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Cada vez habrá más vacunados que se contagien, pero no hay que preocuparse
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75,4% DE ESPAÑOLES INMUNIZADOS

Cada vez habrá más vacunados que se contagien, pero no hay que preocuparse

A medida que suban los ratios de inmunización, las infecciones, irremediablemente, se registrarán en personas con pauta completa. La efectividad de los sueros frente al desarrollo de la enfermedad grave se mantiene

Foto: Una persona recibe la vacuna contra el covid. (EFE)
Una persona recibe la vacuna contra el covid. (EFE)

Las vacunas contra el covid no son perfectas, pero son la mejor herramienta para luchar contra la pandemia. Los datos lo demuestran y los especialistas no se cansan de repetirlo. Más ante los mensajes que comienzan a proliferar en los canales negacionistas y que, retorciendo las estadísticas, aseguran que las muertes son más frecuentes entre aquellos que están inmunizados frente a los que rechazaron los sueros. De hecho, una vez que España ha conseguido un altísimo porcentaje de población con la pauta completa, un 75,4%, según los últimos datos disponibles, a medida que vayan aumentando los ratios, crecerá también la proporción de vacunados infectados y pasará lo mismo con los que puedan terminar ingresados en un hospital. Pero no es una mala noticia porque siempre será menos probable que acaben en una UCI o fallezcan.

Tras la máxima se esconden dos razones. La primera es una cuestión puramente matemática. En un mundo utópico, en el que todo el mundo se hubiese vacunado, irremediablemente los nuevos contagios y los fallecimientos se registrarían siempre en personas inmunizadas, por lo que, a medida que avance la campaña, y aunque nunca se llegue al cien por cien, las tendencias seguirán esta lógica.

Foto: Una adolescente, acompañada de su madre, se vacuna contra el covid-19 en el hospital Enfermera Isabel Zendal de Madrid. (EFE)

Lo explicó hace un par de semanas el viceconsejero de Sanidad de Madrid, Antonio Zapatero, y defendió que la clave a partir de ahora será el volumen total de personas que acaben en un hospital, más allá de su situación vacunal. No obstante, la comunidad, al igual que otras, ha detectado una pérdida de eficacia en los sueros para la prevención de contraer la enfermedad.

Y esta es la segunda razón. Porque, a pesar de esa realidad, la eficacia, sin embargo, no se ha resentido a la hora de desarrollar la enfermedad grave o terminar falleciendo. “Es evidente que ha disminuido un poquitín con la variante delta si nos referimos a la efectividad en términos generales, pero, si hablamos de las formas graves, se mantiene prácticamente igual. Es decir, son menos efectivas frente a la infección, por eso los vacunados se pueden contagiar y transmitir. Lo que pasa es que un vacunado se puede infectar mucho menos que uno que no lo esté y, si lo acaba haciendo, transmitirá el virus mucho menos”, detalla Fernando Moraga Llop, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología.

Los datos

Hasta la fecha, el Ministerio de Sanidad no ofrece datos desglosados sobre la situación vacunal de las personas ingresadas en los hospitales por coronavirus. Para conocer cuántos de ellos tenían la pauta completa, hay que recurrir a las consejerías. Después de consultar a todas las comunidades autónomas, tan solo tres de ellas, Canarias, Murcia y Extremadura, han ofrecido a El Confidencial los datos solicitados. Aragón indicó que no disponían de esa información y el resto no respondió.

Las cifras disponibles arrojan que, aunque cada vez haya más personas con la pauta completa que se infectan, las que acaban hospitalizadas o en una UCI siguen siendo mayoritariamente aquellas que no se vacunaron. Es decir, la proporción se rompe en aquellos indicadores que demuestran el desarrollo de una enfermedad grave.

Así, en la primera semana de septiembre, la región de Murcia alcanzaba el 72% de personas con la pauta completa. El porcentaje de población vacunada ingresada por coronavirus en los hospitales de la comunidad era prácticamente inverso: un 36,9 en convencional y un 13,7% en las unidades de cuidados intensivos (UCI).

La Consejería murciana de Salud, además, dispone de datos sobre cómo los sueros han reducido la transmisión en la quinta ola, que podría haber sido más explosiva. Entre los contagiados, un 64% no estaba vacunado, un 22% no tenía la pauta completa y el 14% restante sí lo estaba.

