les permitan actuar. El planteamiento es que hay un plan B y es el que Pablo Casado le ha puesto encima de la mesa. Negar esto es renunciar a gobernar. Los presidentes del PP lo que dicen es que necesitan instrumentos. Han estado gobernando, abordando incluso lo que el presidente del Gobierno ha renunciado a hacer. No todo el mundo puede estar equivocado salvo Sánchez.

P. Hay un debate jurídico en torno a ese plan B. Puede ser un problema restringir derechos fundamentales, como la libertad de circulación, sin un mecanismo constitucional como la alarma, que tenga control parlamentario o una ratificación judicial. Podría sentar un precedente peligroso.

R. Nosotros creemos que en escenarios inéditos hace falta iniciativa política. En estos momentos, el marco legislativo que tenemos se tiene que abordar sobre la única ley orgánica que hay, claro, pero es una limitación máxima de derechos y libertades. Y estas limitaciones deben de ser excepcionales. Nadie duda de esa excepcionalidad, pero planteamos —siempre, por supuesto, a través de una ley orgánica— un mecanismo que haga que esa limitación de derechos y libertades sea la mínima necesaria en cada situación. El estado de alarma es una de las situaciones de excepcionalidad más duras. Nuestra propuesta de reformar las leyes ordinarias es mucho más garantista. Hemos podido observar que Sánchez ha utilizado esa limitación tan excepcional para cuestiones que iban mucho mas allá de la crisis sanitaria. De hecho, le ha servido para que Iglesias hoy esté en el CNI o para modificar leyes que no tenían que ver con la pandemia.

"La estigmatización del estado alarma tiene mucho que ver con que el Gobierno lo usa para sus fines. Eso debilita el instrumento"

En el PP planteamos que ante situaciones excepcionales haya audacia y valentía de los políticos, también para legislar de forma urgente. Pero solo para lo estrictamente necesario, no para dar un marco de comodidad para el Gobierno que le permite adoptar decisiones que a él le interesan.

P. ¿Tiene la sensación de que se ha estigmatizado el estado de alarma? Da la sensación de que recurrir a esta herramienta es casi un pecado.

R. El PP apoyó tres prórrogas del estado de alarma y sin negociar ni mercadear. La estigmatización tiene mucho que ver con cómo lo ha utilizado el Gobierno para sus fines y para negociar con otros partidos a cambio de su apoyo. Y eso debilita el instrumento y hace que los españoles desconfíen. Los españoles no somos tontos y hemos visto cómo hablando de la prórroga del estado de alarma Sánchez ha negociado con Bildu la derogación de la reforma laboral. Nada más y nada menos que con los herederos del brazo político de ETA para acabar con una reforma laboral que además ha funcionado. Esa utilización que ha hecho el Gobierno del estado de alarma penaliza la apreciación que tienen los españoles sobre el instrumento.

placeholder Gamarra en un momento de la entrevista. (Carmen Castellón)
Gamarra en un momento de la entrevista. (Carmen Castellón)

P. El foco de la pandemia está puesto ahora en la vuelta a las aulas. Y eso que la ministra Celaá tiene la percepción de que se ha generado mucha alarma en torno al asunto.

R. Una alarma excesiva que ella ha creado. Porque si desde el minuto uno trasladas a la sociedad un liderazgo y una coordinación real, la desconfianza no se produce. Y además tendríamos unas CCAA que sabrían lo que el Gobierno está planteando, una comunidad educativa que se siente respaldada y forma parte de un equipo; y unos padres y alumnos que sentirían que tienen detrás un gran país. Pero lo que hemos tenido es una pasividad absoluta en Sánchez, cosa que por cierto no vemos en otros líderes europeos. Lo que ha habido es una improvisación y un caos que afecta a ocho millones de estudiantes que dejaron de ir a clase en el mes de marzo. Hablamos de millones de familias que están pendientes de lo que es su día a día. Y también la vuelta al colegio es la piedra angular del sistema económico porque la conciliación entre la vida laboral y la personal y familiar es clave. Es decir, que el elemento desestabilizador han sido la propia ministra y el presidente Sánchez, dejando que pasara el tiempo sin hacer nada.

P. Celaá, por cierto, comparece la semana que viene en el Congreso. Quien se libró fue Pablo Iglesias por el asunto de la financiación de su partido. ¿Qué le pareció la postura del PSOE en la Diputación Permanente?

R. Pues lo más sorprendente de aquel debate fue que el abogado defensor de Iglesias y Podemos fuera el PSOE. Es la demostración de que ese manual de resistencia de Sánchez es hacer resistir a Pablo Iglesias como vicepresidente del Gobierno de España, aunque no ejerza sus competencias y aunque el reloj de arena se haya dado la vuelta y se le esté terminando el tiempo. Queda acreditado que esa moral de la que hablaba Iglesias que debía devolverse a las instituciones y que promovió la moción de censura era exclusivamente el poder por el poder.

