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Sanidad aprieta a las comunidades por Navidad y hasta Madrid recoge el guante
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Crisis del covid

Sanidad aprieta a las comunidades por Navidad y hasta Madrid recoge el guante

El Gobierno central emitió este viernes un pronunciamiento público animando a las regiones a tomar más medidas contra la pandemia, y estas han comenzado a moverse en esa línea

Foto: Vista del alumbrado navideño en la ciudad gallega de Ourense. (EFE)
Vista del alumbrado navideño en la ciudad gallega de Ourense. (EFE)

Que la Navidad iba a ser distinta a la del resto de años anteriores era algo con lo que todo el mundo contaba. Lo que no esperaban o no querían creer las administraciones es que tuvieran que cambiar el escenario que habían fijado 15 días antes. El empeoramiento de la situación ha llevado al Gobierno central y a las autonomías a moverse para aumentar las restricciones ante unas fechas marcadas por la movilidad y el contacto social, los dos ingredientes que aceleran la expansión del virus. Primero fue el Ministerio de Sanidad quien propuso caminar en esta dirección y luego han sido las regiones las que han recogido el guante; incluida Madrid, que ha seguido los consejos.

El departamento dirigido por Salvador Illa cambió el tono esta semana tras abandonar la ruta de la mejoría. El motivo era un cambio de tendencia en el que el país lleva una semana inmerso y que le obligó a "reaccionar". En el marco del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), el órgano en el que el Gobierno se coordina con las CCAA en materia sanitaria, el ministerio impulsó una modificación en el plan navideño que incluía la opción de que las comunidades pudieran aumentar el carácter restrictivo de las principales medidas festivas en materia de movilidad entre territorios, aforo de reuniones y toque de queda. Este viernes, el propio Illa salió en rueda de prensa para apretar en esa dirección, a pesar de que en todo momento se ha dejado el peso de las decisiones en manos de las regiones.

Foto: Imagen de la calle Larios, en Málaga. (EFE)

Aunque aún restan algunos días hasta que el plan entre en vigor el próximo miércoles, algunas autonomías ya han dado pasos en esta línea. La propia Comunidad de Madrid, especialmente reacia a las restricciones, ha avanzado en esta dirección. Lo ha hecho reduciendo el aforo máximo permitido en los encuentros familiares de diez a seis personas para los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero. Tan solo podrán ser de un máximo de dos grupos convivientes.

El movimiento del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso entra en contradicción no solo con lo acordado el pasado 2 de diciembre en el CISNS, sino con la apuesta inicial de la propia CAM. Lo cierto es que a finales de noviembre, cuando aún se estaba trabajando en el plan para las fiestas, Sanidad propuso que las reuniones nunca fueran de más de seis personas y algunas regiones, entre ellas Madrid, abogaron por que fuesen mejor diez, por lo que las administraciones siguieron trabajando en esa línea una semana más en el documento final que ha sido ahora enmendado. Además de estas limitaciones, el Gobierno madrileño anunció que seis zonas básicas de salud estarán confinadas.

Las CCAA podrían ahora dar al traste con las previsiones de miles de ciudadanos

Pese a que la reducción de aforo en reuniones en los días señalados es una medida que sin duda hará cambiar de planes a muchos españoles, si hay un movimiento con el que las CCAA podrían ahora dar al traste con las previsiones de miles de ciudadanos, ese sería el de impedir los desplazamientos para ir a visitar a familiares y allegados. La fórmula había sido utilizada para permitir el reencuentro de familias que llevaban meses sin verse, pero el empeoramiento de la situación llevó a que se diera la posibilidad de tumbar también esta excepción, con la que se podría salvar el cierre perimetral que tendrá cada territorio del 23 de diciembre al 6 de enero.

Puig aborda la movilidad

La Comunidad Valenciana fue la primera en hacer uso de este poder y anunció el cierre de la región también para familiares y allegados, por lo que solo se podrá volver a casa por Navidad si eres residente valenciano. El Gobierno que dirige Ximo Puig también ha limitado las reuniones, como Madrid, a seis personas y para las cenas navideñas todos deberán pertenecer al mismo grupo convivencial. En Nochebuena y Nochevieja el toque de queda será a medianoche.

