Héctor Gómez, guante de seda para las alianzas en el Congreso y de boxeo contra el PP

Traje y corbata, educación exquisita y fluidez retórica. El nuevo portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, es de los que practican el cuidado en las formas, lo que hace tiempo dejó de ser una obviedad. En la Cámara Baja, han cambiado en poco tiempo los cánones estéticos. Sigue abundando la formalidad y todavía son recordadas las caras de los parlamentarios/as del PP (y algunos/as socialistas) cuando se toparon por primera vez con Alberto Rodríguez, de Unidas Podemos, a quienes muchos, a pesar de todo, le siguen llamando "el rastas". Pero ahora se puede subir a la tribuna del hemiciclo en camiseta. No será Gómez quien lo haga.

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Nacido en Guía de Isora (Tenerife) el 16 de noviembre de 1978, el relevo de Adriana Lastra al frente del grupo socialista en el Congreso, el mayoritario, 120 escaños, asume la dirección en un momento crucial de la legislatura por una razón meramente formal y por otra de alcance político. La formal tiene que ver con el ecuador de este periodo legislativo, que cruzarán los diputados en diciembre. La política, relacionada íntimamente, alude a los plazos: tras dos años de anormalidad por culpa de la pandemia, se avista un tiempo clave para que el Gobierno y los partidos salgan de la excepcionalidad y afinen sus estrategias y medidas.

Las alianzas de Lastra

Lastra había logrado aglutinar un bloque de 174 diputados para impulsar la agenda legislativa de la coalición. A los escaños de PSOE y Unidas Podemos (35) se unieron los 13 de ERC y los seis del PNV. Independentistas catalanes y nacionalistas vascos se han convertido durante este tiempo en aliados preferentes, y como tales han sido tratados. Ello no significa que la adhesión haya sido inquebrantable y, de hecho, han votado de forma diferente en varias ocasiones. El grupo de Gabriel Rufián complicó mucho las prórrogas del estado de alarma y el PNV, por recordar un caso reciente, se posicionó a favor del PP en la conveniencia de redactar una nueva ley antipandemias. "No hacen falta muchos retoques" en la norma de salud pública de 1986, decían los representantes peneuvistas.

El Congreso ha derogado el decreto ley de los remanentes de tesorería de los ayuntamientos y estuvo a punto de hacerlo con el de los interinos en la Administración. Ha habido unas cuantas votaciones ajustadas en la Cámara Baja, y eso ilustra cuán de alambicada avanza la legislatura. Si se unen sus fuerzas políticas, el bloque progresista gana con claridad al conservador, pero no siempre reina la unidad en el primero y por eso, a veces, se arroga victorias inesperadas el segundo. Ahora bien, por regla general, el PSOE y Unidas Podemos se salen con la suya. En este ambiente va a vivir Héctor Gómez a partir de la semana que viene, en cuanto la ejecutiva del PSOE avale la propuesta de Sánchez. A partir de entonces, todo irá deprisa. Junta de Portavoces el martes, las sesiones plenarias el miércoles y a no dejar de negociar nunca.

Fácil mejorar la relación con el PP y con Cs

Gómez encaja en el molde de dirigente socialista que está potenciando el presidente del Gobierno. Cualificación profesional, experiencia de gestión y buena imagen. Ha sido director de Turespaña dos años, y, antes, diputado en el Parlamento de Canarias. Los socialistas canarios le han aupado hasta cotas altas, así que no sorprende la alegría del presidente del archipiélago, Ángel Víctor Torres, del PSOE. Una compañera es ministra, Carolina Darias, y otro será 'el jefe' del grupo en el Congreso.

Es dialogante, dice una fuente del partido que le conoce bien, y, sobre todo, "sabe trabajar en equipo", añade. Es apreciado por los colegas de bancada, hasta el punto de que la sensación mayoritaria es de satisfacción. Le corresponde al diputado por Tenerife estructurar la dirección parlamentaria, lo que está hablando con su predecesora. La marcha de Rafael Simancas hace mes y medio y la de Lastra ahora han descabezado un organigrama que experimentará retoques parciales. Continuarán muchos de los portavoces adjuntos que ya están.

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Un veterano destaca de Gómez su generosidad y su moderación, lo que para una gran parte de las fuentes consultadas garantiza sintonía con grupos con los que ya hay fluidez comunicativa. Tendrá difícil mejorar la simpatía y empatía que Lastra y Rufián han llegado a profesarse, por ejemplo, pero es la estela que seguirá. "Adriana tampoco le va a dejar solo", apunta una fuente parlamentaria de un partido aliado. De hecho, este vínculo con la diputada asturiana ha sido clave en la elección. Sánchez ha apostado por la continuidad, ya que se ha decantado por un parlamentario que durante estos dos últimos años ha estado en estrecho contacto con la dirección parlamentaria.

Está por ver qué relación teje con el PP y con Cs. Descontado Vox, con el que el PSOE ha cortado todo contacto, el nuevo portavoz tendrá fácil mejorar aquí a Lastra, pues apenas dialogaba con Cuca Gamarra y con Edmundo Bal. No es que se llevara mal con ambos, pero tampoco les dedicaba mucho tiempo. Simancas se encargaba de tender estos puentes. Que Gómez haya pegado duro a populares y a naranjas en sesiones de comisión parlamentaria no debe presuponer nada, pues el Congreso tiene una cara A visible para cualquier ciudadano y una B invisible. En esta última, los grupos hablan a menudo de leyes muy importantes.

Poca experiencia

El diputado canario no lleva mucho tiempo en el Congreso, solo desde abril de 2019, a raíz de las elecciones que se celebraron entonces. La legislatura duró siete meses por la repetición electoral de noviembre, pero se mantuvo en la lista, como casi todos, y desde entonces ha sido la persona señalada para representar al grupo en la Comisión de Asuntos Exteriores. Su formación, no obstante, procede del mundo del derecho, de las ciencias del trabajo y del turismo. El presidente le conoce bien porque, además, forma parte de la ejecutiva.

Tampoco se ha caracterizado por la incontinencia parlamentaria. Sus más de 250 iniciativas son preguntas para respuesta escrita del Gobierno, lo que apenas requiere tramitación. Se registran, la Mesa da el OK y se envían al Ejecutivo para que conteste, lo que puede tardar una eternidad.

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Como aproximación al estilo de Gómez, puede servir su última intervención como portavoz en la Comisión de Exteriores, el pasado lunes, en la comparecencia de José Manuel Albares. Repasó algunas líneas maestras de la política exterior, en especial la relación con África, y golpeó duro al PP, al que acusó de ser un partido "incompatible con el sentido de Estado" y de querer arrastrar la política exterior por "un lodazal". Y todo ello entre suaves modales y sin perder la compostura. Guante de seda en una mano y de boxeo en otra.