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El PNV consuma su amenaza en el Senado con los PGE y obliga al Gobierno a intervenir
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PARA BAJAR EL IVA DE LAS PELUQUERÍAS

El PNV consuma su amenaza en el Senado con los PGE y obliga al Gobierno a intervenir

La tensión entre el Ejecutivo y los nacionalistas vascos ha ido en aumento desde que el papel de estos quedó desdibujado en la negociación de las cuentas para 2022

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el portavoz del PNV, Aitor Esteban. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el portavoz del PNV, Aitor Esteban. (EFE/Mariscal)

El PNV ha vuelto a dar un nuevo aviso al Gobierno de Pedro Sánchez. Los nacionalistas vascos hicieron valer su peso en la Mesa del Senado para alinearse con los populares y levantar el veto a las enmiendas a los presupuestos de 2022 para reducir el IVA de las peluquerías al 10%. Una medida que en otras ocasiones ha contado con un apoyo mayoritario de los grupos y que los propios nacionalistas vascos anunciaron que votarían a favor, amenazando con devolver las cuentas al Congreso. El Ejecutivo se vio obligado a intervenir y, como avanzaban fuentes del mismo, la enmienda no llegará a votarse al solicitar su disconformidad por "afectar al estado de ingresos y gastos". El presidente de la Cámara Alta, Ander Gil, aceptó el veto, como ya ha ocurrido en otras enmiendas relacionadas con el IVA, evitando la modificación de las cuentas en el Senado.

La tensión entre el Gobierno y el PNV ha ido en aumento desde que el papel de los segundos en el Congreso quedó desdibujado en la negociación de los presupuestos. El Ejecutivo de Pedro Sánchez cerró un acuerdo con ERC y EH Bildu que convirtió en prescindibles los votos de los nacionalistas vascos. Su portavoz, Aitor Esteban, avisó entonces de que "hasta el rabo todo es toro", en referencia a que todavía estaba pendiente el trámite de las cuentas en el Senado. Deslizó así que harían valer su fuerza para introducir cambios en el proyecto. Finalmente, ha quedado en un susto para el Gobierno, aunque dejando patente que las relaciones entre este y un partido considerado "socio prioritario" no pasan por su mejor momento y cada vez hay más tiranteces.

Foto: El portavoz del PNV, Aitor Esteban. (EFE)

La máxima del Ejecutivo pasaba por que las cuentas no sufriesen cambios para que no tuviesen que volver al Congreso y pudiesen así ser aprobadas en tiempo y forma. Para ello, negoció primero con el PNV la cesión al País Vasco de la construcción de las obras de acceso del AVE a Bilbao y Vitoria, por lo que no presentaron un veto al proyecto. Finalmente, la decisión de los nacionalistas vascos de decantar el empate entre socialistas y populares en la Mesa del Senado a favor de estos últimos ha quedado en solo una amenaza.

Un susto que es todo un mensaje de que los socios leales pueden dejar de serlo y complicar la hoja de ruta del Gobierno en lo que queda de legislatura. Si los presupuestos garantizan al Ejecutivo oxígeno para llegar al final del mandato, para hacerlo en condiciones deberán sacar adelante las reformas vinculadas a los fondos de recuperación en las que el PNV seguirá siendo un socio necesario, comenzando por la reforma laboral.

Foto: Sánchez da cuenta de la pandemia en el congreso

Durante los últimos días, el presidente vasco, Iñigo Urkullu, ha subido su presión sobre Pedro Sánchez para que aumente las medidas de contención ante el avance de los contagios por la sexta ola de la pandemia. El lendakari llegó a remitir una carta a Moncloa dando la voz de alarma e instando al presidente a organizar una reunión con los líderes autonómicos para "compartir un diagnóstico sobre la situación y el estudio de medidas comunes para afrontar" la evolución de la pandemia. La respuesta se demoró más de lo que le gustaría a Urkullu, si bien la petición se acabó saldando con la convocatoria de una Conferencia de Presidentes extraordinaria para este miércoles.

El último golpe en la mesa del presidente vasco se produjo cuando a finales de noviembre el Gobierno de esta comunidad autónoma se ausentaba por sorpresa de la reunión preparatoria de la Conferencia de Presidentes ordinaria prevista para enero en La Palma. Su asistencia había sido confirmada al Ministerio de Política Territorial. Previamente, la negociación de los presupuestos de 2022 había invertido los papeles entre los socios del Gobierno, con EH Bildu intentando ocupar el lugar del PNV. La coalición 'abertzale' y los nacionalistas mantienen una competición electoral que se traduce en una estrategia de los primeros por mostrarse útiles en Madrid y avanzar hacia su normalización institucional.

Foto: El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, bajo la mirada de Pedro Sánchez. (EFE)

Los intentos del Gobierno por reconducir las relaciones con el PNV no han hecho efecto todavía y el último aviso en el Senado es una prueba de ello. Los nacionalistas vascos se muestran cada vez más irritados y critican la forma de negociar del Gobierno.

El terreno comido por EH Bildu al PNV se debe principalmente a su coordinación estratégica con ERC. El peso de ambas formaciones triplica el de los nacionalistas vascos y, para un Ejecutivo en minoría como el de PSOE y Unidas Podemos, la prioridad suele ser la aritmética. Los independentistas catalanes y vascos se encargaron de escenificar su estrategia unitaria con una rueda de prensa conjunta para anunciar su voto favorable a los presupuestos. "Nos felicitamos porque el camino conjunto que hace tiempo comenzamos con el acuerdo estratégico suscrito entre EH Bildu y ERC sigue dando frutos convirtiéndonos en instrumentos realmente útiles para mejorar la vida de vascos y catalanes", argumentaba la portavoz de los soberanistas vascos, Mertxe Aizpurua, durante su intervención.

El PNV ha vuelto a dar un nuevo aviso al Gobierno de Pedro Sánchez. Los nacionalistas vascos hicieron valer su peso en la Mesa del Senado para alinearse con los populares y levantar el veto a las enmiendas a los presupuestos de 2022 para reducir el IVA de las peluquerías al 10%. Una medida que en otras ocasiones ha contado con un apoyo mayoritario de los grupos y que los propios nacionalistas vascos anunciaron que votarían a favor, amenazando con devolver las cuentas al Congreso. El Ejecutivo se vio obligado a intervenir y, como avanzaban fuentes del mismo, la enmienda no llegará a votarse al solicitar su disconformidad por "afectar al estado de ingresos y gastos". El presidente de la Cámara Alta, Ander Gil, aceptó el veto, como ya ha ocurrido en otras enmiendas relacionadas con el IVA, evitando la modificación de las cuentas en el Senado.

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