También ha tomado una decisión al respecto Castilla y León, que no dejará entrar y salir a quienes se desplacen para reunirse con allegados y solo permitirá a quienes acudan para verse con familiares. Además, esta excepción solo se aplicará del 23 al 26 de diciembre y del 30 de ese mes al 2 de enero. De este modo, el Ejecutivo regional opta por cortar el paso a los allegados, pero mantiene el aforo de las reuniones en diez personas.

Cataluña es otra de las regiones que se ha movido en la línea de más limitaciones, aunque no en el marco de las pensadas para la Navidad. El Govern ha optado por volver a restringir en el ámbito de la hostelería, estableciendo un sistema de franjas horarias por el que impide a los negocios ofrecer cenas. Las normas, vigentes desde el lunes hasta el 11 de enero, recogen que los establecimientos solo puedan servir de 7.30 horas a 9.30 y de 13.00 a 15.30, es decir, para desayunos y almuerzos, quedando el resto del día para el servicio a domicilio. El toque de queda está fijado por ahora en las 22.00 horas y a la 1.00 en Nochebuena y Nochevieja. Aunque mantiene la movilidad entre regiones para familiares y allegados y establece un cierre comarcal con múltiples excepciones hasta el 11 de enero.

Foto: Hospital de la candelaria: la pandemia no es un sprint, es una maratón

Quien por el momento mantiene las excepciones para visitar a las dos figuras recogidas en el plan es el País Vasco, que sí ha precisado que solicitará un salvoconducto en el que se recoja el domicilio en el que se va a alojar la persona, la razón del desplazamiento, la fecha y a quién se visita. Esta vía también ha sido la escogida por Navarra, mientras que Aragón ha cerrado el paso a los allegados, la fórmula que causó ya polémica en un principio y que Andalucía, por ejemplo, trató de delimitar antes del empeoramiento de la situación. A territorio aragonés solo se podrá acceder para ver a un familiar y entre los días 23 y 26 y 30 y 2. Canarias reduce a seis el aforo en reuniones de días clave.

No se han lanzado a dar un paso atrás por el momento Andalucía ni Cantabria, que han manifestado su intención de mantener el plan de Navidad tal y como estaba previsto el pasado 2 de diciembre. Tampoco Extremadura, que mantendrá la excepción de familiares y allegados para burlar el cierre perimetral, aunque ya avanzó que repensaría las medidas si empeora la situación. Castilla-La Mancha esperará al lunes para tomar una decisión.

Las comunidades, en definitiva, empiezan a moverse a falta de solo unos días para el comienzo de las fiestas y tras el marco fijado por el ministerio, que ha optado en todo momento por no imponer condiciones y delegar el poder al respecto. La evolución de la pandemia preocupa en las administraciones y este mismo viernes el propio Illa incidió en la importancia de tener "prudencia". "No vaya a ser que celebrando la Navidad lloremos en Reyes", llegó a decir el ministro.

La evolución de la pandemia

La incidencia acumulada está subiendo en la mayor parte del país. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, diez comunidades tenían este jueves una incidencia acumulada a 14 días más alta que una semana antes. La que más ha empeorado es Baleares, la región con más casos por 100.000 habitantes en estos momentos (338,42).

Le sigue Madrid (276,99), que tiene la incidencia más alta en la península. La Comunidad Valenciana, el País Vasco, Castilla-La Mancha y Melilla son las otras regiones con una incidencia superior a los 250 casos, el umbral a partir del cual se entra en el nivel más alto de alerta. La previsión de Sanidad es que la situación siga empeorando hasta mediados de enero, aunque Fernando Simón cree que el aumento de los contagios será más lento que en octubre.

Que la Navidad iba a ser distinta a la del resto de años anteriores era algo con lo que todo el mundo contaba. Lo que no esperaban o no querían creer las administraciones es que tuvieran que cambiar el escenario que habían fijado 15 días antes. El empeoramiento de la situación ha llevado al Gobierno central y a las autonomías a moverse para aumentar las restricciones ante unas fechas marcadas por la movilidad y el contacto social, los dos ingredientes que aceleran la expansión del virus. Primero fue el Ministerio de Sanidad quien propuso caminar en esta dirección y luego han sido las regiones las que han recogido el guante; incluida Madrid, que ha seguido los consejos.

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