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¿Sobrevive el franquismo en el Ejército? "No, pero hace falta más pedagogía"
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las Fuerzas Armadas en el punto de mira

¿Sobrevive el franquismo en el Ejército? "No, pero hace falta más pedagogía"

La difusión de misivas contrarias al Gobierno y el contenido de un chat de militares retirados han puesto el foco de nuevo en la democratización de las Fuerzas Armadas

Foto: Los aviones C-101 de la Patrulla Águila, la unidad acrobática del Ejército del Aire. (EFE)
Los aviones C-101 de la Patrulla Águila, la unidad acrobática del Ejército del Aire. (EFE)
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La democratización de las Fuerzas Armadas vuelve a estar en el foco en 2020. En la semana en la que la Constitución cumple 42 años, la difusión de unas cartas de militares retirados y del contenido de un chat privado en el que se abogaba por fusilar a millones de personas han reavivado un debate que cada cierto tiempo vuelve a surgir: ¿mantiene el Ejército componentes franquistas 45 años después de la muerte del dictador? Asociaciones de militares han censurado las consignas planteadas, pero abogan por reforzar la enseñanza de "valores democráticos". El Ministerio de Defensa ha llevado ante la Fiscalía los mensajes por si tuvieran consecuencias penales.

Las informaciones han sido publicadas por 'infoLibre' y 'El País' en los últimos días, y a estas se ha unido un manifiesto suscrito por 271 militares en el que cuestionan la pervivencia de la unidad de España. Todos los pronunciamientos inciden en una línea similar. 73 mandos del Ejército de Tierra, pertenecientes a la XXIII promoción de la Academia General Militar (AGM) y con más de 70 años, firmaban una misiva dirigida a Felipe VI en la que advertían del derrumbe de la "cohesión nacional" en el ámbito socioeconómico y político y lo vinculaban con el Gobierno "socialcomunista" al que secundan "filoetarras" e "independentistas", una alianza que a su parecer amenaza "con la descomposición de la Unidad Nacional".

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles. (EFE)

Antes ya se había publicado un documento similar de antiguos altos cargos del Ejército del Aire, concretamente de la XIX promoción de la Academia. Paralelamente, salió a la luz pública el chat de esta última promoción en el que se abogaba por "fusilar a 26 millones de hijos de puta". Ya este jueves, en una nueva carta escrita por exmilitares sus firmantes recordaban su "juramento de defender la integridad de España y el orden constitucional, entregando la vida si fuera preciso".

El debate llegó a la sede parlamentaria esta semana. La ministra de Defensa, Margarita Robles, criticó abiertamente que estos antiguos militares se hubieran enfundado un uniforme "que ya no tienen derecho a llevar" y que traten de implicar a un Rey que es "de todos", en referencia a las cartas conocidas, mientras que elevó el tono contra los chats tras llevarlos ante la Fiscalía. "[Veo] un gran nivel de cobardía al querer apoyarse en una condición de militares que en su día tuvieron para mancillar a las Fuerzas Armadas". Este viernes, el propio jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general del aire Miguel Villarroya, emitió un comunicado en el que enfatizaba la neutralidad de las FAS y que las opiniones vertidas no pueden "considerarse representativas del colectivo". "Daña la imagen de las FAS", concluyó.

Ignacio Unibaso, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), afea en conversación con este medio la actitud mostrada por los firmantes y rechaza que los postulados mostrados sean mayoritarios en las fuerzas actuales: "Son un grupo de nostálgicos, de avanzada edad, que añoran esos tiempos pasados. Hoy en día las Fuerzas Armadas son plenamente democráticas", explica tras lo acontecido durante la semana. "Es gente que tuvo su poder en una época, que se crio en el franquismo y se ve que quieren seguir influyendo aunque no tengan esa influencia", explica el subteniente.

"Echamos en falta pedagogía, eso sí. En las academias hace falta más enseñanza en valores democráticos"

Él entiende que ni mucho menos son fuerzas que estén extendidas entre las casi 120.000 personas que integran las FAS, aunque reconoce que sí irían bien nuevos mecanismos que reforzaran la educación democrática. "Echamos en falta pedagogía, eso sí. En las academias hace falta más enseñanza en valores democráticos y eso lo venimos denunciando sobre todo cuando hablamos de la limitación de derechos de las Fuerzas Armadas. Me gustaría contar con más avances como la sindicación o la afiliación política porque no entiendo por qué no se va a poder hacer en unas FAS democráticas. Pero de ahí a los llamamientos que hacen estos...". "Como colectividad estoy convencido del respeto a la democracia".

Como recuerda Unibaso, los militares están sometidos a la Ley de Derechos y Deberes de las FAS, que fija que no pueden organizar ni participar en manifestaciones de carácter político o sindical. El subteniente pone el foco en que en los últimos tiempos Vox ha buscado "adueñarse de la imagen de las FAS" con atuendos relacionados con las mismas y sus pronunciamientos públicos constantes. Otro de los elementos que marcan a las Fuerzas Armadas es que estén sometidas a la jurisdicción militar. Precisamente, el pasado mes de febrero, ERC registró una propuesta para que esta quede restringida únicamente a situaciones de guerra.

