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Dos testaferros pagaron la factura de Juan Carlos I en un hotel de Londres en 2015
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dos correos acreditan las irregularidades

Dos testaferros pagaron la factura de Juan Carlos I en un hotel de Londres en 2015

Dos correos desvelan que Álvaro de Orleans y el empresario mexicano Sanginés-Krause pagaron por duplicado por error la estancia del rey emérito en The Connaught

Foto: Montaje: EC.
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El rey Juan Carlos habría utilizado a tantos testaferros que algunos de sus gastos fueron pagados por duplicado por falta de entendimiento entre ellos. Dos correos electrónicos de marzo de 2015 revelan que el primo del monarca que gestionaba su fortuna en Suiza, Álvaro de Orleans, y el empresario mexicano que presuntamente le abonó decenas de facturas, Allen Sanginés-Krause, pagaron dos veces por error la estancia del monarca en un hotel de 5 estrellas de Londres. Las comunicaciones, a las que ha tenido acceso El Confidencial, conectan definitivamente dos de las principales redes que empleó Juan Carlos I durante años para esconder una fortuna millonaria.

El primero de los correos fue enviado a las 18.09 horas del 23 de marzo de 2015 por la jefa de recepción del hotel The Connaught, un establecimiento de gran lujo situado en el exclusivo barrio londinense de Mayfair y que alberga en sus instalaciones un restaurante con dos estrellas Michelin, obras de arte originales y un spa holístico con tratamientos de hasta 700 euros. Las habitaciones más baratas arrancan en ese mismo precio. Las más caras superan los 10.000 euros por noche. El rey Juan Carlos lo eligió para pasar unos días en la capital británica.

No era la primera vez que visitaba Londres en esas fechas. Tras abdicar en junio de 2014, decidió fijar su residencia en Reino Unido. Su nueva casa sería un ático de 62,7 millones situado junto a Hyde Park que le había regalado el sultán de Omán. Pero en marzo de 2015 estaban realizándose obras en el inmueble y Juan Carlos I optó por alojarse en The Connaught. Además de supervisar la reforma, el ex jefe del Estado tenía en su agenda decenas de reuniones de trabajo para forjar una nueva red de contactos, tras verse obligado a renunciar a las relaciones que había manejado durante sus casi 40 años de reinado para intervenir en todo tipo de negocios, explican fuentes de su círculo.

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El correo descubierto ahora fue remitido por el hotel a Renata de Felipe, la secretaria de Álvaro de Orleans, y revela un equívoco en el que intervinieron los principales implicados en la estructura de ocultación del monarca. En un primer momento, el primo del rey transfirió a The Connaught una provisión de fondos de 6.500 libras, unos 8.700 euros al cambio en esas fechas, para garantizar la reserva de Juan Carlos I. Sin embargo, una tercera persona se puso posteriormente en contacto con el establecimiento para comunicar que sufragaría sus gastos.

"Querida Renata", empieza el primer correo en poder de este diario. "No estoy segura de que estés al tanto de esta información, pero hemos recibido una llamada esta mañana de Beatriz Olivares, la asistente del señor Sanginés-Krause, pidiendo hacerse cargo de las reservas del señor Vicente García Mochales", escribió la jefa de recepción. "Hemos recibido los datos de su tarjeta de crédito porque desean cubrir todos los gastos de su estancia y por tanto procederemos a reembolsarte la transferencia que recibimos por la cantidad de 6.500 libras", explicó la representante del establecimiento. "Por favor, te envío adjunta una copia del formulario de devolución que debes completar con todos los datos bancarios para que nuestro departamento de contabilidad proceda a devolver la transferencia". "Si tienes cualquier cuestión o necesitas algún tipo de ayuda, no dudes en contactarme personalmente", terminaba la comunicación.

El correo complica el futuro judicial de todos los mencionados. Por un lado, confirma que Álvaro de Orleans poseía fondos que solo eran disfrutados por Juan Carlos I. La Fiscalía del Cantón de Ginebra acumula decenas de indicios en esta dirección, aunque por ahora ha dejado al margen al primo del monarca. El grueso de los activos se escondían tras la Fundación Zagatka, que disponía de cuentas en Credit Suisse y Lombard Odier.

placeholder El hotel The Connaught en Londres.
El hotel The Connaught en Londres.

Por otro lado, el mensaje del hotel aporta una prueba adicional contra Vicente García Mochales, jefe de Seguridad de Zarzuela durante casi dos décadas. Como desveló este diario, ya se encargó de gestionar el pago de un viaje del rey a la Polinesia Francesa, durante los primeros días de 2016, con fondos de origen irregular. El nuevo correo demostraría que prestó su identidad para ocultar al verdadero beneficiario de otros desplazamientos.

El tercer salpicado por este documento es el empresario Sanginés-Krause. La Fiscalía del Tribunal Supremo lo investiga precisamente por haber abonado durante años decenas de gastos personales del monarca. En la mayoría de ocasiones habría usado a un coronel del Ejército del Aire del Palacio de la Zarzuela para tratar de esconder su relación monetaria con el rey emérito. Pero el correo desvela que, al menos esa ocasión, pagó directamente con su tarjeta de crédito toda la estancia del exjefe del Estado en The Connaught, incurriendo en un posible delito de blanqueo. Los hechos ocurrieron en suelo británico. Sanginés-Krause nació en México pero también tiene pasaporte del Reino Unido.

Un segundo correo remitido al día siguiente, el 24 de marzo de 2015, a las 10.51 horas, confirma que la secretaria de Álvaro de Orleans tramitó el reembolso. Renata de Felice reconoció a la responsable de recepción del hotel que no sabía que Sanginés-Krause iba a hacerse cargo de los gastos y le trasladó que le enviaría un fax para proceder a la devolución de las 6.500 libras. "Estoy a tu disposición por si necesitas cualquier otro detalle", terminó De Felice.

Foto: El rey emérito Juan Carlos I. (Reuters)

La secuencia de comunicaciones conecta la trama de Álvaro de Orleans, que se dirime en Suiza y el Tribunal Supremo desde hace meses, con las nuevas diligencias sobre el industrial mexicano. A esas dos piezas se suma una tercera igualmente relacionada con el patrimonio no declarado de Juan Carlos I y que tiene su origen en una alerta del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac). La sombra del monarca es cada vez más oscura y extensa.

El rey Juan Carlos habría utilizado a tantos testaferros que algunos de sus gastos fueron pagados por duplicado por falta de entendimiento entre ellos. Dos correos electrónicos de marzo de 2015 revelan que el primo del monarca que gestionaba su fortuna en Suiza, Álvaro de Orleans, y el empresario mexicano que presuntamente le abonó decenas de facturas, Allen Sanginés-Krause, pagaron dos veces por error la estancia del monarca en un hotel de 5 estrellas de Londres. Las comunicaciones, a las que ha tenido acceso El Confidencial, conectan definitivamente dos de las principales redes que empleó Juan Carlos I durante años para esconder una fortuna millonaria.

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