Los datos de Canarias muestran la misma tendencia. Si a día de hoy el 27% de su población no está vacunada, la proporción de no inmunizados en las unidades de cuidados intensivos es del 69%, con cifras actualizadas a esta semana. A principios de septiembre, la consejería ofrecía también datos sobre la transmisión: entre los no inmunizados, la incidencia acumulada a 14 días era de 124,2 casos por cada 100.000 habitantes mientras que entre los que contaban con la pauta completa era de 31,7.

En Extremadura el efecto es menos acusado. Con un 77,3% de la población vacunada en el momento en el que la consejería facilitó los datos, los hospitalizados en planta con dos dosis eran el 55% de los pacientes y un 65% en UCI. También entre los casos notificados a diario detectan que un 70% tiene la pauta completa. Pero desde el Departamento de Salud extremeño advierten: “Está constatado que los vacunados tienen un pronóstico mejor en la evolución de la infección”.

Los datos de las tres regiones solo son una foto fija de un escenario en constante cambio. “Va a llegar un momento en el que tengamos un porcentaje de población vacunada tan alto que al final lo que nos queden serán menos personas no vacunadas susceptibles de ingresar”, insiste, al igual que el viceconsejero de Sanidad de Madrid, el epidemiólogo Javier del Águila.

Si cada vez se vacuna más gente, la proporción de vacunados ingresados crecerá y lo interesante será atender al número absoluto de personas ingresadas, considera del Águila. Desde principios de agosto, los datos de saturación hospitalaria muestran un descenso generalizado de la ocupación de los pacientes críticos con coronavirus.

Además, todo debe enmarcarse dentro de un contexto que tenga en cuenta el nivel de transmisión. Cuando no hay muchos contagios, las personas vacunadas se ven favorecidas, porque están menos expuestas. “Este verano el virus ha circulado muchísimo y hemos visto que su impacto en hospitalización y mortalidad ha sido drásticamente más bajo que en olas anteriores. Pero, si la transmisión es muy elevada, todos estamos más expuestos. Aumenta el riesgo de que, a pesar de la vacunación, estés hospitalizado”, advierte del Águila.

El futuro

Y, aunque los especialistas coinciden en que es posible que en un futuro puedan aparecer variantes que escapen de la protección de las vacunas, “por el momento no parece muy probable”, sostiene Moraga Llop. Lo más factible es que el covid acabe convirtiéndose en un virus endémico, como ocurre con la gripe. No obstante, en este escenario podrían seguir registrándose brotes epidémicos, por lo que el objetivo sigue siendo que la campaña de inmunización alcance la mayor cuota posible.

Otra de las claves que determinarán el desarrollo y fin definitivo de la pandemia será la creación de vacunas de segunda generación, que posibiliten cortar la transmisión del virus. Los sueros intranasales, por ejemplo, destaca Moraga Llop, podrían ser una de las mejores opciones porque permitirían establecer una primera barrera de protección frente a la infección en la primera puerta de entrada y principal, la nariz.

Foto: Terrazas en la zona de la playa de El Postiguet de Alicante durante la pandemia del covid-19. (EFE)

El especialista también advierte que ahora, inmersas todas las comunidades en la desescalada, conviene no olvidar las prisas que en otros momentos de la pandemia rigieron la relajación de restricciones. “Abrir ciertas cosas exige que se llegue a una incidencia de 50 casos por cada 100.000 habitantes y no estaría de más que para determinadas actividades fuese necesario el uso del mal llamado pasaporte covid”, propone el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología. Una petición, esta última, que no parece que vaya a implantarse en España, a menos si se atiende a los peros que siempre ha puesto el Ministerio de Sanidad.

Las vacunas contra el covid no son perfectas, pero son la mejor herramienta para luchar contra la pandemia. Los datos lo demuestran y los especialistas no se cansan de repetirlo. Más ante los mensajes que comienzan a proliferar en los canales negacionistas y que, retorciendo las estadísticas, aseguran que las muertes son más frecuentes entre aquellos que están inmunizados frente a los que rechazaron los sueros. De hecho, una vez que España ha conseguido un altísimo porcentaje de población con la pauta completa, un 75,4%, según los últimos datos disponibles, a medida que vayan aumentando los ratios, crecerá también la proporción de vacunados infectados y pasará lo mismo con los que puedan terminar ingresados en un hospital. Pero no es una mala noticia porque siempre será menos probable que acaben en una UCI o fallezcan.

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