"Después de 40 años de democracia, seguimos teniendo el 'San Benito' de tener una connotación del Antiguo Régimen"

Una línea similar sostiene Miquel Peñarroya, presidente de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFASPRO), que aleja por completo los mensajes y la parcialidad de las cartas de la propia institución. "Estos personajes no son miembros de las Fuerzas Armadas. No son militares. Lo único que hacen es perjudicar la imagen de las Fuerzas Armadas. Estos que se las dan de tan militares lo único que hacen es ir en contra del militar". De acuerdo a su perspectiva, "estas noticias favorecen la discriminación [salarial] que sufrimos. (...) Nuestros suboficiales se están yendo para presentarse a guardia civil raso", lamenta el subteniente en declaraciones a El Confidencial, en las que considera que estos pronunciamientos solo ayudan a desprestigiar la "imagen pública de los militares" y a que esté mal visto atender sus reclamos. "Cuando vamos a comprar el pan, el espíritu militar no me lo aceptan como medio de pago", ironiza.

"Después de 40 años de democracia seguimos teniendo el 'San Benito' de tener una connotación del Antiguo Régimen. Y eso, desgraciadamente, se traduce en la valoración y en las retribuciones miserables porque no es políticamente correcto subir el sueldo a los militares, porque como son herederos del franquismo pues no está bien", incide Peñarroya, que enmarca los mensajes sobre fusilamientos en "tonterías de un grupo de gente mayor" que está "desvinculada" de las FAS. "Nosotros manifestamos y ejercitamos la más estricta neutralidad política. El apelativo de militar no casa con esto. Un militar no hace esas declaraciones porque va en contra. Sería falta grave o delito hacer esas declaraciones".

Un estamento conservador

Hay que distinguir, claro, dos planos diferentes, tal y como apunta Pablo Simón, politólogo en la Universidad Carlos III, que pide distinguir entre los componentes ideológicos de los integrantes de las fuerzas y el propio papel institucional de las FAS. "Las FAS son democráticas, obedecen a los mandos civiles. La entrada en la OTAN, la renovación generacional y la heterogeneidad en su composición con la entrada de personas que tienen origen migrante y de mujeres son factores que han ayudado a que haya una progresiva apertura del cuerpo. En términos de institucionalidad son democráticas y no hay nada que temer", apunta el experto en Ciencias Políticas.

Pese a esto, Simón considera que el estamento militar suele presentar, no solo en España, una tendencia claramente conservadora. "Hay un mecanismo básico que es la autoselección de las personas que se enrolan en el Ejército, que normalmente —con los datos que tenemos— es más conservadora, más nacionalista española y suele ser algo que se da de manera sistemática tanto aquí como en nuestro entorno. Suele ser un estamento bastante conservador". Él cree que hay "trabajo que hacer para que se tengan simpatías con el régimen constitucional mayores de las que tienen".

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles. (EFE)

La imagen del Ejército ha mejorado durante la pandemia. Así se extrae del sondeo realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado en noviembre en el que la opinión sobre las Fuerzas Armadas había mejorado para el 52% de los encuestados en un contexto en el que la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha tenido un papel protagonista en múltiples labores durante la respuesta a la crisis sanitaria.

El profesor de Ciencias Políticas y miembro del grupo de investigación sobre Seguridad y Cooperación Internacional en la Universidad Complutense, Rubén Herrero, considera que hoy por hoy las FAS están completamente democratizadas y que prueba de ello es que los pronunciamientos conocidos esta semana vienen de altos mandos retirados y no de militares en activo, que deben guardar neutralidad. Pese a esto, Herrero cree que la situación política y los pactos del Gobierno con formaciones independentistas han causado un "desasosiego" en las filas militares, pero que ni mucho menos hay que temer por una "involución o un golpe". "No cabe duda. Hay que entender que en las FAS se puede tener descontento como militar porque entre en 'la dirección de Estado' un partido como Bildu", reflexiona Herrero, que cree que el cumplimiento constitucional de las Fuerzas Armadas es "impecable".

La democratización de las Fuerzas Armadas vuelve a estar en el foco en 2020. En la semana en la que la Constitución cumple 42 años, la difusión de unas cartas de militares retirados y del contenido de un chat privado en el que se abogaba por fusilar a millones de personas han reavivado un debate que cada cierto tiempo vuelve a surgir: ¿mantiene el Ejército componentes franquistas 45 años después de la muerte del dictador? Asociaciones de militares han censurado las consignas planteadas, pero abogan por reforzar la enseñanza de "valores democráticos". El Ministerio de Defensa ha llevado ante la Fiscalía los mensajes por si tuvieran consecuencias penales.

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