Aún así, el PP ya ha registrado una comisión de investigación sobre la financiación de Podemos. Es un tema preocupante porque hablamos de un partido que tiene una escasa trayectoria, que dijo venir para regenerar la política y que en tiempo récord acumula demasiadas informaciones que lo alejan bastante de la dignidad política y la transparencia.

Foto: El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en el pleno del Congreso. (EFE)

P. La semana que viene se reúnen Sánchez y Casado. ¿Descartan un acuerdo en la renovación de los cargos institucionales pendientes?

R. El presidente Casado siempre ha acudido a todas las reuniones con propuestas y pactos de Estado, pero ninguno ha sido aceptado hasta este momento. Y ahora va a seguir en la misma linea. Lo primero, con el plan B desde el punto de vista jurídico para afrontar la pandemia, el plan B en materia sanitaria con ese plan Cajal en el que hemos trabajado en la comisión de reconstrucción, una alternativa en el ámbito económico para la que pedimos que se extiendan los ERTE hasta final de año, y ahora sumamos el plan B educativo por nuestra preocupación ante la falta de coordinación y liderazgo. Este es el escenario en el que vuelve Casado a Moncloa porque estos son los problemas urgentes e importantes para los españoles.

P. Pero la renovación de los órganos, aunque no sea un problema urgente para los españoles, hay que hacerla.

R. La renovación de los órganos es una cuestión que la maquinaria de Moncloa pone de manera interesada en la primera linea del debate público, pero lo que preocupa es otra cosa. Sobre la negociación de la renovación hemos hablado muy claramente: con el socio de Sánchez, que ataca a la monarquía y al marco constitucional, que ataca al poder judicial, a la Guardia Civil o a los medios de comunicación cuando las informaciones demuestran cuestiones que le afectan… Nosotros ahí no podemos estar.

P. ¿Hay alguna posibilidad de que el PP apoye unos Presupuestos de emergencia?

R. Los Presupuestos son un proyecto político y un programa de Gobierno. Y en este caso el programa PSOE-Podemos está en las antípodas de lo que creemos que necesita España. El PP nunca va a poder apoyar un instrumento que desarrolla políticas comunistas y socialistas en las que no creemos. Somos la alternativa y eso es incompatible con apoyar algo que creemos que es malo para España. Pero hay otra cuestión además. Este globo que infla constantemente Moncloa se basa en algo que nadie conoce. Nadie ha visto un papel encima de la mesa. La realidad es que no hay ni dos folios. Puede que los haya en las mesas de algunos de esos socios que quieren destruir España, pero no en los que estamos en el marco constitucional.

placeholder El PP insiste en que no es momento de mociones de censura. (Carmen Castellón)
El PP insiste en que no es momento de mociones de censura. (Carmen Castellón)

P. Sobre la moción de censura de Vox, ¿su posición, aunque no sea un apoyo, podría ser una abstención?

R. Lo que tenemos claro es que este no es el momento de mociones de censura. Estamos en mitad de una pandemia y tenemos, es verdad, el peor Gobierno para el peor momento posible. Pero nosotros tenemos la responsabilidad de no generar más inestabilidad a un país y trabajar para que desde el control parlamentario las cosas cambien. Esa moción de censura es imposible numéricamente, por lo que es un instrumento para reforzar a Sánchez. El tiempo en política es limitado y tú decides a qué destinarlo. Nosotros, allí donde gobernamos queremos centrar todos los esfuerzos a liderar la crisis y, en la política nacional, como líderes de la oposición, controlar al Gobierno, dar alternativa y estabilidad en lo que podamos a España.

P. ¿Vox presenta la moción de censura para desalojar a Sánchez del poder o para apretar y hacer daño al PP?

R. Evidentemente está la cuestión de que el PP está creciendo y es un partido en el que el centro derecha confía cada vez más. Y solo con un centro derecha unido somos una alternativa real y posible al Gobierno de PSOE y Podemos. En ese sentido creo que también hay una estrategia de aquellos que se consideran nuestros adversarios políticos en el mismo espectro ideológico. Pero se equivocan. El objetivo tiene que ser desalojar a este Gobierno, pero hacerlo de una manera responsable.

Ya ejerce como portavoz del PP en el Congreso, aunque recibe a este diario en la sede nacional de la calle Génova hasta poner al día los nuevos despachos. Cuca Gamarra (Logroño, 45 años) no ha descansado estas vacaciones. “Nadie podía imaginarse que 2020 sería así”, repite en varias ocasiones. Está convencida de que los cambios en la cúpula popular responden a que hace falta centrarse mucho en la gestión, aunque defiende que la ideología está igual de presente. Ve el ofrecimiento de Sánchez a las CCAA para aplicar el estado de alarma solo como una “jugada” y advierte que mientras el presidente busca “protegerse a sí mismo” quien se desgasta es la sociedad española y la economía. Los populares afrontan el nuevo curso con la cita en Moncloa, donde insistirán en su plan B jurídico y lo que tienen claro, zanja la portavoz, es que “no es momento de mociones de censura” como propone Vox.

Pablo Casado Cayetana Álvarez de Toledo Cuca Gamarra
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