Vox refuerza su mensaje a las mujeres para corregir su déficit de votante femenino

Vox ha iniciado una nueva estrategia para corregir uno de sus principales problemas: el rechazo que suscita en el electorado femenino. La formación liderada por Santiago Abascal, cuyos votantes se distribuyen entre un 64% de hombres y un 36% de mujeres, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), lleva meses analizando este déficit y ya ha puesto en marcha su hoja de ruta para tratar de corregirlo a corto y medio plazo. La primera parada de esta especie de laboratorio sociológico es la campaña en Castilla y León, donde el partido ha reforzado su discurso alternativo al "feminismo sectario" con Macarena Olona a la cabeza.

Los mítines del pasado fin de semana son un ejemplo muy evidente de que la formación quiere pescar también en la división sobre el feminismo, un caladero más de la política de bloques. Y el primer objetivo pasa por deshacerse de la etiqueta de 'machistas'. Olona, secretaria general de la formación en el Congreso, ha centrado algunas de sus intervenciones en reivindicar el papel de la mujer al margen de las cuotas de género y la colectivización que, insisten desde Vox, ha impuesto la izquierda para enfrentar a los dos sexos. "Hay que dar las gracias al feminismo tradicional y a los hombres que lo hicieron posible y que tanto lucharon históricamente por la conquista de los derechos de las mujeres", dijo la diputada durante un acto en Ávila el sábado, donde dedicó su discurso a las mujeres que padecen cáncer de mama. "Vox no acepta que a las mujeres se nos convierta en seres débiles, en víctimas colectivizadas y utilizadas políticamente para mantener sus chiringuitos", añadió, en referencia a las políticas de género y las subvenciones a este tipo de colectivos.

TE PUEDE INTERESAR

Vox exigirá incluir en Castilla y León la perspectiva de familia en todas las leyes regionales

Ignacio S. Calleja

No fue una excepción. Un día antes, en su visita a Peñafiel (Valladolid), Olona se volcó con un mensaje idéntico. "El feminismo que me representa es el de las mujeres valientes, no necesitamos cuotas. En Vox defendemos a las mujeres que usan la cabeza y no otras partes de su cuerpo", espetó, forzando acto seguido una relación de causa efecto entre las agresiones o violaciones y el problema de la inseguridad y la inmigración. "No quiero vivir en un país en el que no pueda ir libremente por la calle, no quiero que España se convierta en un país en el que a mí como mujer se me considere inferior a los hombres", destacó Olona.

"En Vox defendemos a las mujeres que usan la cabeza y no otras partes de su cuerpo", dijo Olona en un mitin en Peñafiel (Valladolid)

Aunque ella pone el rostro femenino a la ofensiva, la estrategia se reconoce igualmente en los actos de otros dirigentes en Castilla y León. Iván Espinosa de los Monteros se desplazó a Segovia el domingo y orientó sus palabras en el mismo sentido. El portavoz en la Cámara Baja puso en valor a todas las mujeres con responsabilidades en Vox, desde diputadas a las integrantes del equipo de prensa; desde su mujer, Rocío Monasterio, a las cabezas de lista de la formación en esa provincia para el 13-F, Susana Suárez y Montserrat Sanz. Más de una veintena de miembros de Vox, alabadas por el número dos del partido por su experiencia laboral y por su labor en las distintas administraciones, pero especialmente por conjugar sus papeles de madres y trabajadoras. "No está mal para ser un partido tan machista", ironizó Espinosa de los Monteros. En el grupo parlamentario que encabeza, no obstante, el 72% son hombres.

Ninguno de estos mensajes se ha lanzado por accidente o por azar. Tampoco su visibilidad en las redes sociales y otros canales de comunicación. Fuentes de la formación reconocen a El Confidencial que este vacío está identificado como uno de los elementos a corregir, y de ahí la publicidad y la insistencia durante la campaña. La intervención de Espinosa de los Monteros, de hecho, es uno de los últimos vídeos en su canal de YouTube, bajo el título 'Conoce a las mujeres valientes de Vox'.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Macarena Olona y el hostelero 'anti-rojos' sellan su amistad en Marbella

EC

El desfase de sexos en el electorado se repite entre sus afiliados, con una diferencia de 60-40 entre hombres y mujeres. "Nada es por casualidad", señalan en el partido sobre su plan. Todo está perfectamente medido desde la dirección, aunque el éxito está por ver. El ascenso continuado de Vox a nivel nacional contrasta con este obstáculo crónico, arrastrado desde su irrupción en las elecciones de Andalucía en diciembre de 2018. Es la tercera fuerza en el Congreso con 52 diputados, ha sido decisivo en comunidades y ayuntamientos y ha condicionado gobiernos en los últimos tres años, pero no ha sido capaz de superar el muro femenino.

