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Batet amonesta a los diputados y les exige dejar los insultos fuera del Congreso
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TRAS EL INCIDENTE ENTRE PSOE Y VOX

Batet amonesta a los diputados y les exige dejar los insultos fuera del Congreso

La presidenta del Congreso ha lanzado una dura reprimenda a los representantes de los ciudadanos por el tono de debates recientes, en ocasiones llenos de insultos

Foto: El diputado de Vox José María Sánchez García, quien llamó "bruja" a una diputada socialista. (EFE)
El diputado de Vox José María Sánchez García, quien llamó "bruja" a una diputada socialista. (EFE)

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha comenzado la sesión del pleno de este martes con una dura reprimenda a los diputados, a los que ha pedido respeto y que dejen fuera de la Cámara los insultos y las ofensas. Así es como ha reaccionado al incidente ocurrido hace justo una semana, cuando el representante de Vox José María Sánchez García se negó a abandonar el hemiciclo a pesar de haber sido expulsado por quien en ese instante dirigía el debate. Llamó "bruja" a la parlamentaria socialista Laura Berja durante el debate de una propuesta para castigar con el Código Penal el acoso a las mujeres que deciden abortar en clínicas.

Foto: La presidenta del Congreso, Meritxel Batet. (EFE)

Fue un lance de la sesión que molestó a Batet profundamente. No estaba en ese momento en la Mesa, sino el vicepresidente primero de la Cámara, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Pero, cuando regresó, se interesó por lo ocurrido y habló con todas las partes, incluido el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, a quien pidió que fuera a su despacho al día siguiente. Le transmitió su malestar por la actitud del grupo, ya que Sánchez García estaba dispuesto a irse, pero fue el propio Espinosa el que le instó a no hacerlo. Eso es lo que más enfadó a la presidenta de la institución.

Batet ha empezado por ahí la reprimenda: "Es importante recordar que las decisiones de la presidencia en la dirección de los debates deben ser acatadas, tal y como establece el reglamento". Efectivamente, el texto que regula el funcionamiento de la institución contempla duras sanciones a quienes rechacen abandonar el hemiciclo si son expulsados. Cabe incluso la suspensión temporal de la condición de diputado, que es una medida tan extrema que su resolución depende de la mayor instancia parlamentaria: el pleno.

placeholder La presidenta del Congreso saluda al Rey en un acto institucional. (EFE)
La presidenta del Congreso saluda al Rey en un acto institucional. (EFE)

Pero la presidenta, este martes, ha querido dar un paso más, pues a su entender el debate de fondo no es si el reglamento se aplicó bien o mal, sino la actitud reiterativa y reiterada de sus señorías y, sobre todo, la imagen que se traslada a los ciudadanos, en especial a los más jóvenes. Su permisividad con el uso de la libertad de expresión, ha dicho, tiene límites ante un uso que "no está siendo el adecuado" en demasiadas ocasiones. "Eso no lo podemos permitir como representantes de la sociedad española y las ofensas deben quedar fuera de esta Cámara para el buen funcionamiento del Parlamento", ha añadido.

Se trata, según sus palabras, de reflexionar qué se quiere transmitir a la ciudadanía cuando los debates no se están celebrando "en los términos adecuados". "Debemos dar ejemplo", ha exigido.

Batet ha concluido con un mensaje a futuro. Como presidenta del Congreso, ha explicado, su papel ha consistido y consistirá en la "defensa del decoro y la dignidad" del Parlamento. "No me queda más remedio que pedirles más respeto y educación cuando tomen la palabra", ha continuado para hacer una última recomendación: que piensen en los ciudadanos. Si de la Cámara sale un debate rudo, áspero y lleno de ofensas e insultos, el riesgo es que en la calle se reproduzca el comportamiento. Dado que "la dureza parlamentaria es compatible con la educación", la diputada catalana ha apelado a su imparcialidad para decir que no será "neutral" en la protección de las instituciones, sino vehemente, pues este es su cometido. "Cuento con su colaboración", ha sentenciado.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha comenzado la sesión del pleno de este martes con una dura reprimenda a los diputados, a los que ha pedido respeto y que dejen fuera de la Cámara los insultos y las ofensas. Así es como ha reaccionado al incidente ocurrido hace justo una semana, cuando el representante de Vox José María Sánchez García se negó a abandonar el hemiciclo a pesar de haber sido expulsado por quien en ese instante dirigía el debate. Llamó "bruja" a la parlamentaria socialista Laura Berja durante el debate de una propuesta para castigar con el Código Penal el acoso a las mujeres que deciden abortar en clínicas.

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