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El PP pone en el punto de mira a Nadia Calviño y forzará su desgaste con el debate político
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JUNTO A ALBARES Y BOLAÑOS

El PP pone en el punto de mira a Nadia Calviño y forzará su desgaste con el debate político

Los populares asumen que como número dos del Gobierno tendrá que empezar a mojarse en los asuntos políticos más complicados. Hasta ahora, advierten, no lo ha hecho

Foto: Pablo Casado, Cuca Gamarra y Teodoro García Egea. (EFE)
Pablo Casado, Cuca Gamarra y Teodoro García Egea. (EFE)
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El PP tiene clara su estrategia de oposición tras los profundos cambios en el Gobierno, descontando que la economía se ha convertido en la gran prioridad de Pedro Sánchez para la segunda parte de la legislatura, con la llegada de los fondos europeos y el previsible rebote que permitirá exhibir la recuperación en poco tiempo. Pero los populares también detectan un punto débil que no desaprovecharán: la pérdida de engrase político con la salida de 'pesos pesados' como Carmen Calvo y José Luis Ábalos, que, a ojos del PP, "dejan coja" una parte fundamental del Ejecutivo.

Al no haber una vicepresidencia política (la que ostentaba Calvo, cuya cartera pasa a manos de Félix Bolaños, pero en rango de ministerio) y mantener las tres vicepresidencias económicas, los populares entienden que Nadia Calviño, como número dos del Gobierno, tendrá que empezar a mojarse en los asuntos políticos más complicados. Algo, advierten, que hasta ahora no ha hecho.

"La jugada de Sánchez tiene lógica por los tiempos que vienen", reflexionan distintos diputados al ver cómo ha situado a Calviño a su lado, con el objetivo de lanzar un mensaje de solvencia y seguridad a Bruselas, dejando ver que es su nueva mano derecha. De hecho, le sustituirá cuando Sánchez no esté en el Consejo de Ministros. La cuestión es que el PP entiende que la 'joya de la corona' del nuevo gabinete puede sufrir un desgaste significativo, teniendo en cuenta que siempre se ha mantenido ajena a las disputas políticas entre los dos grandes partidos y, muy especialmente, en el Congreso de los Diputados, donde solo respondía a preguntas de la materia que más controla.

Foto: La nueva portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, durante la reunión de la Junta Directiva del PP en Madrid. (EFE)

Ahora, afirman en Génova, esa situación se termina. Al ser la número dos de Sánchez en la jerarquía, será Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria, la que buscará confrontar con la vicepresidenta primera en las sesiones de control. Y ya avanzan que tendrá que responder de muchos asuntos alejados del área económica. Ponen como ejemplo la crisis diplomática en Cuba y la intervención de Calviño en la Cadena SER hace unos días, en que se negó a hablar de dictadura por considerar que "las etiquetas no son productivas". En el PP, se preguntan si Calvo habría respondido en esos términos ante el pleno e insisten en que la nueva vicepresidenta primera "también está verde" en los asuntos nucleares de la política.

El foco estará puesto en la ministra de Economía también por el peso que adquirirá. El partido de Casado ha analizado en varias reuniones los cambios en el Gobierno, llegando a la conclusión de que la tendencia desde el 4-M era muy negativa para Sánchez, como muestran todas las encuestas. El movimiento de ascender a los ministerios a futuras candidatas autonómicas (como la castellano-manchega Isabel Rodríguez o la aragonesa Pilar Alegría, que suenan como posibles recambios de Emiliano García-Page o Javier Lambán) confirma esa teoría. En el PP, recuerdan que todos los presidentes que pierden unas autonómicas y municipales automáticamente pierden las elecciones generales, y en ese marco encajan la apuesta de Sánchez por caras nuevas.

Más allá de Calviño, el PP se ha puesto a trabajar en el control al resto de ministros nuevos. Como publicó este diario, la consigna de Casado es que este verano no habrá descanso. La semana que viene, el PP defenderá en la Diputación Permanente del Congreso la comparecencia de todos los nuevos titulares a finales de julio y a lo largo de agosto, pidiendo habilitar la Cámara. El líder popular ha encargado a los distintos portavoces de comisiones fiscalizar a fondo la llegada de nuevos equipos (también en segundo nivel) y las políticas previstas de cada ministerio.

Bolaños y Albares, el otro objetivo

Y en este marco, los populares también han identificado los otros dos pesos pesados del nuevo Gobierno que querrán seguir de cerca. A pesar de que Sánchez contaba con que la remodelación sirviera para pasar página, el primer partido de la oposición encuentra que los recién llegados ya están teniendo que lidiar con problemas de primer nivel. "Y no han empezado con buen pie", apuntan en el grupo parlamentario. La situación de Cuba es una de las banderas con las que no descansarán.

El partido de Casado considera "inasumible" que el Gobierno se niegue a hablar de dictadura y ve a España "rehén" de los postulados de Unidas Podemos que, a sus ojos, se están imponiendo por ahora. El malestar creció con el comunicado del ministro de Exteriores, limitándose a pedir el fin de la violencia y el respeto al derecho libre de manifestación. Los populares apuntan a que Albares "tendrá fácil" mejorar el trabajo emprendido por Arancha González Laya, pero advierten deque las expectativas generadas en el cambio pueden quedarse por el camino.

Foto: Carmen Calvo abraza a su sucesor Félix Bolaños. (EFE)

Desde una óptica similar miran a Félix Bolaños, ahora ministro de la Presidencia y arquitecto jurídico de la Moncloa. Fuentes populares lo tildan de un "muy buen negociador" y en su nombramiento sí ven una buena elección por parte de Sánchez. Consideran que dará continuidad al trabajo de Calvo, pero también creen que el peso político “no es comparable”. De nuevo, insisten, "el punto débil del nuevo Gobierno".

En todo caso, los populares ven ya "su primer fracaso" en el varapalo del TC considerando inconstitucional el primer confinamiento decretado con el estado de alarma, recordando que el diseño del instrumento, junto a Calvo, fue de Bolaños. De ahí que tampoco descarten tenerlo como gran objetivo junto a Calviño en las sesiones de control. En el PP, se muestran convencidos de que el asunto del TC, la crisis de Cuba o la cita secreta desvelada por este diario entre Iván Redondo y los empresarios catalanes (según figura en una llamada interceptada por la Guardia Civil) son "el mejor ejemplo" de que la remodelación de Sánchez "no sirve para pasar página sin más".

El PP tiene clara su estrategia de oposición tras los profundos cambios en el Gobierno, descontando que la economía se ha convertido en la gran prioridad de Pedro Sánchez para la segunda parte de la legislatura, con la llegada de los fondos europeos y el previsible rebote que permitirá exhibir la recuperación en poco tiempo. Pero los populares también detectan un punto débil que no desaprovecharán: la pérdida de engrase político con la salida de 'pesos pesados' como Carmen Calvo y José Luis Ábalos, que, a ojos del PP, "dejan coja" una parte fundamental del Ejecutivo.

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