Tampoco los sondeos sobre el 13-F apuntan a un cambio de tendencia para Vox en este ámbito, con una proporción de una mujer por cada dos de sus votantes varones en la región. Según el mismo barómetro del CIS, solo el 1,4% de las mujeres cree que el candidato Juan García-Gallardo se preocupa por los problemas de la comunidad. Y poco más del 3% considera que el aspirante a la presidencia plantea asuntos de interés general.

Espinosa de los Monteros utilizó un acto para alabar el trabajo de las mujeres de su partido: "No está mal para ser un partido tan machista"

Los expertos en política y opinión pública aluden a varias cuestiones para explicar este fenómeno, inexistente en otras fuerzas. Todos coinciden en que las diferencias entre sexos a la hora de votar explican a grandes rasgos la experiencia de Vox. Por un lado, porque el electorado femenino se decanta mayoritariamente por opciones más moderadas y centradas, mientras que los hombres se ven más seducidos por los extremos. Pero también porque los nuevos partidos, surgidos al amparo del desencanto social, despiertan mayor interés en el público masculino. "La mujer tiene mayor aversión al riesgo. Tienden a ser menos volátiles y a cambiar menos el voto", explica a este diario Pablo Simón, politólogo y profesor en la Universidad Carlos III. El caso de Vox no es una novedad y Podemos ya vivió una situación muy similar, más seguido por los hombres, hasta el punto de que cambió su nombre de Unidos Podemos a Unidas Podemos con la misma pretensión.

Existe una segunda variable, la de los liderazgos, aunque esta no pone de acuerdo a los analistas. Si bien Simón defiende que la mejor forma de feminizar un partido es tener referentes femeninos —"Nos gusta votar a alguien parecido a nosotros"—, otras voces sostienen lo contrario. "No hay ninguna relación", valora el analista político Ignacio Varela, que pone el ejemplo de Isabel Díaz Ayuso el 4-M y apela a elementos culturales. A su juicio, el seguimiento masivo de los hombres a Vox guarda un paralelismo muy claro con Donald Trump. "En su caso, fue igual ante Hillary Clinton que ante Joe Biden", subraya Varela.

Violencia de género

En lo que no hay ninguna duda es en que el partido de Santiago Abascal ha conectado de lleno con el electorado masculino que percibe la ofensiva feminista como una amenaza, impulsado sobre todo por su crítica a las leyes de violencia de género y el consenso institucional, algo que no sintoniza igual con las mujeres. Derribar esa barrera será muy complicado para Vox. "Es muy difícil que logre cambiar esa tendencia, porque en España las banderas y las etiquetas están muy solapadas con los ejes de izquierda y derecha", concluye Simón, que, no obstante, considera que una vez se asiente en el panorama político, las mujeres lo verán con otros ojos.

Los guiños a las mujeres acaban de comenzar, pero la estrategia ya ha tenido una primera polémica en Castilla y León. Macarena Olona compartió un vídeo en su perfil de Twitter junto a dos obreros ante una casa en construcción, durante su visita a la provincia de Valladolid, burlándose de la ministra Irene Montero. "Que dicen estas sectarias feminazis que los obreros que votáis a Vox sois unos ignorantes. ¿Qué tenéis que decirles a Irene Montero y toda la corte?", expone la diputada entre risas.

La respuesta es lo que ha generado un aluvión de críticas desde algunos sectores en las redes y medios de comunicación. "Lo seremos, pero contigo no nos hacemos una foto... No, echamos a correr", dice uno de ellos. "No nos gustan tus tetas", añade el otro, con una nueva carcajada de Olona. La ministra de Igualdad, referente de ese "feminismo sectario", es otro de los temas recurrentes de la parlamentaria de Vox para apuntalar su discurso sobre la mujer. "Ha llegado a ministra basándose en las relaciones afectivas con el macho alfa de la manada y con quienes dicen al resto de mujeres cómo tenemos que ser, sentir o parir", dijo en el mitin de Ávila.